La gran pena, es que aquí no está de moda hacer referencia alguna a la Biblia
y su mundo. Y Jesucristo no debió pasar desapercibido al pueblo más
inteligente del mundo, en decir de Le Canarien (tantas veces citado). También
el libro o crónica citado, arroja luz en torno a este hecho. El mensaje de
Cristo, cual ondas en aguas tranquilas alcanzó a los canarii, ¡cierto!
Hasta
ahora no hay constatación alguna a este tema (salvo un servidor en su trilogía
sobre los guanches (Alma, Cuerpo y Espíritu). Y el Evangelio, creo, difícilmente
tiene en ningún lugar una vivencia mejor que en el mundo guanche. El
comportamiento de los mismos se ajusta al Evangelio de forma extraordinaria (a
este respecto, el Padre José Herrera, escribió: “Los Guanches, aquellos
Caballeros”, que es la descripción de lo que acabo de escribir más arriba.
Si nuestro pueblo fue el más
importante de su época, es que estas virtudes evangélicas las tenían y
practicaban; de hecho a los evangelizadores el adoctrinamiento no les costó prácticamente
nada. Pues, había un pre-cristianismo o un cristianismo subyacente. Sabemos la
ciencia no va más allá de los datos, la gente y el tiempo, de ahí a descubrir
la fe, no es fácil, pero..., los materiales encontrados pueden desvelar que aquí
se vivía en cristiano, de alguna manera.
Sucede, que el encuentro de
una parte el laicismo, y por otra la religiosidad, esta última lo envuelve todo
en el guanche. Y a este fin la arqueología puede aportar más de un dato. Y
algo deben probar, si se es serio y riguroso. Es ciencia y es arqueología. Y a
la hora de interpretar no se ha de evitar este planteamiento. Hay Historia y hay
religión. Y no se debe olvidar que la ciencia ayuda a comprender la
religiosidad de un pueblo, y ello aunque el arqueólogo no sea católico (y el
hecho de ser católico, no minusvalora al arqueólogo).
Da la impresión, que faltándole
la fe a más de cuatro, como que todo se les va en aventurar magias,
esoterismos, y otros salvajismos; y sin caer en la cuenta que la arqueología
puede dar la razón a lo que vengo exponiendo. Recuerdo aquel título de cuando
estudiante de Teología, un libro de arqueología cuyo título ya lo dice todo:
“La Biblia tiene razón”, al registrar los lugares citados por ella...
La arqueología no pude
ignorar la religión, que explicaría -además- muchos dilemas. Incluso, dadas
las fechas, hasta el Antiguo Testamento dejó aquí sus huellas en el
comportamiento de los guanches, con lo que las piedras hablan al respecto. No
las calle o silencie el arqueólogo (tenga o no fe). Y este tema cada vez
interesa más. Nadie debe ignorar la relación entre los libros de la Biblia y
la vida, usos y costumbres de los guanches, y verlo en los yacimientos, lugares,
piezas, etc.
También en otras culturas no
afectadas por el judaísmo-cristianismo, se estudia el aspecto religioso que las
sustentaban (incas, azteca, romanos, etc.). Y alguna relación debe haber entre
arqueología y vida (¡).
* El
Padre Báez, al que le gustaría que la arqueología probara algo de la fe de
los guanches, pero de forma seria, científica, rigurosa, etc., aunque -dicho
sea de paso- no tengo dudas al respecto, y ello aunque la arqueología no lo
probara (hay textos y tradición oral).