El Consejo Insular de Aguas

 

Cándido Quintana ©

 

Una página completa le dedica La Opinión de Tenerife, y no sé si algún otro medio escrito más, a las declaraciones, con miedos incluidos, del Consejo Insular de Aguas, que advierte del peligro de dejar sin acabar las obras del Barranco de las Huertas.

 

 Desconozco si esta página es gratuita o pagada, pero de cualquier manera da la sensación, o por lo menos a mí me lo parece, de que se trata de otra argucia más, de esas que afloran en los últimos tiempos desde ciertas instituciones, para tratar de salvar lo insalvable, una deplorable y repudiable manera de actuar de algunos empresarios y políticos de Tenerife. Me estoy refiriendo a la trama de la Playa de Las Teresitas y de todo su entorno, llámese mamotreto, Barranco o Valle de las Huertas, Montaña Morera, Parque Marítimo de Anaga y ese puerto especulativo que no termina de ser desechado, etc., una maraña político-empresarial que nos avergüenza y que nos está arruinando.

 

 Y es que no se puede entender, por muchos esfuerzos que se hagan, como ahora el Consejo Insular de Aguas manifiesta lo que manifiesta, presionando para que terminen unas obras que nunca debieron iniciarse, cuando realmente tendrían que exigir todo lo contrario. En este sentido, ¿entiende alguien que el citado Consejo haya tolerado en su día, callando de forma vergonzosa y peligrosa, que algunos, pónganles nombres y el Ayuntamiento no fue ajeno al disparate sino todo lo contrario, decidieran cambiar la ubicación del Campo de Fútbol de San Andrés a su ahora denunciada dañina situación actual? ¿Quién pagó el campo y por qué? ¿Es que desconocían el estrechamiento que generaba y los graves antecedentes que se han sufrido por cosas como estas? Y esto lo digo sin meter el dedo en la hiriente, oscura y muy peligrosa llaga que creo que más se ajusta a la realidad, quitar un campo de futbol de toda la vida compatible con el entorno, para, dijeron, recuperar su espacio para la ciudadanía, y terminar dando el golpe mortal que dieron, con esa mierda de mamotreto con el que algunos hacían su agosto a costa, precisamente, de esa vilipendiada ciudadanía.

 

 Se echa en falta valentía en las manifestaciones del Consejo de Aguas, que tendría que apostar firmemente y exigir consecuentemente lo que procede, aunque algunos pierdan dinero por ello, que ese Campo de Fútbol desaparezca de su actual peligrosa e insostenible ubicación en la que lo han asentado por beneficios privados, y retorne a su anterior emplazamiento o a otro lugar apropiado en el que no genere riesgos, algo que efectivamente ahora no sucede tal y como denuncia el Consejo. El Consejo sabe perfectamente, a pesar de lo que ciertos interesados alegan, que el mamotreto NO ayuda a mejorar la seguridad en la desembocadura del Barranco. Todo lo contrario, y esto lo digo yo, abriría mayores expectativas de posibles percances, al pretender que sirva de sostén, en -plena playa-, de un importante y pesado viario, que abriría un abanico de riesgos añadidos por contaminación y por posibles caídas de vehículos. Hay antecedentes al respecto en las cercanías del Pueblo de San Andrés, en la carretera que viene de Santa Cruz, bastante más amplia, con graves consecuencias.

 

 Señores del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, por favor, congruencia y mayor valentía, fuera el mamotreto, fuera el campo de fútbol y NO a superpoblar San Andrés en el tan peligroso lugar que algunos pretenden en su exclusivo beneficio. Estos son los pilares básicos para que esa seguridad que ustedes reclaman se haga realidad de una vez por todas. De esta manera sí que ayudarían a contener todos esos riegos que denuncian y no exigiendo la ejecución de las peligrosas obras de encauzamiento del Barranco de las Huertas, que no proceden ni se sostienen. Dejen en paz a los vecinos titulares de las parcelas y pónganles nombres a los verdaderos culpables de este desaguisado, que TODOS conocemos quiénes son. Así disiparían cualquier sensación de posible colaboración con quienes no se las merecen, que son los mismos que han vilipendiado el buen nombre de Tenerife y quebrado nuestras ARCAS PÚBLICAS. Muchas gracias.

 

 ©