La Cruz de la Conquista
Francisco
R. González Alonso
El símbolo de la cruz
tuvo su origen en la antigua Caldea, situada en la Baja Mesopotamia, parte
meridional de las cuencas de los ríos Éufrates y
Tigris, próxima a los desiertos de Arabia. Dicha zona toma el nombre de Caldea
por haberse establecido allí mil años antes de Cristo el pueblo de los caldeos,
tribu semítica de origen desconocido. Por su lengua se relacionan con los
arameos, los cuales se asentaron en la Mesopotamia Superior. Antes de llamarse
caldeos se les conocía como turanies, que se habían
impuesto a las tribus de los casitas y semitas. Los
romanos llamaron caldeos a los astrólogos y matemáticos de Babilonia, y
actualmente los católicos de Mesopotamia son llamados caldeos.
El símbolo de la cruz
se establece como consecuencia de las manifestaciones de idolatrías practicadas
por los caldeos en honor del dios Tamuz y se
introduce al cristianismo como consecuencia de idolatrías superiores surgidas
después de la crucifixión de Jesús de Nazaret.
La cruz cristiana es
el símbolo religioso más popular entre los seguidores de Jesucristo, y su forma
varía entre las diferentes comunidades cristianas. Esto se debe a las
diferentes apreciaciones de cómo fue crucificado Jesús de Nazaret, que para los
primeros cristianos era un "árbol de salvación".
La palabra crucifijo
deriva de la cruz y significa una cruz con la imagen de Cristo en ella. Su
léxico se deriva del verbo latino "cruciare", que significa
"torturar".
La Iglesia Cristiana
celebra dos fiestas relacionadas con la cruz: la invención de la cruz por los
católicos, el 3 de mayo, y la Exaltación de la Cruz, el 14 de septiembre, por
los ortodoxos y anglicanos.
Durante los dos
primeros siglos del cristianismo, no se conservan vestigios del uso del icono
de la cruz, ya que representaba un método de tortura muy doloroso. Los primeros
cristianos, para no ser descubiertos y perseguidos, usaban el símbolo ictus,
una pequeña elipse horizontal en forma de pez.
El símbolo de la cruz
ha inspirado y generado en muchísimos cristianos calificados como santos una
doctrina filosófica y religiosa que impulsa a su alma a una especie de
contemplación extática y misteriosa de amor con Dios.
A comienzos del siglo
III existen evidencias del uso del símbolo de la cruz (gráfico de Alexamenos o gráfico de Palatino). Considerada como la
primera representación pictórica conocida de la crucifixión de Jesús, fue
realizada irónicamente por un pintor no cristiano.
El emperador romano
Constantino, al convertirse al cristianismo, adoptó el símbolo del crismón, el
cual se convirtió en un símbolo popular del cristiano. Paralelamente ya se
hablaba de los "religiosos de la cruz" cuando se referían a los
cristianos.
En casi todas las
partes del mundo antiguo se han encontrado objetos de tiempos muy anteriores al
cristianismo, marcados con cruces de diferentes estilos. El uso de la cruz como
símbolo religioso en tiempos anteriores al cristianismo y entre pueblos no
cristianos es evidente. La cruz probablemente puede considerarse como símbolo
casi universal, y en muchísimos casos estaba relacionado con alguna forma de
adoración de la naturaleza. Es un hecho incuestionable que en épocas anteriores
al nacimiento de Jesús la cruz fue usada como símbolo sagrado.
Lo lamentable es que
el gran imperio colonial que tuvo España, donde nunca se ponía el sol (hoy solo
le quedan las colonias de las Islas Canarias y las ciudades de Melilla y
Ceuta), fue empuñando la espada con el signo de la cruz, y armas de fuego
superiores a las que tenían tanto los aborígenes guanches como los indios
americanos.
Después de casi seis
siglos de la conquista de las Islas Canarias, el poder colonial español sigue
mostrando alardes de su conquista inquisitiva, pues, como todos los años,
saldrá en procesión por las calles de Santa Cruz de Tenerife el Pendón con la
Cruz de la Conquista, como acicate para que recordemos que seguimos sometidos a
la Corona española.
Con humildad de
vasallos, veremos el desfile desde la barrera, sin atrevernos a penetrar en el
terreno de lidia, que nos obligaría a enfrentar con todo el ímpetu de nuestros
derechos a la libertad el avasallante régimen colonial que sigue dispuesto, sin
contemplaciones, a seguir usurpando nuestros derechos e impedir nuestra
soberanía, que debió haber ocurrido hace más de cinco siglos, como
afortunadamente lo hicieron los pueblos americanos y filipinos.
Si bien la cruz es el
símbolo religioso más popular entre los cristianos, nunca se debe olvidar que
se utilizó como símbolo de persuasión a la fuerza para someter a nuestros
aborígenes guanches y a todos los del continente latinoamericano.
Me resta manifestar
que todos los seres humanos cargamos una cruz; sepamos llevarla con dignidad.
Lamentablemente, los canarios estamos soportando, además, una pesada cruz
existencialista por liberarnos del vergonzoso colonialismo español.
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