¡Porque hay que apostar por el Congreso creado en el año 1984,
al retorno de Antonio Cubillo!
¿Por qué no?, su puesta a punto, su refundación, cuando es la herramienta que necesitamos, para abarcar todas las facciones y tendencias del nacionalismo, para defender lo que simboliza nuestra bandera y reivindicar un nuevo y mejor trato con la UE, para que se nos tenga en cuenta. Demos una respuesta clara, a nuestra demanda de ciudadanía canaria, para asegurar tranquilidad en la vida futura, como lo han hecho, el:
Indian National Congress INC, partido político de la India, creado en 1885, en Bombay, su política era darle voz a las clases más bajas, las menos favorecidas de la sociedad, poniendo en práctica su táctica de resistencia pasiva, bajo el liderazgo de Gandhi, se hace el principal partido de la nación, logrando la independencia de la India en 1947, después de superar un periodo de autonomía, y gobierna ininterrumpidamente durante 30 años.
African National Congress ANC, organización política, de la República de Sudáfrica, fundada en el año 1912, para defender los derechos de la población negra, que le negaba la política del apartheid, su derecho a voto. En el año 1960 fue ilegalizado por querer subvertir el orden establecido de primacía blanca. A partir de entonces empieza a prepararse para la lucha armada, llevando a cabo acciones de sabotaje y movilizaciones contra la política que discriminaba a la población negra. En 1964 es condenado a cadena perpetua su dirección, entre los que estaba Nelson Mandela. La presión interior e internacional hizo que 27 años después, en 1990 el nuevo presidente del país F. de Kekler, aceptara liberarlos, una vez que el Congreso Nacional Africano acordara superar la lucha armada y continuar con la política de resistencia pasiva, al siguiente año Nelson Mandela fue proclamado presidente del partido. En 1994 se celebraron las primeras elecciones multirraciales donde sería elegido Presidente de la nación.
En 1984, se funda el Congreso Nacional de Canarias CNC, una organización modesta creada en Santa Cruz de Tenerife, legalizada, bajo el liderazgo de Antonio Cubillo, para sustituir de forma democrática los propósitos, de declarar la independencia, que tenía el Movimiento de Liberación Nacional Canario, MPAIAC, creado por el mismo en la ciudad de Argel, desde donde se emitía la voz de Canarias Libre, no le habían dejado otra opción que hacer propaganda armada. Expresión en defensa de los intereses obreros, campesinos y clase media canaria, pretendía ir más allá de lo que prometía y aprobaba la nueva Constitución Española de 1977, unos Estatutos de Autonomía que daban derechos mínimos a los canarios para participar en la administración de su país, eso sí, bajo la dominación española, ignorando el derecho propio a decidir, reconocido, en la Carta de los Derechos Humanos, a aplicar a todos los pueblos. Máximo exponente de la subversión al orden colonial insensible, que mantiene al pueblo rendido, dependiente y vasallo.
Antonio Cubillo, recogería el ideal secundinista, se las prometía, cuando alzo al pueblo canario con la intención de que interviniera la ONU, en nuestro favor, obligando a España a descolonizarnos como había hecho con Guinea Ecuatorial, y otras metrópolis con sus territorios ocupados, internacionalizando la demanda de independencia, pero el atentado criminal que sufrió a manos de mercenarios al servicio de los intereses de España, fue lo que la frustró y con ella, el nacionalismo comprometido, coherente y consecuente que más tarde desvirtuaría Coalición Canaria. A raíz del atentado su carácter se volvió agrio, desconfiado y autoritario, le faltaría capacidad en ceder y compartir responsabilidades, causa que dispersaría a la militancia, surgiendo una serie frentes y pequeños partidos, divisiones que harían perder operatividad al nacionalismo: el Moligua, el Praic, el Partido de la Revolución Canaria, el Partido de los Trabajadores Canarios, el Frepic Awuañach, el Partido de la Construcción Comunista Canaria, Asamblea Nacionalista Canaria, el Partido Nacionalista Canario, Alternativa Nacionalista Canaria, Partido Patriótico Canario, el Congreso Nacional de Canarias que el mismo presidiría en busca de la unidad que no facilitó, etc.
Ninguno ha podido ser relevante y ha llevado al desánimo nuestra confrontación y olvido de las políticas sociales, convirtiéndonos en nuestros propios enemigos, muletas de una aparente “democracia”. Debemos incidir en la unidad nacional, con explicita prohibición de los partidos políticos no canarios, PP-PSOE, solo se tendrán que cambiar su nombre y actitud. El Congreso ha sido incapaz, en su última etapa, al virar y escorarse hacia el abismo autoritario y militante del MPAIAC-CNC, sin tener en cuenta la variedad de matices a considerar, totalmente desorientado y aislado, se ha acorralado el mismo, se incapacitó para moverse y negociar, eso es, para hacer política…, cavando su propia tumba con la demagogia de la resolución 15/14, aplicable solo a territorios reconocidos como autónomos por los organismos internacionales, no a las autonomías de los Estados, reivindicación que alentaban desde el periódico El Día, por eso, hay que abrir las puertas a otras organizaciones, a la dialéctica, refrescar la política participativa y de resistencia pasiva, que no bondadosa y bonachona, haciendo el bobo, perdonando el abuso, en lugar de combatirlo y denunciarlo.
Todos los colectivos sociales han de implicarse y no quedar al margen: superando la retórica y demagogia, pasando de la teoría a la práctica: de la resistencia pasiva, solidarizándonos, desobedeciendo, retirando la correspondencia al status actual, la sujeción, la subordinación al orden establecido, oponiéndonos, resistiendo colectivamente, revelando nuestro inconformismo, desde el momento que se lance el aviso, la señal, pues existe un gran malestar social y una crisis estructural, profunda, que nos arrebata toda perspectiva de futuro que solo aseguraría la rebelión popular porque no acepta el destino, falto de ciudadanía canaria, que está prefijado.
La refundación del Congreso, se hace vital, donde tienen cabida todos los partidos, que han aceptado la bandera de las siete estrellas verdes y su significado, para ser una verdadera opción de gobierno, yendo más allá de ser antisistema o anticapitalista, u otras etiquetas de radicalismo que suenan bien, pero quienes consiguen cambiar las cosas, en verdad, son aquellos que se preparan para ser la alternativa democrática.
Necesitamos un gran partido que defienda al conjunto de la población, superando los conceptos por los que luchamos en el pasado. Pongamos las bases para construir la Macaronesia, región natural a la que pertenecemos, desde un autogobierno capaz de negociar con la UE, en mejores posiciones de fuerza, haciendo respetar nuestra identidad de archipiélago atlántico, es el único camino de desarrollo en la era de la globalización porque la situación global ha cambiado. Nuestras viejas respuestas han quedado anticuadas, estancadas la táctica y estrategia, de luchas pasadas, que han sido irrelevantes a la hora de aglutinar al pueblo para reclamar el derecho a decidir.
¿Podemos abrir un proceso de empoderamiento?, ¡Sí!, si practicamos transparencia en este IV Congreso que se avecina, para desarrollar los objetivos a corto, medio y largo plazo, un procedimiento claro de empujar y llevarlos a cabo. La falta de hechos y de política hace que tenga sentido de urgencia la búsqueda de resultados por todos, es nuestra responsabilidad actuar, pues no somos espectadores, es nuestra obligación ponernos a flote, gestionar la estructura de la organización de personas y profesionales que le hablen claro a la gente, no se debe decir cosas que luego no podemos cumplir, eso es lo primero.
Restañemos las heridas para reconstruir el partido necesario, reflexionemos, en torno, a: ser dependentista o rebelarte y, después, entre tener relaciones ventajosas con la UE, por el artículo 299.3, o las desventajosas del 299.2, por carencia de comprensión, de las políticas a aplicar, de oportunistas parasitarios, que nos destruye y culpabiliza de la situación de la que somos víctimas.
¡Ver, VI Congreso Nacional de Canarias www.elcanario.net
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artículos de Jaime Afonso Díaz