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Borja Rubio
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[…Coalición
Canaria tiene claro su modelo, siempre lo tuvo claro: lo poco que tiene de turístico
es para enriquecer a una minoría hotelera ocupadora de suelo, extractora de
capitales, potenciadora del turismo de masas y devoradora de productos
vendibles….]
Traición del subconsciente, rayo de lucidez, enajenación momentánea…,
se desconocen los motivos que impulsaron a Fernando Clavijo a decir, en una
entrevista que le hizo Txema Santana allá
por julio del año pasado, que hacía falta limitar el número de turistas en
las Islas Canarias.
El
titular corrió de red social en red social, casi a tanta velocidad como las
rectificaciones del Presidente, y les reconozco que en aquel entonces, una parte
de mí, supongo que emocional, inocente, se resistía a creer que el debate
sobre el modelo turístico canario en las instituciones canarias fuera a durar
lo que tardó en llegar a la oreja de Clavijo el tirón de ya saben ustedes quién:
los que pagan las campañas, los que no se presentan a las elecciones, los
detentadores del verdadero poder.
Coalición
Canaria, la Coalición Canaria que nos ha llevado en volandas a este sistema
económico debilitado, subdesarrollado, la del discurso pedigüeño y victimista
de la ultraperificidad (ahora sorprendentemente asumido de buen grado por todas
las fuerzas políticas parlamentarias), la misma Coalición Canaria que dice
estar dispuesto a gobernar con quien sea en el Estado, la genuflexa a Soria y al
Rey. La Coalición Canaria que no se entera de nada de lo que está pasando, que
se está abriendo el melón del encaje territorial y su única diputada en el
Parlamento español se dedica a dar palos de ciego entre artículos dando
lecciones de ética política, críticas al nacionalismo (?), y remarcando su
alergia a la política más allá del bipartidismo.
Esa
Coalición Canaria, nunca ha dudado de cuál es el modelo que quiere para
Canarias, y el
otro día en Fitur Fernando
Clavijo reforzó la línea que han venido desarrollando en las instituciones
canarias prácticamente desde su existencia como organización.
Que
el actual sistema económico solo reparta enormes riquezas a una parte muy
minoritaria de la población canaria y que al resto solo le de empleo precario,
unas tasas de desempleo escandalosas, cuantiosos problemas medioambientales,
datos de pobreza alarmantes, corrupción institucional, etc… es un hecho para
Coalición no muy significante.
Al
menos, en primer lugar, es una realidad sobre la que, según ellos, no merece la
pena legislar, ni regular, en todo caso se puede recomendar
al lobby hotelero que
haga lo que pueda, y que ya, en todo caso, se encargue la mano invisible del
mercado.
Y
en segundo lugar, en caso de intervenir, que sea para liberalizar suelo,
eliminar “la maraña legal”, finalizar la moratoria, y facilitar la
implantación de más hoteles; que estas medidas, a juicio de Coalición, son
las causantes de la situación tan crítica que viven las Islas Canarias.
Así
como la Federación
de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas o
la Confederación
Canaria de Empresarios (CCE), Coalición Canaria tiene claro su
modelo, siempre lo tuvo claro: lo poco que tiene de turístico es para
enriquecer a una minoría hotelera ocupadora de suelo, extractora de capitales,
potenciadora del turismo de masas y devoradora de productos vendibles.
Y
lo mucho que tiene de especulativo pasa por volver a la construcción, la
especulación inmobiliaria, a la sobresaturación de las costas canarias, y a la
vorágine de las camas hoteleras.
Nació
en la Isla de Lanzarote. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la
Universidad de Granada (España). Es concejal de Somos Lanzarote en el
Ayuntamiento de Arrecife. Disfruta reflexionando sobre su tierra, y construyendo
con trabajo y dedicación unas Islas Canarias con futuro.