Padre
Báez
Lo
prometido es deuda. Les tengo que comentar, lo de la jornada de ayer[08-04-2012]
siguiendo las huellas de nuestros antepasados. Antes de nada, decirles que
tuvimos como acompañantes a parejas de novios, madres, padres, hijos,
matrimonios, niños, jóvenes, adultos, mayores, etc., y que comenzamos por unas
cuatro puertas distintas a las Cuatro Puertas conocidas (hay otras tantas),
donde la abundancia de cerámica era casi pisar trozos de forma continua y
constante en el entorno, luego entramos en el complejo mayor de la arqueología
donde los edificios distintos, pasaban por un recinto grandioso, donde
posiblemente el Sábor del guanartemato de Telde, con habitaciones previas, y
seguidas de la mayor, otras tantas dependencias enormes, donde la altura
superaba tres cuerpos de un hombre, donde las dependencias dentro de un
gigantesco y enorme edificio paralelas, y de fondo; con otras enormes y
grandiosas edificaciones, cuales mansiones de personajes importantes, como
guanarteme, faycán, guaire, etc., y el lugar sagrado de las harimaguadas, con
las dependencias para las jóvenes cuidadas por ellas, y donde tantísima
población, los enormes almacenes-graneros-silos, que asombran pos su número y
dimensiones; también en el complejo está el panteón funerario donde los túmulos
en el interior del recinto propio, con otras dependencias en dos plantas
superpuestas, con nuevas y más habitaciones enormes en tamaño, amplitud,
profundidad y altura, todo ello con pasillos intercomunicados, y en las puertas
de un lugar a otro, las ranuras para el cierre y puertas, sin que faltara la
brea, y los hoyos para los maderos divisionales del espacio, y otros más pequeños
en paredes, con techos planos unos, con bóveda otros y de cañón los terceros.
Pero
no acaba ahí la visita a monumentos unidos de grandeza tanta -dependencias para
más de doscientas personas en asambleas o reunidos, cuales salones palaciegos
de dudosa utilidad y servicios o funciones, que en el entorno las cuevas mil,
con pasillos interiores repetidos fuera, pero cercano al lugar central
comunicado con otros puntos estratégicos, y un sistema de recogidas de aguas
que nos llevó hasta tres aljibes de dimensiones gigantescas, donde las aguas
canalizadas por sendas acequias o canales hechos por los guanches, y así
asegurarse el agua en verano o en épocas de sequía, y para proveer del líquido
elemento a tal población, que por el número de cuevas diseminadas por el
entorno, en número casi incontable, y que de tantas, la visita obligada a unas
pocas de ellas para apreciar las características, y el asombro magno al
comprobar las enormes piedras, normales ser movidas por modernos tractores y
saber que fueron manos humanas las que las colocaban en una urdimbre y trabazón
propia de arquitectos más que refinados y conocedores de técnicas propias de
los hombres más inteligentes del mundo, al mostrarnos entradas a poblados
ocultos a la vista del público por aparecer, y a cuyos misterios nos asomamos
con la lección de usos y costumbres, que hacen
el día sea espléndido donde la comida sobria y compartida, deprisa y
sin reposos, para dar con los grabados, y todo ello en un tiempo record, al
pasar con cierta brevedad por tantos lugares distintos y no distantes, ocupando
cantidad de metros longitudinalmente y adentrándose en las entrañas de la
tierra, difícil de expresar y que dicho queda, con la premura de una crónica,
para cumplir con lo prometido.
Solo
la pena de la caída de la tarde, donde no faltó el pastor que nos ofreciera
leche con gofio, calentita al pasar de la ubre de las cabras a
nuestros estómagos como el mejor refrigerio; y, la pena de acabar, pero
con la ilusión de saber que la próxima salida está cerca.
Crece
el grupo, y así: venidos de distintos y distantes lugares: Agüimes,
Valsequillo, Telde, Las Palmas de G. C., San Mateo, Teror, Fontanales, etc.
Lo
ayer explicado y comentado, las preguntas y respuestas, más las imágenes inéditas
de lo nunca visto, llenaría un grueso tomo con cuanto hay por descubrir y las
razones que lo ocultan o esconde, privando al pueblo de sus raíces y señas de
identidad.
Resumen:
Se
trata de un conjunto de edificios de diversas índoles (social, político,
religioso, económico, administrativo, residencial, central, etc.), que
evidencian una organización de funciones y actividad complementaria muy
compleja, y que evidencian una vida como la actual, o mejor aún, dada las
dimensiones y distribución de tantos aspectos diferentes y en perfecta armonía
y orden jerárquico.