Una conquista fatua

 

Francisco R. González Alonso *

El eco periodístico sobre la existencia de petróleo en las aguas entre las Islas Canarias y Marruecos es del conocimiento hace ya muchos años de la diáspora canaria, no de nuestro pueblo canario, que lo tienen adormecido, sin poder ver más allá de sus narices lo que está ocurriendo bajo bastidores políticos, con la anuencia de los representantes del Gobierno autónomo de Canarias, que se han erguido hipócritamente como defensores de un falso y cínico nacionalismo, que algún día se arrepentirán de haberse prestado a tal infamia política.

Tal hallazgo petrolero próximo a las costas de nuestras islas orientales (Lanzarote y Fuerteventura) ha despertado, una vez más, la codicia insaciable del poder central español, de extraerlo en connivencia con la monarquía marroquí, donde tiene grandes inversiones, y desgraciadamente con el Gobierno autónomo de Canarias.

Nuestros ideales y legítimos derechos a la independencia, una vez más, serán negados, dada la inmensa riqueza que representa para el poder colonial español la existencia de petróleo bajo nuestros fondos marinos, que para su extracción ya tiene establecido tratados internacionales a espaldas del pueblo canario.

Todo esto está ocurriendo ante la mirada indiferente de nuestro pueblo canario, que se siente coaccionado para ejercer sus derechos de libertad, ante la desfachatez de un Gobierno autónomo entregado incondicionalmente al poder central español, que le importa un bledo lo que puedan pensar los canarios, ya que tanto el Parlamento como los Cabildos comparten la política de oídos sordos, para actuar de acuerdo a los intereses de ciertos y determinados dividendos que disfrutan en comandita.

Al no estar delimitadas nuestras aguas marinas internacionales, por no ser las Islas Canarias un Estado soberano, España continuará explotando nuestras riquezas a su antojo, como hasta ahora lo ha estado haciendo con todos nuestros recursos económicos, desde que fuimos conquistados, a espaldas de nuestro pueblo, que permanece colonizado, sin poder actuar en defensa de lo que le pertenece.

Los canarios que vivimos en la diáspora y hemos tenido la oportunidad de conocer la libertad de acción para superarnos, vemos con mucha preocupación la nefasta declaración del presidente del Gobierno autónomo de Canarias, don Paulino Rivero Baute, al manifestar que ha sido una gran "conquista histórica" para los canarios, a los treinta años de democracia, haberse proclamado una ley que legisla los espacios marinos interinsulares, y no hace referencia a la obligación que tiene España de reclamar su soberanía marítima a Marruecos, por ser Canarias un territorio colonial, y a nuestro Gobierno autónomo le aplicamos el decir: "Ni lava ni presta la lavatea" a nuestro paupérrimo pueblo canario.

Lamentablemente, no cabe duda de que tales declaraciones de don Paulino Rivero Baute han sido emitidas a los miles de españoles residenciados en las Islas Canarias, que se congratulan con todas las disposiciones gubernamentales del poder central español que nos coloniza. Salvo excepciones, los canarios bajo su indolencia política no han reaccionado como debieran hacerlo, reclamando a viva voz y con todo el ímpetu de su sentir isleño las interesadas declaraciones políticas del presidente autónomo de Canarias al referirse a la "conquista histórica durante la democracia", la cual califico de "fatua", como si el pueblo canario fuese pendejo que no entiende sus intencionadas maquinaciones políticas. No, Sr. presidente, nuestro pueblo no reacciona a sus osadas declaraciones porque las considera necias desde todo punto de vista. Por otra parte, sabemos muy bien que usted lo que ha intentado con sus declaraciones es maquillar sus frustraciones políticas como gobernante, al verse involucrado con el poder central español con decisiones delirantes de su libre albedrío que han perjudicado muchísimo a nuestros pueblos insulares canarios.

Sus maquiavélicas declaraciones sobre la delimitación de las aguas marinas interinsulares son gratamente recibidas solamente por sus acólitos políticos, que le hacen la corte incondicionalmente interesada; la mayoría del pueblo canario las considera fatuas, propias de un espíritu engreído y al mismo tiempo inepto.

Señor presidente del Gobierno autónomo de Canarias, con el debido respeto a su alta jerarquía le digo: usted se ha prestado a representar en lo político a un tonto útil, que sabemos que no lo es, ante el Gobierno central español, y eso significa complacencia con el poder colonial. Si usted no sabe defender nuestra identidad e integridad canaria, renuncie, no nos haga más daño. Nuestros pueblos insulares no merecen ni aceptan más sus intrascendentes lucubraciones políticas, que en nada benefician a Canarias, solo al poder central español, que persiste en seguir explotando nuestras riquezas naturales. Ahora se trata del petróleo, que tal vez nos lleve a una hecatombe ecológica si se produce algún derrame.

Si no hay más alternativas que la explotación petrolera, que no sea el poder central español el que decida realizarlas. Es solo el pueblo canario, no los residenciados en Canarias, el que debe decidir mediante referéndum si le conviene o no iniciar la explotación petrolera en estos momentos. Creo que es digno que tal decisión se genere por voluntad de los canarios cuando disfruten de su soberanía. No más explotación de nuestras riquezas, ya se han llevado bastante, déjenos al menos ese recurso que solo nos pertenece a los canarios. De llevarse a cabo la extracción petrolera por la compañía española Repsol, sus beneficiarios serían el poder colonial español, que nos ha explotado de forma inmisericorde, las diversas compañías que financien la explotación y subcontratistas, que, por supuesto, no van a ser canarias, sino de la mal llamada "Madre Patria", calificativo generado por sus malos gobernantes.

Desde la diáspora que aprecia un infinito horizonte de bienestar para Canarias cuando sea independiente les recomendamos que defienda el patrimonio canario, únanse en un solo bloque unitario en defensa de nuestra soberanía canaria, no más colonialismo, hagamos presente nuestro pundonor, o la debacle nos destruirá. ¡Canarios!, despierten y háganse respetar democráticamente. No más humillaciones y luchemos por una Canarias libre y soberana.

 

franciscoteide@cantv.net

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