¿En qué piensa usted, don Paulino?
Ayer comentábamos[1]
el contrasentido que supone para Canarias el que los jóvenes con formación superior
tengan que emigrar para conseguir trabajo después de los esfuerzos, y en muchos
casos sacrificios, realizados por sus familias para que pudieran ir a la
Universidad, y también después de lo que ha tenido que gastar el Gobierno
regional en su preparación. Un dinero, lo recordábamos en nuestro comentario,
que ha salido del bolsillo de los ciudadanos. Desgraciadamente, hoy tenemos
otro motivo similar para seguir echándonos las manos a la cabeza: 4.742
canarios han optado por buscar un futuro laboral como maestros fuera de su
tierra ante la suspensión de las oposiciones en el Archipiélago.
¿En manos de quién
están estas Islas?, nos preguntamos alarmados. Don Paulino, dimita usted si no
puede arreglar esta situación. Dimita usted y también sus quíqueres
en Madrid, pero Canarias y los canarios no pueden seguir así. ¿Al fondo de qué
profundo pozo han llegado estas Islas? ¿Y por qué, don Paulino? ¿Por qué
estamos así? Pues por nuestra dependencia colonial. Porque la nación española
no quiere que prospere su finca colonial. Su Gobierno no convoca oposiciones
porque las plazas en litigio las ocuparían maestros foráneos. Y en lugar de dar
los pasos necesarios para constituir la nación canaria, se conforma el Gobierno
regional, es decir, se conforma su presidente nacionalista y todos sus
consejeros nacionalistas, con no sacar esas plazas a concurso. ¿Les parece a
ustedes, apreciados lectores, que esto es el auténtico nacionalismo? ¿No es más
fácil ser una nación con Estado y establecer que aquí enseñan, ante todo, los
maestros canarios?
¿Cómo puede una
coalición que se autoproclama nacionalista permitir que la Metrópoli española
siga exprimiendo al máximo la colonia canaria? Con qué pasividad -ande yo
caliente, ríase la gente- contemplan estos nacionalistas bolsilleros políticos
como nos sacan a los canarios hasta la última gota de jugo, como si fuésemos
limones a los que se exprime y luego se tira a la basura. Cómo mama el godo de
la teta canaria. Y la quícara
-y el quíquere- tirándose al suelo a los pies de
Zapatero para que se limpie los zapatos en ellos como si fueran felpudos. Un
Zapatero que ahora está de guerrero por Libia para congraciarse con Sarkozy, aunque el presidente francés lo desprecia, al
igual que lo hace la canciller alemana y todos los líderes europeos. A Zapatero
le dan de lado todo menos los quíqueres, la
presidenta de CC -doña Claudina Morales- y el presidente del Gobierno
autonómico, don Paulino Rivero. En Europa no le hacen caso a Zapatero, como
decimos, porque se han dado cuenta de que miente más que habla, pero a los de
aquí los sigue engañando un engañabobos. Aunque en realidad no sólo engaña a
los canarios, sino también a todos los españoles porque su caradura es
tremenda.
En definitiva, los
jóvenes y los profesores a buscar trabajo fuera, las listas de espera en
sanidad creciendo, el fracaso escolar igual que siempre, las colas del hambre
cada vez más largas y don Paulino sin pedir la independencia, que sería el
comienzo del fin de todos los males canarios. Como colonia de España no pasamos
de la categoría de un país tercermundista, en el que la gente todavía se viste
y se arregla porque tiene estilo, pero pronto de nada servirá el estilo porque
hasta el dinero se está acabando. Además, en cualquier momento pueden
producirse brotes violentos. No hay mucha distancia entre Marruecos y Canarias.
Tampoco es tanta la distancia ideológica entre Túnez o Egipto y nosotros; nos
referimos al malestar de los habitantes por las injusticias que cometen los
políticos. Si en las Islas no se ha producido todavía una explosión popular es
porque los canarios son más pacíficos que los ciudadanos de esos países, hoy
alzados en armas.
Y el presidente del
Gobierno de Canarias, insistimos, de brazos cruzados. No le pedimos que repase
la lista de sus consejeros porque ya no queda tiempo para cambios en el
Gobierno, pero sí que piense con detenimiento -reflexionar es muy sano- a
quiénes va a incluir en las listas electorales, que para más inri volverán a ser listas cerradas. Ya conocemos a dos o
tres nombres incluidos a priori en ellas. Políticos que son de pura vergüenza.
Por eso le pedimos un acto de responsabilidad a los electores, al pueblo en
general, para que otros nacionalistas entren en el Parlamento aunque sea por la
puerta estrecha. Nacionalistas más puros que los actuales. Políticos patriotas
por los que ponemos la mano en el fuego. Hombres y mujeres que se comporten en
Canarias, en Madrid y en donde haga falta como auténticos gallos de pelea y
auténticas quícaras que cacareen nuestra libertad.
¿Por qué somos
súbditos de España? ¿Por qué tienen que seguir los canarios con la desgracia
tan tremenda de ser una colonia española? ¿Por qué tenemos que seguir
consintiendo que nuestros recursos se los mame España y la corrupción política,
tanto la española como la canaria?
Comentario de El Día, 31-03-2011
[1]Comentario El
Día, 30-03-2011