Cultura tabaibera…

 

Después de escribir durante un mes -¡y lo que te rondaré morena!- sobre la tabaiba, de forma indiscriminada, bueno es que sepamos algo científico de su nombre, para no caer en la ramplonería de no saber de qué hablamos.

 

No sé si mis amigos saben que junto con las palabras gofio y baifo, la palabra tabaiba es con las dos anteriores, las únicas tres palabras que se pronuncian tal cual, lo hacían los guanches (o como gustan algunos, los antiguos canarios), pero no por eso se justifica que campeen a sus anchas, pues como las cabras -madres de los baifos- desaparecen, y a la par que el gofio, dado que hecho aquí, pero no producido aquí, por imposibilidad tabaibera que lo copa todo y no deja sitio a maizales -el millo- aquí, también desaparece, de igual forma debiera paulatinamente ir desapareciendo la tabaiba, es decir al ritmo del gofio y de los baifos, pero no…, que no venía hoy a hablarles sobre lo dicho sino del latín (el idioma oficial de la Iglesia), tan afín a términos antiguos o etimológicos, que tratándose de la tabaiba, dos son sus denominaciones, pero digamos antes, que -ustedes ya lo saben- se trata de un arbusto (no llega a árbol, ni se queda en hierba, sino intermedia (aunque las hayan gigantes), que son perennes, y pertenecen al género (no me remitan a mi madre, q.e.p.d.): Euphorbia, y según se trate de unas u otras, ahí tienen los latinajos correspondientes:

 

·        La tabaiba dulce o Euphorbia balsamifera

·         La tabaiba amarga o Euphorbia lamarckii

·         Tabaiba dulce y amarga

El Padre Báez