Ensañamiento
criminal en Garafía
René Acosta
*
Como
en el resto de Canarias, todo fue un ensañamiento de unos mercenarios por unas
pocas de monedas se vendían entre ellos, como en Garafía, una matanza muy
grande y descontrolada, casualidad que las mejores personas eran perseguidas
como conejos y dándole caza, como si de un juego de roll fuese pero en
realidad. Se aprovecharon de un camión de la marca Dodge americano, pero como
no había carretera para llegar a Santo Domingo de Garafía, lo desarmaron en
Barlovento y trajeron el chasis a hombros con 12 personas, el volquete igual, el
resto de las piezas en bestias, y lo rearmaron en Santo Domingo en la finca en
la que está hoy el taller del ayuntamiento de Garafía. Un poco tiempo más
tarde, como dos años, los Castro también trajeron un camión, según los
comentarios un Ford8, lo desarmaron en Punta Gorda y lo rearmaron en donde mismo
el otro. Pero el camión que les sirvió a los mercenarios fue el Dodge, venían
a Santo Domingo todos desagallados, como fieras fuera de su tino, parece que le
gustaba dejar familias solas sin cabezas de familias.
El municipal de
aquella época comenzó a realizar los trabajos de guardia municipal en marzo
del año 1928. Don Delfín Rodríguez Brito, solo pudo ejercer 8 años de
guardia municipal porque aquellos falangistas de la época se encargaron de
retirarlo de su trabajo, sacándolo de su casa en una noche de agosto de
Don Delfín Rodríguez Brito
Unos
asesinos son escrúpulos, solo maldad y venganza de asesinos. En algunos
documentos que su nieta, Doña Sandra Rodríguez, me ha enviado, se comenta como
a su abuela doña Epifanía la solicitaban cada media hora al cuartel de la
guardia civil, donde la maltrataban e incluso le arrancaron los pelos de sus
partes intimas, le arrastraban por el suelo, así hasta que se cansaron de ella
y se olvidaron, pero a este guardia municipal, Don Delfín, lo llevaron porque
él decía que no se llevaran a nadie que no había gente mala, solo gente
trabajadoras y ¿con qué orden venían a llevarse a las gente por cumplir con
su trabajo? Lo mataron y de sus terrenos que tenía, nada se sabe de ellos,
quien los cogió o donde están. Quizás se lo repartieron entre los mercenarios
de la época, sobre lo que se comentaba que el Cojo de la Liria estaba enterrado
con don Delfín y algunas personas más, es falso porque el Cojo de la Liria
murió en su casa a los 81 años, nació en 1861 y murió en 1942 fue enterrado
en cementerio del Paso donde hoy esta aparcamiento de súper San Martín.
Confirmado por sus nietas, Doña Nena y Doña Montserrat, en 1902 fue el primer
palmero que intentó volar y su nombre es don José Antonio Toledo Pino y era un
gran inventor y prevenía muchas cosas, una persona muy inteligente y no sabía
leer ni escribir.
En
la zona de San Antonio del Monte, se comenta que muchas personas hay enterradas,
por eso en algunas noches se comenta como se ven luces y se entras al monte oirás
lamentos de las personas que fueron asesinadas, aquellas personas que vieron
algo callaron por miedo, pero se debería de hacer un monumento por aquellas
personas que fueron matadas injustamente, gente trabajadoras honradas, que
simplemente no querían saber de la guerra, solo trabajar y alimentar a su
familia. Solo por eso fueron maltratadas, matadas y burladas e incluso obligándoles
a abrir el hoyo mientras los mercenarios con los fusiles en mano se burlaban
mientras estas gente abrían el foso.
Don
Delfín era un guardia municipal que no tenia hora, estaba al servicio de los
vecinos, muy amable, solo tenían por la noche que tocarle la puerta y estaba al
servicio. Quien lo conoció sabe que nunca puso mala cara, siempre de buena
gracia, pero el destino le jugó una mala pasada. Se comenta que una noche salió
en busca de una medicina hasta Tijarafe para una persona mayor toda la noche
caminando y parte del día para llegar con la medicina para la persona que tenía
ataque de meningite, y muchas cosas así.
Este
Artículo no es para hacer venganza ni buscar culpables, solo que sirva de
espejo y para que jamás ocurra semejante ensañamiento, y tenemos que fijarnos
bien toda la sangre que se derramó y las muertes que hubo de poco ha servido,
estamos como antes, todas las muertes quedaron en vano. ¿De qué sirvió la
guerra?; de nada, solo para llenarse los bolsillos quien vende las armas y quien
de pícaro vende la comida 10 veces su valor.
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