“Habla
Canaria” ¿Decadencia o ignorancia?
[... Hoy, pese a todos los avances producidos, seguimos padeciendo su rémora psicológica que se ha interiorizado en el imaginario colectivo de muchos canarios, mermándoles la capacidad de valor adecuadamente la propia cultura étnica; haciéndole creer inferior cuando no feo acento, caso de la joven tinerfeña, en su relación con otras culturas diferentes a la propia; todo ello, probablemente sea uno de los síntomas de los pueblos fruto del colonialismo...]
El
pasado lunes 20 de noviembre, se producía un enorme revuelo mediático;
ello, debido a las declaraciones de una joven tinerfeña participante en un
concurso televisivo de ámbito nacional, que, inocentemente, quiero pensar y
creer, realizó unas manifestaciones en las que expresaba su rechazo a su
acento canario pues le resultaba, extractando literalmente sus palabras: “…me
parce tan feo mi acento y…”, continuaría
“…me encantaría poder hablar… castellano”. [1]
Ante tal dislate, no queda por menos que preguntarnos: ¿La identidad
canaria está en decadencia, o tal vez es ignorancia de algunos?
Las
desafortunadas palabras pronunciadas de una forma absolutamente natural, por
la inocente joven tinerfeña; quizá, no calculó o entendió el alcance
y efectos contraproducentes de las mismas; hasta el punto de originar
un enorme revuelo mediático. Tal fue el nivel del escándalo alcanzado,
itero, creo sin maldad alguna por parte de la decidora; de manera inmediata,
las redes sociales comenzarían a expresar el lógico asombro, de gran parte
de los isleños desde todos los rincones geográficos; así mismo, se
hicieron eco los diferentes medios de prensa locales y digitales de ámbito
provincial y nacional; tal fueron los niveles de críticas, que el
progenitor de la joven, se vio obligado a ofrecer publicas disculpas por las
inapropiadas frases vertidas, que, según aseveraba, fueron sacadas de
contexto. Hay que significar, que, de ninguna manera debemos cargar las
tintas contra lo expresado por boca de la inocente joven, la cual de manera
natural se atrevió a expresarse libremente en los términos que su juicio
le dictará en tal momento; más bien deberíamos agradecerle, pues denota
el nivel de desafecto de muchos jóvenes canarios por sus señas de
identidad étnica. Ello revela el gran fallo del sistema social, y especial
y desafortunadamente, reflejados en los malos datos de la educación en
Canarias (Informe PISA-2017)
En
cuanto al tema que nos ocupa; en primer lugar creo, sinceramente, más que
reprochar la actitud de la joven frente a su rechazo por uno de los signos
de su identidad étnica (acento o entonación verbal), considero a dicha
joven una víctima de un sistema educativo y social deficitario; se trata de
la personificación del resultado de lo que, sistemáticamente, durante más
de tres décadas, se ha venido gestando, sea por acción u omisión,
infravalorando cuando no despreciando todo lo costumbrista, relacionado con
las señas identidad del pueblo canario; de ahí, sinceramente, creo, deberíamos
agradecerle a la joven el inocente y natural comentario falto de
entendimiento; ella, al igual que muchos otros jóvenes canarios de su
generación, itero, personifica un problema, traslucido en su conducta de
rechazo a su, en este caso, acento étnico.
La
conducta manifestada por la joven tinerfeña, reitero, es expresión de la
situación sociológica degenerativa del pueblo canario; la responsabilidad
de tal situación de anidamiento y crecimiento de la decadencia acelerada
respecto de las señas de identidad del pueblo canario; decadencia
producida, ya sea por el desinterés o, peor aún, intencionalidad auspiciada,
presuntamente, desde los diferentes órganos de poderes insularistas, salvo
honrosas excepciones, que, por tal confirman la regla. En Canarias existe,
incuestionablemente, desde la misma conquista, gran parte de los
sectores de la burguesía isleña ha venido valorando lo que venía de
afuera, pues se suponía era mejor que lo endógeno, una elite que ha dejado
su complejo de provincianismo emulador cortesano, el cual arraigaría en el
ideario isleño. Hoy, pese a todos los avances producidos, seguimos
padeciendo su rémora psicológica que se ha interiorizado en el imaginario
colectivo de muchos canarios, mermándoles la capacidad de valor
adecuadamente la propia cultura étnica; haciéndole creer inferior
cuando no feo acento, caso de la joven tinerfeña, en su relación con otras
culturas diferentes a la propia; todo ello, probablemente sea uno de los síntomas
de los pueblos fruto del colonialismo.
Triste
destino el de un pueblo que sus jóvenes repudian y/o se acomplejan de sus
raíces y señas de identidad; ello, resulta un síntoma inequívoco de la
decadencia de esa etnia concreta; un pueblo que rechaza sus señas de
identidad es un pueblo totalmente manipulable. No se debe obviar que
cualquier lengua es la expresión más connatural que distingue a los
pueblos; más aún, incluso entre zonas geográficas distintas de una misma
raza; por ejemplo, el inglés de un londinense difiere del utilizado por un
inglés del condado de Lancaster, y, no por ello es mejor o peor uno u otro;
igualmente, sucede con el caso del español (castellano), pues un ciudadano
de Aragón, Cataluña, Andalucía, Canarias, Argentina, Cuba, Venezuela, México,
Valladolid, etc., todos, tienen una raíz lingüística común el español,
pero difieren unos de los otros en la forma del acento tonal al expresarse
verbalmente, no siendo ninguno de ellos mejor o peor de otro u otros. Cada
zona geográfica tiene su particular forma de entonación vocal; la DIALECTOLOGÍA
es la ciencia encargada de su estudio.
Resulta
extremadamente paradójico; mi generación, con todas las dificultades que
se quieran, nos sentíamos orgullosos de ser y expresarnos como canarios; de
hecho, barrios como por ejemplo el laborioso y portuario barrio de la Isleta
en Gran Canaria, con un callejero pleno de denominaciones y nombres aborígenes
canarios (C/ Princesa Guayarmina, Andamana, Benecharo, Artemí Semidan,
etc.); así mismo, los empresarios canarios de la época, no se avergonzaban
de sus raíces históricas, hasta el punto que muchas fábricas y empresas
se distinguían con rótulos bajo denominaciones aborígenes guanches (Tamarán;
Tirma; Bandama, Sansofe, etc.); mientras, ha sido el sistema democrático,
bajo gobiernos teóricamente canario, pleno de extraño entendimiento de la
canariedad, junto a muchas otras instituciones y/o asociaciones de carácter
civil, mercantil, intelectual, etc., todos, de una u otra manera, han venido
contribuyendo a la destrucción de las señas de la identidad del pueblo
canario, convirtiéndolo en algo amorfo (cosmopolitismo vacuo).
Canarias
es mucho más que romerías, carnavales, balón pie, etc.; Canarias es su
historia, sus costumbres, sus paisajes, sus acentos, su idiosincrasia, sus
gentes orgullosas de ser y formar parte de la la historia de un gran pueblo
del que somos, mezclados herederos; Canarias son: Alfredo Kraus; César
Manrique, Benito Pérez Galdós, Pepe Castellano, Tomás Morales, Doramas,
Adargoma, Bencomo, Princesa Guayarmina, Atindamana, Guanarteme, etc.,
Canarias
son Francisco de Miranda, López Botas, León y Castillo, Adelina de la
Torre, Manolo Viera, Pancho Guerra, Néstor Martín Fernández de la Torre,
Néstor Álamo, Alonso Quesada, Dr. Gregorio Chil, Agustín Espinosa, Manuel
Velázquez Cabrera, Antonio de Viana, Antonio Rumeu de Armas, Francisco
Tarajano, Vázquez-Figueroa Rial A., Víctor Ramírez, Manolo Viera, Pepa
Aurora, etc., etc. Canarias son sus dos universidades: La Laguna y la ULPGC.
Canarias
son los miles de hombres y mujeres que han cruzado el Atlántico, entregando
su vida y dejando su impronta y raíces culturales (Luciana, Uruguay, etc.),
raíces de las cuales se enorgullecen sus descendientes; Canarias es mucho más
de lo que unos pocos de mente estrecha se empecinan en considerar. Los
canarios, todos, debemos y tenemos mucho por lo que sentirnos dichosos y
orgullosos de nuestras raíces étnicas. En definitiva, los canarios no
tenemos nada por lo qué avergonzarnos de nuestras señas de identidad étnicas,
ni dentro ni fuera de Canarias.
Concluyendo:
El problema de las Islas Canarias, desde la colonización, ha sido haber
estado, durante siglos, dirigida por manos de gente extraña o advenediza,
y, en más de lo deseable, de oportunistas que apropiaron con arteras mañas
y posición de dominio, cuando no por la fuerza bruta, de todo aquello que
por herencia histórica no les correspondía; imponiendo sus costumbres,
lengua, dioses y normas foráneas, sobre una población a la que diezmaron y
exportaron para poblar tierras americanas extrañas, allá ende los mares
(Tributo en sangre – Real Cédula de 25 de mayo de 1678). [2]
Canarias,
es un pueblo, que clama por políticos y plutócratas propios, mezclados o
no, capaces de sentir, respetar y valorar sus señas de identidad, pues,
para poder educar a las futuras generaciones en el respeto de su etnia,
hemos de forjar un sólido legado de valores que no le hagan parecer feo su
acento, sino todo lo contrario; tal fin, ha de destinarse mucha mayor
cantidad de recursos a la inversión en educación, en todo su más amplio
sentido.
Desde
estas pocas líneas invito a la reflexión sobre la importancia de valorar
nuestras señas étnicas, con sus defectos y virtudes, tal cualquier otro
pueblo, sin complejos de ningún tipo ¡Viva
el acento Canario!
“Un
pueblo que reniega de los suyos, que maldice su propia sangre, su propia
estirpe, su propia patria, es y será un pueblo envilecido, un pueblo que
forja sus cadenas, que busca un amo altanero y atropellador. A su ordeno y
mando morirá sumiso… ” TARAJANO, “De ayer y hoy”, 2011 (p.34)
“¡Cuánto canalla entre mis paisanos! (p. 88)” VELAZQUEZ CABRERA, Manuel (1863 – 1916) Ed. Cabildo de Fuerteventura – año 2000
*
Abogado,
Analista Político e Investigador
Bibliografía
recomendada:
CASTEJON
GONZALEZ, Pedro, “Una dinastía guanche (Crónicas de Gran Canaria –
1320 a 1410)”, S. C. de Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria,
1984
GARÍ
Domingo, “La ONU, Canarias y las descolonizaciones africanas”, Canarias,
Ediciones Ideas, 2013
PÉREZ
RODÍGUEZ, Manuel J., “Las relaciones entre España y Ultramar y las
peculiaridades de las Islas Canarias”, Gran Canaria, Ilustre Ayuntamiento
la Villa de Ingenio, 2000
TARAJANO
PÉREZ, Francisco, “De ayer y hoy”, Las Palmas de Gran Canaria,
Beginbook Ediciones, 2011
TARAJANO
PÉREZ, Francisco, “El habla canaria”, Gran Canaria, Ed. Centro de la
Cultura Popular Canaria, 2011
VELAZQUEZ
CABRERA, Manuel, (1863 – 1916), Ed. Cabildo de Fuerteventura – año 2000
Citas
utilizadas:
[1] Puede visionarse el vídeo de lo expuesto, a través de Internet; por todos:
(1)
Así mismo, puede consultarse la noticia ofrecida en diferentes y diversos
medios digitales locales y nacionales.
[2]
PÉREZ RODRÍGUEZ, Manuel J (bibliografía recomendada): “…se hayan de
llevar de las de Canarias, Tenerife y La Palma, cinco familiar por cada cien
toneladas a la parte donde fueren con sus navíos” (págs. 33 y 34)
Nota:
Los enlaces a las webs aquí facilitados, han sido consultados en Internet,
por el autor, entre el 21, 22 y 23 de noviembre de 2017.-