Clavijo, además de genuflexo, embustero y tolete
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[...Los montes de Canarias están, como se ha demostrado en La Palma, a merced del primer chafalmejas que llegue y le prenda fuego a un pedazo de papel higiénico. Inermes ante una simplonería imposible de prever ni de impedir. Y no puede tolerarse que ese fuego inconsciente llegue a las dimensiones que ha llegado, simplemente, porque los montes están abandonados y descuidados. Montañas de pinillo sin remover, grandes extensiones de terreno en los que no vive ni cultiva nadie. Y porque hay que esperar que lleguen los medios de extinción de otras islas o de la madrastra España, cuando ya el incendio se ha extendido...]
Este agosto se acumulan los momentos en que el angelical Clavijo demuestra, además de su sumisión genuflexa a los poderes económicos a quienes tanto debe, su incompetencia toleta y su cinismo embustero
En la fogalera asfixiante de este agosto se acumulan los momentos en que el angelical Clavijo demuestra su incompetencia toleta y su cinismo embustero., además de su sumisión genuflexa a los poderes económicos a quienes tanto debe.
El genuflexo Clavijo, siguiendo la maña de sus antecesores Adán y Paulino, ha abandonado el territorio y el medio ambiente de las islas, anquilosando al sector primario y restando medios para la previsión y protección.
Los montes de Canarias están, como se ha demostrado en La Palma, a merced del primer chafalmejas que llegue y le prenda fuego a un pedazo de papel higiénico. Inermes ante una simplonería imposible de prever ni de impedir. Y no puede tolerarse que ese fuego inconsciente llegue a las dimensiones que ha llegado, simplemente, porque los montes están abandonados y descuidados. Montañas de pinillo sin remover, grandes extensiones de terreno en los que no vive ni cultiva nadie. Y porque hay que esperar que lleguen los medios de extinción de otras islas o de la madrastra España, cuando ya el incendio se ha extendido. El milagro y la suerte es que no se multipliquen los incendios en otras islas. Porque no habría nada para combatirlos. Porque, como vemos en el caso de La Palma, dependemos de si y cómo sople el viento, para librarnos de la quema. Vergonzoso.
Y todo, porque se estallan en otras estupideces el dinero necesario para mantener los sistemas de prevención imprescindibles, en todas y cada una de las islas; los recursos para exonerar los bosques de las toneladas de pinillo; y porque creen que es más barato importar prácticamente todos los alimentos que consumimos los dos millones de personas canarias y los 14 millones de turistas con que esta manada de velillos inunda las islas. Y porque los importadores se portan mejor con quienes gobiernan que lo que pueda hacerlo la agricultura.
Porque la obediencia genuflexa de Clavijo es total. Es que quien paga, manda.
Es el mismo sometimiento genuflexo que este presidente de la gente rica en exclusiva, este economista neoliberal capaz de haber pretendido traer el Euro Las Vegas del pirata Adelson, cuando era alcalde de Aguere, llega a las mayores vilezas, para satisfacer las órdenes de quien le manda y le paga. Como estamos viendo, con sus mentiras sobre sus proyectos emperretados con el gas, con su oposición efectiva a las renovables o sobre su Proyecto de Ley del Suelo, con la que pretende institucionalizar y legalizar la especulación.
Mentiras constantes y comprobables. Esta vez, el gobierno del genuflexo Clavijo se ha atrevido a publicar que el Consejo Consultivo de Canarias ha aprobado sin reservas este Proyecto de Ley, cuando lo cierto es que es aprobación está condicionada a la solución de una tonga enorme de cuestionamientos sobre los problemas legales y técnicos que tiene ese texto. Una verdad vulnerada, que puede comprobarse con la simple lectura del dictamen de Consultivo o de la nota de la Plataforma Canarias por un Territorio Sostenible. Es cierto que el dictamen no vincula, pero su contundencia haría reflexionar a alguien con más sentido moral que el genuflexo Clavijo.
Es una mentira igual que la que fue decir que el Proyecto no había sido protestado por nadie en Canarias, cuando atruena el vendaval de voces que, desde todos los ámbitos de la sociedad canaria, afirmamos que esta Ley del Suelo es una aberración jurídica y un atropello a la sostenibilidad de las islas.
Y dejo para el final manifestar la calentura que me ha producido la displicencia con que este bardago, el genuflexo Clavijo, ha comentado el sacrificio de Francisco José Santana Álvarez, un profesional que en su especialidad, sabía más de lo que sabe este economista inconsistente en nada de lo que toque. Un sujeto, Clavijo, cuya cara bobalicona, en el Centro avanzado de la lucha contra el incendio en La Palma, revela su supina ignorancia.
Qué distinta sería Canarias si gobernara gente de la talla, los conocimientos y la sensibilidad ambiental y social de Fran, en lugar de esta manada bandida que unas leyes obtusas y el apoyo financiero de la gente rica coloca en el poder.