CONSTRUYENDO LA LIBERTAD DEL FUTURO
Pedro González Cánovas
Tener consciencia de que trabajar para
la independencia es trabajar para el futuro, es tener la responsabilidad de pensar
el futuro.
No me vale quién sólo mira por sus propios intereses o
por el interés económico de unos pocos: no me vale quién no tiene consciencia
de Pueblo y planea el futuro de Canarias haciendo un frío estudio de mercado,
aceptando de antemano un neocolonialismo anunciado. De esta Canarias hay muchas
cosas que cambiar, aparejadas al estatus colonial, pero cuya responsabilidad es
repartida entre la metrópoli y sus compinches en el archipiélago: aquellos
autocalificados de “nacionalistas” que ejercen la política liberal más salvaje
y, por lo tanto, una política que se basa en la explotación de al menos el 80
por ciento del pueblo canario: la clase trabajadora.
Aterradores datos llegan continuamente a un auditorio
cobarde, rendido a los caciques y las políticas de Madrid, que pudiera parecer
indolente, pero que cada vez delinque más y encuentra como único tranquilizante
la muestra de ignorancia política y la pleitesía a la derecha nacional,
colaboracionista del colonialismo, o lo que podríamos calificar de prostitución
política.
Sin embargo, la realidad nos dice que el coste neto
total por trabajador en Canarias, fue de 25 .769 euros durante 2010, la cifra
más baja que la inferior del estado español, que además viene a equivaler a la
media estatal española del 2005.
También el Archipiélago fue quién registró en 2010 los
sueldos más bajos, una media de 18.656 euros (el 71,71 por ciento del coste
laboral bruto); mientras que la media estatal española está en 22.540 euros,
según los datos del Instituto español de Estadística (INE).
Además, el Archipiélago canario tiene la cesta de la compra más cara que la más
encarecida del estado español, que encabeza Navarra, seguida del País Vasco,
Cataluña, y Madrid. Así se desprende de la encuesta anual de precios de
supermercados que realiza cada año la Organización de Consumidores y Usuarios
(OCU).
Todo ello, lo hemos sabido tras la
noticia de que el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió seis décimas en
diciembre en relación al mes anterior, y la tasa interanual escaló hasta el 3%
(2010).
En Canarias, el índice de alimentos
y bebidas no alcohólicas es de 112,4, situándose a 2,6 puntos por encima de la
media del estado colonialista de referencia.
La cuantía de la pensión
media en el archipiélago canario se eleva hasta los 755,99€. Esta cifra está por
debajo de los 806€ que marca la media del conjunto del estado, según datos
publicados por el Instituta Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Por otro lado, según los
indicadores oficiales, a mediados de este año, 331.800 personas estaban sin
empleo en Canarias, lo que supone 14.500 parados más que un año atrás. De este
modo, el archipiélago también registra una subida del paro en tasa interanual
(4,56%). Con lo que la tasa de desempleo alcanza el 29,76 por ciento, lo que
podemos traducir como uno de cada tres canarios sin trabajo.
Según la misma fuente, Canarias
lidera dos de los indicadores más dramáticos dentro del ámbito del
desempleo: los parados de larga duración y lo hogares con todos sus miembros
activos sin trabajo.
De entre “los afortunados”
que pueden trabajar en el archipiélago, predomina el empleo temporal, que
además es el único indicador que crece y que, con la nueva legislación laboral
española, viene a sustituir los ya casi olvidados temporeros, pero quizás con
las peores condiciones. De tal forma, en las empresas de trabajo temporal
ofrecen personal que puedes contratar por horas en el mismo día, que pueden
trabajar meses sin librar ni un día… etc. Y siempre amparados a la legislación
vigente.
Por otro lado, en cuanto a
Educación, Los sucesivos informes PISA sitúan a Canarias a la cola, no ya de
España, sino de la misma OCDE. En el estado español sólo obtienen peores
resultados Ceuta y Melilla. Y ese es futuro que ofrecen los
nacionalistas de derechas que pseudogobiernan el
archipiélago, bajo un yugo colonial que no parece preocuparles demasiado o que
-posiblemente- se les convierte en un espacio político cómodo, para mantener
controlada a la clase trabajadora.
Además, la vivienda en
Canarias es especialmente cara. Según fuentes económicas, esto puede ser debido
a las moratorias urbanísticas y mil regulaciones más, “Canarias está a la cola
de España en materia de vivienda”. “Es el lugar donde más difícil y más caro es
comprar o alquilar una”. Afirma cualquier fuente española. Y, aunque en el primer trimestre de 2011 se produjo
una variación trimestral negativa del índice del precio de la vivienda en las
Isla de 1,8 punto. Aún así, este índice de 92,6 se posiciona por encima de la
media del estado español, enclavada en 86,3.
Es muy difícil sobrevivir en
este archipiélago hoy por hoy, para la gran mayoría, a los que debería de
calificársenos de “afortunados” por conseguirlo. Y lo peor es que tenemos que
ponernos a fabricar un futuro, al margen del que pretende la derecha nacional,
porque los intereses populares difieren mucho que los de la burguesía y los
colonialistas, y lo peor, repito, es que hay muy poca consciencia de ello.
Por eso yo sólo creo en
quienes ejercen de izquierda. Y no puedo creer en quienes llegan gritando por
una “Canarias Libre y Socialista”, pero después explotan al pueblo de lunes a
viernes en sus empresas. Tampoco puedo creer a los que exponen un discurso
interclasista, lo que significa que reconocen la existencia de clases sociales,
pero no les parece que sea importante la diferencia social, posiblemente, así
se ve desde las clases “altas”.
Yo soy de los que cree de
verdad en el esfuerzo y el compromiso de la clase trabajadora con consciencia
política. Yo creo en quienes construimos el socialismo del siglo XXI en
Canarias, cada día, en las empresas, en las asambleas, a pié de calle y sin
faltar al compromiso popular, porque necesitamos la esperanza de una Canarias
mejor que la que puede ofrecer la derecha caciquil del archipiélago y la
burguesía interclasista, un futuro mejor que el de la excolonia dependiente de
poderes económicos por encima del poder político. Un futuro que tenemos que
construir desde ahora con consciencia y responsabilidad, sin perder un minuto,
cada día, porque la izquierda no se piensa: se ejerce en cada momento.
* Miembro de Alternativa Nacionalista
Canaria
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