Corrupción
pura, dura y generalizada
Cándido Quintana ©
Esos
premios gordos con los que, de forma sorprendente y muy poco creíble, ha
resultado agraciado el ex alcalde Miguel Zerolo, han
tenido su contrapartida en forma de desgracias y pobreza para la cocapital de Canarias, Santa Cruz de Tenerife, a la que por
fortuna ya no rige, pero debe mucho. Estoy hablando del mismo político que
Coalición Canaria, “Canalla” para muchos por este tipo de cosas, ha designado,
con el abominable beneplácito del Partido Socialista y del Partido Popular,
como senador por la Comunidad Autónoma, a pesar de estar judicialmente multi-imputado y de que el Pueblo al que pretende
representar lo rechaza de forma contundente.
Se preguntaban los dirigentes de
Coalición Canaria, tras su reciente debacle electoral, que les había sucedido,
a que obedecía su impresionante pérdida de votos, sin plantearse siquiera de que
pudiera ser consecuencia de mantener en sus listas a personas muy rechazadas,
como Milagros Luís, o de no quitarse de encima a otros, como Miguel Zerolo, que han puesto el buen nombre de Santa Cruz y de
Tenerife en la basura, en la orgánica del reciclado. Y esto no es sólo achacable
a CC, tampoco son ajenos el PSOE y el PP, por cierto partido este último cuya presidenta insular,
Cristina Tavío, pretende subir a los altares a ese
imputadísimo ex alcalde santacrucero, supongo que elevar el rango de nuestra
Ciudad en el Mundo, con toda la mierda que ahora está saliendo oficialmente, o
tal vez como premio a su tan maquiavélica
labor.
Y ¿por qué no son ajenos esos partidos?
Locuras aparte, como la de Tavío, la Trama de Las
Teresitas ya era sobradamente conocida, la información que ahora está aflorando,
tras haber levantado el TSJC el
secreto del sumario, no hace sino confirmar lo que públicamente se esperaba. Y
claro, lo que no se puede hacer desde el Partido Popular y el Partido
Socialista, ante la más que evidente y archí conocida situación, es apoyar,
como apoyaron, la designación de Miguel Zerolo como
Senador por Canarias, porque también era evidente que con ello lo único que pretendía
era blindarse judicialmente, lo mismo que se comenta que perseguía Casimiro
Curbelo, por fortuna puesto en su sitio por Alfredo Pérez Rubalcaba. Esperemos
que estos partidos, que ya saben que actuar a contracorriente minimiza apoyos,
reconsideren el deleznable paso que dieron y le retiren oficialmente su apoyo,
antes de que se constituya de nuevo la Cámara Alta, ¡le darían
una gran alegría al Pueblo de Tenerife!
Son muchas las ocasiones en las que he
hablado de una Justicia bien dotada e independiente, como única salida del
barrizal en el que nos han metido, y es que ante la creciente epidemia corrupta
que nos invade, no hay otras fórmulas. Bueno, si las hay, que los políticos
honestos, supongo que cabreados, pongan el grito en el cielo y sus votos al
margen de la disciplina del partido, cuando este se preste al juego sucio, algo
nada fácil si analizamos lo que viene sucediendo en los últimos años. Previas a
las últimas elecciones, yo y otros les dimos mucho uso a unas camisetas en las
que se podía leer “Yo no voto a imputados, ¿y tú?”, y es que ante una injusta ley electoral poco más podemos hacer. Entre
otras cosas, procede cambiar el sistema de listas cerradas, por aquello de entre
col y col, lechuga, en este caso entre gazapo y gazapo, honesto. Mientras esto no se lleve a efecto, la
Justicia debería prohibir las listas en las que figuren políticos condenados,
procesados o imputados.
Titulo este artículo de opinión “Corrupción pura, dura y generalizada” y
lo hago desde Tenerife, en donde prácticamente ninguna iniciativa u obra pública
que se acomete se queda al margen de la sospecha, por como vienen rodando las
cosas, pero que posteriormente muchas resultan fundadas, como ahora sucede con
la Trama de Las Teresitas. No voy a extenderme haciendo una relación de ellas,
pero si quiero resaltar una por su innecesidad, su inoperatividad, su brutal
impacto ecológico y por la enorme cantidad de dinero público que desvía en
época de vacas flacas. Me estoy refiriendo de nuevo al puerto de Granadilla y a
esos cientos de millones de euros que despilfarra, tan necesarios para cubrir servicios sociales vitales, actualmente
desatendidos por falta de recursos. Y el Gobierno de Canarias, en una clara
actitud de prepotencia, está imponiendo la razón de la fuerza a la fuerza de la
razón, pues todos los argumentos ajustados a la verdad están claramente en
contra del puerto de Granadilla.
Ante una infraestructura altamente
dañina que nunca podrá funcionar de forma mínimamente adecuada, o sea ruinosa,
que no creará empleos y que además derrocha ingentes cantidades de dinero
público, todos tenemos la obligación de actuar, porque nos jugamos demasiado y
porque ese empecinamiento en hacer algo que no se sostiene, que está respaldado
por informes negativos, vuelve a abrir la caja de las sospechas, como de
costumbre. Personalmente, estoy convencido de que tras ella también aflorará
corrupción y que terminará siendo conocida por la Trama del puerto de Granadilla, pero aún podemos evitarlo. Por
ello, desde aquí suplico a los Letrados implicados en la defensa de nuestra
Isla, que acometan de forma altruista, urgentemente para evitar males mayores, las
acciones judiciales que procedan en busca de una suspensión cautelar de la obra, en la seguridad de que la Justicia
terminará dándonos la razón y la dejará sin efecto. Y ya sabemos por
experiencia lo que persiguen con la política de hechos consumados que
frecuentemente utilizan, hacer el daño rápidamente para después alegar que no
paran porque ya no hay nada que perder.
© Integrante de Asamblea por Tenerife