Conjeturas de intimidación
Francisco
R. González Alonso
Nuestra amplia
generosidad nos permite manifestar, con todo el sentir canario, a los españoles
que disfrutan de nuestra hospitalidad que compartan nuestros ideales de
libertad por estar seguros de un futuro mejor al ser libres, pues nuestras
riquezas son inmensas, al tomar en cuenta muchos aspectos, entre ellos la
situación geográfica, el clima, recursos termodinámicos, petroleros, eólicos,
industriales, agropecuarios, tráfico aéreo, marítimo y el inmenso dividendo que
genera el turismo. Todos esos factores de nuestra economía brindarán el
bienestar que hasta la fecha el poder central español ha impedido, por seguir
siendo tratados como un territorio extraperiférico
colonial.
Los enemigos de
nuestra independencia siempre están manifestando conjeturas de intimidación a
nuestro pueblo humilde para frenar su liberación política, por no tener los
conocimientos que deberían asimilar en las aulas, sobre una de las asignaturas
tan necesarias para la formación ciudadana como es la formación social, moral y
cívica. Su desconocimiento lo impulsa a expresar irreflexivamente juicios de
intimidación sembrados por el poder omnímodo español como: "Si nos
independizamos, Marruecos nos invade"; esta conjetura ha sido inculcada
políticamente desde hace tiempo, no con temor, sino con terror en nuestra gente
humilde, que desconoce lo que representa la Organización Mundial de las
Naciones Unidas (ONU), para hacer respetar la independencia de cualquier país
por pequeño que sea. Otra intimidación sembrada en nuestro pueblo humilde es
hacernos ver que moriríamos de hambre y formulan interrogantes como "¿de
qué vamos a vivir?", como si el poder central español nos diera de comer,
cuando es todo lo contrario.
Para los que dicen
"¿de qué vamos a vivir?" yo les planteo: el gofio, las hortalizas, el
pescado, el conejo en salmorejo, la carne de cabra y de cochino, las papas
arrugadas, el buen vino malvasía que producimos (ponderado por el gran
novelista francés Julio Verne, en su obra "Veinte mil leguas de viaje
submarino"), el queso y los diversos mojos, etc. ¿Cómo los adquieren? ¿Se
los regala el poder central español o los adquieren con el sudor constante en
vuestra frente trabajando? La Metrópolis, madrileña no da nada, todo lo
contrario, se lleva grandes dividendos del quehacer diario de nuestra gente, de
los cuales solo recibimos el 37%. Estamos soportando, desde hace siglos, un
régimen colonial parasitario que persiste continuamente en desconocer nuestro
derecho a ser independientes.
Yo no he olvidado a
mis 81 años las penurias sufridas después de la Guerra Civil española. Guerra
generada por la testarudez y ansias de poder de militares y políticos españoles
inescrupulosos que arruinaron al Estado español, que aún nos tiene colonizados,
y que nuestra gente isleña fue obligada a intervenir en dicha lucha fratricida,
que costó la vida a casi dos millones de españoles y a miles de canarios, que
tuvieron que morir defendiendo a la nación que nos tiene sometidos.
Hoy día nuestra gente
insular canaria está sufriendo otros males derivados precisamente del sistema
colonial que nos embarga. Observamos cómo la familia canaria es víctima de una
descomposición de sus valores morales, por el consumo de drogas que proliferan
en todos los estratos sociales sin la debida vigilancia de las autoridades respectivas,
con un dejar hacer que ya no hay familia que no esté sufriendo del marasmo
contagioso de las drogas.
Una de mis grandes
angustias como canario es saber que en Canarias la moral ciudadana está en tela
de juicio, y día que pasa se acentúa más el consumo de las drogas, que tiene
envilecida a gran parte de la juventud canaria y a quienes no son jóvenes
también. Miles de matrimonios han sido destruidos por las drogas, y sus hijos
recibiendo una mala educación a raíz de la drogadicción generalizada, pues las
drogas proliferan en los centros de enseñanza, tanto entre el gremio docente
como en los educandos, salvo excepciones que si las hay y muy respetables.
¿Qué futuro tiene
Canarias bajo el cuadro desolador en que vive una gran parte de su población?
No me queda duda de que dejar a la buena, no de Dios, sino del espíritu del
mal, el consumo libre de las drogas que hay en Canarias, tiene que tener no
solo una finalidad mercantilista, sino también política. Esa actitud indolente
que se observa tanto en las autoridades, para impedir el consumo libre de las
drogas, como por parte de la juventud canaria, que día a día se contagia más,
es el mejor de los estados subconsientes para
mantener distraída las mentes de jóvenes perturbados, que les imposibilita
razonar lógicamente, manteniéndolos indiferentes ante la imperiosa necesidad de
reaccionar contra ese mundo putrefacto de los explotadores del ser humano, que
los han convertido en piltrafas deshumanizadas.
Al parecer por lo que
se observa, la droga ha pasado a ser un factor de poder político por los
dividendos que genera, y esa es la principal razón de quienes sustentan el
poder político en Canarias, al no castigar con todo el peso de la ley a los que
trafican con drogas, justificando así hacerse la vista gorda, como si nada
pasara, permitiendo el consumo libre de las drogas, lamentablemente.
Además de la expresión
"divide y vencerás" por parte del todopoderoso poder central español,
al constatar la terrible descomposición moral de los jóvenes, no dudo de que
las rémoras políticas del pasado y presente que nos han gobernado (salvo
excepciones), que han perdido la conciencia y responsabilidad política, se
presten a auspiciar el consumo de las drogas para que nuestros jóvenes, que
deben ser la esperanza renovadora de una vida mejor, estén siempre
hipertrofiados mentalmente para así tenerlos subyugados, sin poder despertar de
su sueño drogadicto, triste y cruda realidad que viven miles de nuestros
jóvenes. Por lo tanto, compatriotas allende el océano Atlántico de nuestras
queridas e inolvidables Islas Canarias, insisto en que despierten de esa
modorra que nos ata al deshumanizado y perenne coloniaje español.
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