Eduardo
Cubillo:
“Mi
intención es contarte una historia y que no te levantes del sitio”
Redacción/la
Voz de Tenerife
La película ‘Cubillo,
historia de un crimen de Estado’ se sostiene en un profundo trabajo de
documentación que garantiza su veracidad
“Me fui de cañas con el sicario y él me está contando cómo
destripó a mi tío y, por otro lado, yo contento de tener ese testimonio…”.
Mantenerse dentro de esta paradoja, esta “dualidad” ha sido “muy
importante” para el director canario Eduardo Cubillo durante la realización
de Cubillo, historia de un crimen de Estado, el documental en el que relata como
un thriller enmarcado en un escenario de la Guerra Fría el atentado que sufrió
el líder independentista canario Antonio Cubillo, tío suyo, en 1978, cuando se
disponía a presentar ante Naciones Unidas la propuesta de inclusión de
Canarias entre los territorios africanos pendientes de descolonización.
Eduardo Cubillo explicó al público de MiradasDoc la forma en la que abordó la
realización de este documental y el esforzado trabajo que tuvo que hacer para
finalmente conseguir una “película incómoda que se columpia en muchos
abismos”, dijo el director de MiradasDoc, Alejandro Krawietz, durante el
coloquio que siguió a la proyección de la película.
“Estar con un terrorista para hacer un documental y entenderlo es muy duro.
Asimilar lo que te está contando… No puedes posicionarte porque la cagas y te
sale un documental de mierda”, dijo este lunes el joven cineasta tinerfeño en
Festival Internacional de Guía de Isora, donde presentó esta película, que ya
había pasado por el pitching del Mercado de MiradasDoc en 2009. Precisamente,
fue en MiradasDoc donde Eduardo Cubillo conoció al periodista y escritor
argentino Óscar Guisoni, el guionista de una película que acabó convirtiéndose
en “un proyecto de dos”.
Eduardo Cubillo se planteó que quería “formar parte del discurso” de su
película “sin formar parte de la información”, aunque él tiene claro que
quiere “llevar al público a alguna parte”. “Mi intención básica es
contar una historia y que no te levantes del sitio. El montaje, la música, la
fotografía, todo, tenía que conducir a eso”.
Para conseguirlo, el director se planteó dos líneas narrativas paralelas:
“la de la cuestión geoestratégica y la más de abajo, el intento de
asesinato, los chanchullos…, que empieza a surgir un poco después que la
primera línea de relato”.
El principal reto de Eduardo Cubillo habría de ser “conservar la
imparcialidad y mantenerse en el centro”, tal como le avisó el propio
protagonista de la película, que además es “alguien a quien veía todos los
años por Navidad”, subrayó el realizador. “Lo difícil es ponerte en el
medio con el apellido mío, que tienes tú”, dijo Antonio Cubillo que le
advirtió cuando su sobrino le comentó que al fin había encontrado en su
familia el tema que buscaba para su primera película documental.
El dirigente independentista que “llegó a Argelia en 1964 con una maleta y él
solo convenció a todo el mundo sobre la africanidad de Canarias y su
independencia” —tal como lo describe el cineasta—, se muestra satisfecho
con el resultado: “ha tenido la imparcialidad necesaria”.
El realizador confesó que no sabía “nada del atentado antes”, de forma que
empezó lo que se convertiría en una densa labor de documentación releyendo
“un libro de historia de COU”. Su principal interés era la credibilidad:
“tenía que tener muy seguro que todo lo que estuviera en la película fuera
verdad” y en el proceso de investigación asegura que le han contando
“muchas mentiras”.
Por eso para él ha sido tan importante poder presentar testimonios del valor de
la intervención de José Manuel Otero Novas, ex ministro de Presidencia de
Adolfo Suárez en la época del atentado, o el de Heidi Merck, ex ministra de
Justicia de la Baja Sajonia. “Una voz en off puede decir cualquier cosa, pero
que salga un ministro diciendo que Carter mandó un telegrama a Suárez
advirtiendo que Estados Unidos apoyaría a Cubillo si España no entraba en la
OTAN te lo tienes que creer”.
Convencer a Otero Novas no fue fácil; se negó dos veces a participar en el
documental, hasta que Lorenzo Olarte, que fue asesor de Suárez, “lo llamó
por teléfono desde China diciendo que éramos gente seria”. El ex ministro
fue la única persona que participó en el documental que se resguardó de la
posibilidad de una manipulación mediante la firma de un contrato.
El “top ten” de los personajes del documental, según su director, dejó
patente con su intervención que tiene información y que dijo “solo lo que
debía decir”, a pesar de tener tendencia a “hablar mucho”. “Él te
hacer ver que te dice algo, pero no te lo dice, sino que él te da los hechos y
tú sacas las conclusiones”, explicó Eduardo Cubillo.
Entre los otros personajes destacados, el sicario del líder independentista
“llegó solo” al documental, a través de un periodista de El País con el
que este contactó para quejarse de que lo hubiera tratado en un artículo
precisamente con ese calificativo, el de sicario. El encuentro del líder
independentista con el que fue escogido para ser su asesino es uno de los
momentos más intensos del documental.
Próximamente, la película será presentada en Madrid; habrá que ver entonces,
“qué opinan los españoles”, apunta Cubillo, Antonio. “Ahora es otra época”,
dice el otro Cubillo, Eduardo: “no tengo que juzgar a nadie. Que cada uno
saque su visión de aquí, que juzgue quién es el bueno y quién es el malo, si
es que lo hay”.