EL
CLASISMO: Nacimiento, desarrollo y muerte
(Abordando
eso gris, que parece la teoría)
Jorge Aniceto Molinari
En el desarrollo del modo de producción capitalista,
hoy en su mayor crisis, surgen en las alternativas que se dan en los distintos
países, corrientes autodenominadas clasistas.-
Este modo de producción, en la
escala universal, produce una constante diferenciación social, aumentando la
concentración de la riqueza y pauperizando a cada vez más sectores de la
sociedad. Ello se expresa particularmente en el fenómeno creciente de la
desocupación y el aumento de los empleos en cada vez peores condiciones.
Frente a ello han surgido
corrientes nacionalistas, cristianas, socialistas que buscan paliar las
consecuencias de la crisis con medidas que aprovechan coyunturas de la propia crisis.-
A su vez los países que han vivido procesos revolucionarios buscan adecuar su
economía para soportar en mejores condiciones el bloqueo permanente como en el
caso de EE.UU. a Cuba.
La respuesta a esta proceso,
origina en el seno de los gobiernos situaciones, tremendamente conflictivas,
producto de la presión corruptiva a que someten a esos gobiernos los grupos
inversores necesitados de favores oficiales para realizar la liquidez a la que
están actualmente sometidos. La esencia del capitalismo, es la permanente
circulación del dinero en búsqueda de la ganancia, no el atesoramiento. Si bien
es el atesoramiento lo que resalta y provoca la lógica reacción social.
Los programas nacionales,
tienen el límite que la economía permite en cada Estado, pero están sometidos a
un desarrollo empresarial multinacional gigantesco en relación a las formas de
producción anteriores. La seguridad social, la previsión social, la salud, la
enseñanza, la vivienda, las relaciones salariales sufren deterioros permanentes,
al ser sometidos a la competencia del mercado, el sistema los analiza como
gastos en el factor productivo.
De todos modos apelando
coyunturalmente a la suba de las materias primas estos países mantienen un
importante respaldo social.
Se origina en ese marco el fenómeno
autodenominado clasismo, que reivindica las revoluciones nacionales con la
estatización de la economía.-
Se marcan permanentemente las
diferencias sociales, para acentuar los reclamos, con el objetivo no de
resolver esos reclamos, sino enancados en ellos llegar a constituir una
alternativa estatista ante la crisis actual del sistema.
Es por eso que a las
denuncias, a las que hay que prestar atención, pues provienen muchas veces de
hechos reales, no agregan ninguna propuesta de recursos para financiar los
presupuestos estatales.
Cuando en el capitalismo deja
de funcionar una fábrica pues no le es rentable, el clasismo reivindica su
estatización, que se haga carga el Estado dicen, sin explicar que este toma sus
recursos de los impuestos y que estos en el sistema provienen de los impuestos
al consumo, al trabajo y las pensiones.
Es cierto que hoy la
“izquierda” ante la crisis solo ha atinado a administrar la crisis, y son
importantes los casos en que lo ha hecho bien.
Pero, los tiempos se acortan.-
El respaldo social para la
salida es fundamental, la falta de programa provoca fragmentaciones
permanentes. La tarea de unificar a sus pueblos que han realizado, Lula, Chávez,
Cristina, Correa, Evo, entre otros, ha contado en todos los casos con el ataque
crítico del clasismo. Planteando siempre la alternativa de radicalizar los
procesos con una política de estatizaciones. La derecha ve en esto la
posibilidad de aplicar su política, aunque ahora siente la debilidad de los
centros imperialistas en plena contradicción y jugados a la guerra suicida.
Las luchas de la clase obrera
han sido dinamizadores y democratizadoras de las distintas sociedades.- La
lucha de clases es un hecho real, para superarla es necesario un programa de
reformas que inicie la revolución en el modo de producción (moneda única
universal, impuesto a la circulación del dinero), esto es lo que hoy la
izquierda no asume, dejando el espacio para que los llamados clasistas apuesten
a la confrontación de clases, coincidiendo dramáticamente con los guerreristas.
Hay que ayudar a morir al modo
de producción capitalista, hay que ayudar a iniciar la superación de la lucha de clases.-
Sabemos que superada la
posibilidad de una guerra, instauradas las reformas, iniciada la revolución en
el modo de producción, queda todo un periodo histórico en que convivirán los sistemas. Se iniciará el proceso de
muerte de los paraísos fiscales y de las sociedades de clase.- Nosotros no
somos clasistas, no creemos en el hombre de acero, creemos en una solución con
todos los que están dispuestos a luchar por el bien de la humanidad.-
Montevideo, 4 de octubre de
2011.-