LA  CULPA  ES  DEL EURO

En algo también de los comunistas

 

La estupidez humana no tiene límites (Albert Einstein).

 

Jorge Aniceto Molinari

 

Todos estamos contestes en que hemos leído a algún autor, economista de prestigio, que ha atribuido a la creación del Euro la  actual crisis en Europa.

 

Coinciden en que la existencia del Euro es un gran problema para bajar através de una devaluación el nivel de vida del común de la gente. Receta patentada por Fondo Monetario Internacional y llevada a todos los confines del planeta con el respaldo como gendarme de la acción de inteligencia militar de EE.UU., así ocurrió en Brasil de los 60, en Chile, Uruguay, Argentina, etc., etc….

 

La devaluación en sí, al bajar los costos salariales a las empresas privadas, y los costos salariales y pensionarios al Estado, fue un arma durante todo en periodo histórico para reactivar la actividad económica empresarial a costa de la gente. Pudo ser coyunturalmente un elemento dinamizador, hoy los niveles de saturación empresarial son tan importantes en el mundo que ejecutada la medida en países como Grecia, son solo para buscar un transitorio equilibrio presupuestario.-

 

El Euro suponía la posibilidad al empresariado europeo de afirmar su desarrollo y poder así competir en particular con las empresas de EE.UU.- No lo crearon para que la gente se defendiera en un ámbito mayor, de las intenciones de hacerle pagar las crisis cuando llegaran.

 

La izquierda no lo entendió así y no solo se opuso al Euro, sino que además entró en el juego de la derecha para que no existiera una unidad institucional superior. Tuvieron la oportunidad de doblar la apuesta y proponer una moneda única universal y desde allí empezar a conversar en como superar las crisis que en el capitalismo como en cualquier sistema de explotación son inevitables.

 

Hoy atribuir la crisis al Euro, es ignorar la dinámica del sistema, y no tener la menor idea de cómo salir de la crisis. Argentina en el 2002 tuvo un record en cantidad diferente de unidades monetarias, incluso funcionó el trueque.

 

El FMI, entendió a tiempo que no debía tirar más de la piolita, pues un acentuamiento del desequilibrio social podía llevar a situaciones en cadena incontrolables para el propio sistema. El resultado es la creciente fractura social que se observa en el continente aún con economías en importantes crecimientos coyunturales. Estos fenómenos se observan en rubros como la salud, la enseñanza, la alimentación, en la disminución de las prestaciones en la seguridad social, jubilarse es un calvario para un sector importante de la población, en cualquiera de nuestros países.

 

Esto que se vivió y se vive en America Latina, es hoy el panorama que se empieza a vivir en Europa y EE.UU. El sistema muestra al desnudo sus límites y su incapacidad para resolver en beneficio de la sociedad temas como el energético por ejemplo.

 

El crecimiento demencial de los paraísos fiscales, convierten en vulnerables a todas las monedas. Por eso el atesoramiento hoy se realiza en los comodities, en las construcciones fastuosas que se suceden en la construcción de ciudades de elite, o en construcciones deportivas o vacacionales, etc. etc.

 

El equilibrio del sistema es cada vez más inestable, la cadena que lo sustenta tiene cada vez más eslabones débiles.

 

Si hoy en Europa existieran las monedas locales, y pudieran bajar el nivel de vida de la gente, solo sería una medida que desahogaría transitoriamente la situación pero que inexorablemente tendrían que repetir en un largo camino sin salida. Reiterarían los insucesos que voltearon a la monarquía, por ejemplo en Francia.

 

En la anterior crisis el corte de los eslabones se remendó con la guerra, hoy sería un suicidio para la humanidad.

 

¿Por qué hablamos de la culpa de los comunistas? Porque fueron ellos entre los más destacados Marx, Lenin, que enseñaron a pensar que otro mundo es posible. En su momento ambos fueron derrotados, sus ideas deformadas, pero sus textos son hoy una guía ineludible para quienes buscamos un destino progresista para la humanidad.

 

Nosotros desde nuestra modestia señalamos que la llave para superar la crisis está en dos reformas esenciales, la moneda única universal y la construcción de un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y ayudando a morir en paz a este modo de producción, en transición a un modo de producción superior.

 

“Socialismo o barbarie” decía Rosa Luxemburgo, la historia replantea la disyuntiva.

 

18 de junio de 2011.-