La crisis está mutando…
Graciliana Montelongo Amador
El susto dado por el ministro a los estudiantes y a sus
padres, de que la beca
Erasmus la retiraban, ha sido de infarto. Aunque después rectificó,
el daño está hecho ¿Podrán seguir
estudiando nuestros jóvenes, como
si nada hubiera pasado? ¿Podrán continuar de esta manera, como funambulistas sin
red, en manos de un ministro y de un ministerio catastrófico?
No cabe duda, la crisis muta… El virus, se expande y afecta a más
seres humanos. Los responsables directos e indirectos, no se reúnen, no
trabajan para buscar un antídoto contra esta bacteria asesina, que mata, solo
con su nombre. Claro, ellos, están vacunados, por ejemplo: Cuando Mariano Rajoy
se jubile, no tendrá problemas. Nadie le recortará de su pequeño salario… Que comparado con el gran salario que nos dan
al resto de los mortales, de menos de 700 euros, en caso de retirarte, si llegas, y no te mueres antes. Y si hablamos de
las prestaciones, o ayudas (Grandiosas) que son
de unos 420 euros, en los mejores
casos, en los peores casos, te vas a caritas.
Recortan donde les conviene. Sin
embargo siguen subvencionando a las
escuelas privadas y a la sanidad privada, con dinero público.
Día a día, minuto a minuto, aumenta el número de parados, de pobres. Pero
hay un dato espeluznante, aumenta
el número de ricos y la clase media, desaparece. Cada vez cierran más empresas. Y los que no cierran, despiden
personal. El trabajo que realizaban diez empleados, ahora lo realizan tres. Así
no podemos continuar. No generan puestos
de trabajo, al contrario. Sin embargo nos dicen a los canarios, que como hay
conflictos en otros países, este invierno vamos a tener, overbooking,
en cuanto al turismo que vendrá a las islas. Pero si es así ¿A dónde se irá el
dinero? ¿Quién se lo lleva? Los bancos solo tapan sus agujeros y no dan
crédito.
Ya llevamos mucho tiempo pasándolo mal y para colmo Rubalcaba, nos dice, que lo malo
está por llegar. Si analizamos en profundidad la situación, en todos los
sentidos, todos erramos. Caímos en la trampa del consumismo. Tener más cosas,
dos viviendas, dos coches, viajar más. Las
vacaciones ya no eran solo de verano, cualquier puente, era una escusa
para vendernos un viaje a un lugar insólito. Nos ofrecieron un espejismo y como
tontos creímos que podíamos hacer frente a todo. Pero aun reconociendo esta situación, nuestro error, creo que
aprendimos y que valoramos más las cosas sencillas. Nos han quitado lo material
pero la solidaridad entre los hombres,
ha crecido. La reflexión a la que llegamos es que no se puede volver atrás.
Pero si se puede mejorar, siempre y cuando los bancos, los políticos y los
poderosos (los que no tienen rostro, pero
que están por encima de los gobiernos
y manipulan nuestras vidas, sin presentarse a las elecciones) si ellos
quieren, este virus inventado, llamado crisis, acabará en una probeta. Aislado
en algún lugar recóndito, fuera del alcance de mentes perversas.