“Habla Canaria” ¿Decadencia o ignorancia?

 «.» Juan F. Ramírez *

[... Hoy, pese a todos los avances producidos, seguimos padeciendo su rémora psicológica que se ha interiorizado en el imaginario colectivo de muchos canarios, mermándoles la capacidad de valor adecuadamente la propia cultura étnica; haciéndole creer  inferior cuando no feo acento, caso de la joven tinerfeña, en su relación con otras culturas diferentes a la propia; todo ello, probablemente sea uno de los síntomas de los pueblos fruto del colonialismo...]

El pasado lunes 20 de noviembre, se producía un enorme revuelo mediático; ello, debido a las declaraciones de una joven tinerfeña participante en un concurso televisivo de ámbito nacional, que, inocentemente, quiero pensar y creer, realizó unas manifestaciones en las que expresaba su rechazo a su acento canario pues le resultaba, extractando literalmente sus palabras: “…me parce tan feo mi acento y…”, continuaría “…me encantaría poder hablar… castellano”. [1] Ante tal dislate, no queda por menos que preguntarnos: ¿La identidad canaria está en decadencia, o tal vez es ignorancia de algunos?  

Las desafortunadas palabras pronunciadas de una forma absolutamente natural, por la inocente joven tinerfeña; quizá, no calculó o entendió el alcance  y efectos contraproducentes de las mismas; hasta el punto de originar un enorme revuelo mediático. Tal fue el nivel del escándalo alcanzado, itero, creo sin maldad alguna por parte de la decidora; de manera inmediata, las redes sociales comenzarían a expresar el lógico asombro, de gran parte de los isleños desde todos los rincones geográficos; así mismo, se hicieron eco los diferentes medios de prensa locales y digitales de ámbito provincial y nacional; tal fueron los niveles de críticas, que el progenitor de la joven, se vio obligado a ofrecer publicas disculpas por las inapropiadas frases vertidas, que, según aseveraba, fueron sacadas de contexto. Hay que significar, que, de ninguna manera debemos cargar las tintas contra lo expresado por boca de la inocente joven, la cual de manera natural se atrevió a expresarse libremente en los términos que su juicio le dictará en tal momento; más bien deberíamos agradecerle, pues denota el nivel de desafecto de muchos jóvenes canarios por sus señas de identidad étnica. Ello revela el gran fallo del sistema social, y especial y desafortunadamente, reflejados en los malos datos de la educación en Canarias (Informe PISA-2017)  

En cuanto al tema que nos ocupa; en primer lugar creo, sinceramente, más que reprochar la actitud de la joven frente a su rechazo por uno de los signos de su identidad étnica (acento o entonación verbal), considero a dicha joven una víctima de un sistema educativo y social deficitario; se trata de la personificación del resultado de lo que, sistemáticamente, durante más de tres décadas, se ha venido gestando, sea por acción u omisión, infravalorando cuando no despreciando todo lo costumbrista, relacionado con las señas identidad del pueblo canario; de ahí, sinceramente, creo, deberíamos agradecerle a la joven el inocente y natural comentario falto de entendimiento; ella, al igual que muchos otros jóvenes canarios de su generación, itero, personifica un problema, traslucido en su conducta de rechazo a su, en este caso, acento étnico.  

La conducta manifestada por la joven tinerfeña, reitero, es expresión de la situación sociológica degenerativa del pueblo canario; la responsabilidad de tal situación de anidamiento y crecimiento de la decadencia acelerada respecto de las señas de identidad del pueblo canario; decadencia producida, ya sea por el desinterés o, peor aún, intencionalidad  auspiciada, presuntamente, desde los diferentes órganos de poderes insularistas, salvo honrosas excepciones, que, por tal confirman la regla. En Canarias existe, incuestionablemente, desde la misma conquista, gran parte de  los sectores de la burguesía isleña ha venido valorando lo que venía de afuera, pues se suponía era mejor que lo endógeno, una elite que ha dejado su complejo de provincianismo emulador cortesano, el cual arraigaría en el ideario isleño. Hoy, pese a todos los avances producidos, seguimos padeciendo su rémora psicológica que se ha interiorizado en el imaginario colectivo de muchos canarios, mermándoles la capacidad de valor adecuadamente la propia cultura étnica; haciéndole creer  inferior cuando no feo acento, caso de la joven tinerfeña, en su relación con otras culturas diferentes a la propia; todo ello, probablemente sea uno de los síntomas de los pueblos fruto del colonialismo.  

Triste destino el de un pueblo que sus jóvenes repudian y/o se acomplejan de sus raíces y señas de identidad; ello, resulta un síntoma inequívoco de la decadencia de esa etnia concreta; un pueblo que rechaza sus señas de identidad es un pueblo totalmente manipulable. No se debe obviar que cualquier lengua es la expresión más connatural que distingue a los pueblos; más aún, incluso entre zonas geográficas distintas de una misma raza; por ejemplo, el inglés de un londinense difiere del utilizado por un inglés del condado de Lancaster, y, no por ello es mejor o peor uno u otro; igualmente, sucede con el caso del español (castellano), pues un ciudadano de Aragón, Cataluña, Andalucía, Canarias, Argentina, Cuba, Venezuela, México, Valladolid, etc., todos, tienen una raíz lingüística común el español, pero difieren unos de los otros en la forma del acento tonal al expresarse verbalmente, no siendo ninguno de ellos mejor o peor de otro u otros. Cada zona geográfica tiene su particular forma de entonación vocal; la DIALECTOLOGÍA es la ciencia encargada de su estudio.  

Resulta extremadamente paradójico; mi generación, con todas las dificultades que se quieran, nos sentíamos orgullosos de ser y expresarnos como canarios; de hecho, barrios como por ejemplo el laborioso y portuario barrio de la Isleta en Gran Canaria, con un callejero pleno de denominaciones y nombres aborígenes canarios (C/ Princesa Guayarmina, Andamana, Benecharo, Artemí Semidan, etc.); así mismo, los empresarios canarios de la época, no se avergonzaban de sus raíces históricas, hasta el punto que muchas fábricas y empresas se distinguían con rótulos bajo denominaciones aborígenes guanches (Tamarán; Tirma; Bandama, Sansofe, etc.); mientras, ha sido el sistema democrático, bajo gobiernos teóricamente canario, pleno de extraño entendimiento de la canariedad, junto a muchas otras instituciones y/o asociaciones de carácter civil, mercantil, intelectual, etc., todos, de una u otra manera, han venido contribuyendo a la destrucción de las señas de la identidad del pueblo canario, convirtiéndolo en algo amorfo (cosmopolitismo vacuo).  

Canarias es mucho más que romerías, carnavales, balón pie, etc.; Canarias es su historia, sus costumbres, sus paisajes, sus acentos, su idiosincrasia, sus gentes orgullosas de ser y formar parte de la la historia de un gran pueblo del que somos, mezclados herederos; Canarias son: Alfredo Kraus; César Manrique, Benito Pérez Galdós, Pepe Castellano, Tomás Morales, Doramas, Adargoma, Bencomo, Princesa Guayarmina, Atindamana, Guanarteme, etc.,  

Canarias son Francisco de Miranda, López Botas, León y Castillo, Adelina de la Torre, Manolo Viera, Pancho Guerra, Néstor Martín Fernández de la Torre, Néstor Álamo, Alonso Quesada, Dr. Gregorio Chil, Agustín Espinosa, Manuel Velázquez Cabrera, Antonio de Viana, Antonio Rumeu de Armas, Francisco Tarajano, Vázquez-Figueroa Rial A., Víctor Ramírez, Manolo Viera, Pepa Aurora, etc., etc. Canarias son sus dos universidades: La Laguna y la ULPGC.  

Canarias son los miles de hombres y mujeres que han cruzado el Atlántico, entregando su vida y dejando su impronta y raíces culturales (Luciana, Uruguay, etc.), raíces de las cuales se enorgullecen sus descendientes; Canarias es mucho más de lo que unos pocos de mente estrecha se empecinan en considerar. Los canarios, todos, debemos y tenemos mucho por lo que sentirnos dichosos y orgullosos de nuestras raíces étnicas. En definitiva, los canarios no tenemos nada por lo qué avergonzarnos de nuestras señas de identidad étnicas, ni dentro ni fuera de Canarias.  

Concluyendo: El problema de las Islas Canarias, desde la colonización, ha sido haber estado, durante siglos, dirigida por manos de gente extraña o advenediza, y, en más de lo deseable, de oportunistas que apropiaron con arteras mañas y posición de dominio, cuando no por la fuerza bruta, de todo aquello que por herencia histórica no les correspondía; imponiendo sus costumbres, lengua, dioses y normas foráneas, sobre una población a la que diezmaron y exportaron para poblar tierras americanas extrañas, allá ende los mares (Tributo en sangre – Real Cédula de 25 de mayo de 1678). [2]  

Canarias, es un pueblo, que clama por políticos y plutócratas propios, mezclados o no, capaces de sentir, respetar y valorar sus señas de identidad, pues, para poder educar a las futuras generaciones en el respeto de su etnia, hemos de forjar un sólido legado de valores que no le hagan parecer feo su acento, sino todo lo contrario; tal fin, ha de destinarse mucha mayor cantidad de recursos a la inversión en educación, en todo su más amplio sentido.  

Desde estas pocas líneas invito a la reflexión sobre la importancia de valorar nuestras señas étnicas, con sus defectos y virtudes, tal cualquier otro pueblo, sin complejos de ningún tipo ¡Viva el acento Canario!

 

“Un pueblo que reniega de los suyos, que maldice su propia sangre, su propia estirpe, su propia patria, es y será un pueblo envilecido, un pueblo que forja sus cadenas, que busca un amo altanero y atropellador. A su ordeno y mando morirá sumiso… ” TARAJANO, “De ayer y hoy”, 2011 (p.34)  

“¡Cuánto canalla entre mis paisanos! (p. 88)”  VELAZQUEZ CABRERA, Manuel (1863 – 1916) Ed. Cabildo de Fuerteventura – año 2000

* Abogado, Analista Político e Investigador

Bibliografía recomendada:

CASTEJON GONZALEZ, Pedro, “Una dinastía guanche (Crónicas de Gran Canaria – 1320 a 1410)”, S. C. de Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1984

GARÍ Domingo, “La ONU, Canarias y las descolonizaciones africanas”, Canarias, Ediciones Ideas, 2013

PÉREZ RODÍGUEZ, Manuel J., “Las relaciones entre España y Ultramar y las peculiaridades de las Islas Canarias”, Gran Canaria, Ilustre Ayuntamiento la Villa de Ingenio, 2000

TARAJANO PÉREZ, Francisco, “De ayer y hoy”, Las Palmas de Gran Canaria, Beginbook Ediciones, 2011

TARAJANO PÉREZ, Francisco, “El habla canaria”, Gran Canaria, Ed. Centro de la Cultura Popular Canaria, 2011

VELAZQUEZ CABRERA, Manuel, (1863 – 1916), Ed. Cabildo de Fuerteventura – año 2000

Citas utilizadas:

[1] Puede visionarse el vídeo de lo expuesto, a través de Internet; por todos:

(1)  Así mismo, puede consultarse la noticia ofrecida en diferentes y diversos medios digitales locales y nacionales.

[2] PÉREZ RODRÍGUEZ, Manuel J (bibliografía recomendada): “…se hayan de llevar de las de Canarias, Tenerife y La Palma, cinco familiar por cada cien toneladas a la parte donde fueren con sus navíos” (págs. 33 y 34)

 

Nota: Los enlaces a las webs aquí facilitados, han sido consultados en Internet, por el autor, entre el 21, 22 y 23 de noviembre de 2017.-

[1] https://www.youtube.com/watch?v=AsBQ9mspmCA

 Artículos de Juan F. Ramirez.htm