Feliz día de
Canarias
Por Manolo Ojeda
No puedo evitar una cierta hilaridad cuando veo a algunos
de nuestros políticos canarios vestidos de magos en las fiestas y procesiones
de estos días. Sobre todo a los políticos nacionalistas, cuando esa vestimenta
debe corresponder, lógicamente, a los variopintos atuendos de los colonizadores
procedentes de distintos lugares del sur peninsular, y nada tiene que ver con
las indumentarias utilizadas antiguamente por los pobladores aborígenes de
nuestras islas. Lo normal para un nacionalista reivindicativo y celoso de sus
raíces ancestrales sería, en todo caso, vestirse con los atuendos y ornamentos
de los aborígenes canarios anteriores a la conquista, hechos a base de pieles
de cabra, de oveja o de tripas de cerdo, y cosidos generalmente con punzones de
hueso de cabra.
El traje más habitual, según se sabe, era el tamarco, un tipo de vestido hecho con pieles que cubría la
mitad de la espalda, y que los isleños se cruzaban sobre el brazo izquierdo. En
Gran Canaria también usaban toneletes o faldas de junco o palmera pero, en
general, y dado el clima de las islas, los aborígenes acostumbraban a ir
desnudos... ¿Se imaginan ustedes lo que pasaría si, de verdad, fuéramos
rigurosos con nuestro pasado prehispánico...? Lo que yo daría por ver a don
Paulino, no ya desnudo, sino con vestimenta aborigen. ¿Se imaginan ustedes a un
guanche de metro y medio...? Allí estaría Paulino con su añepa
de Mencey y, a su lado, melena blanca al viento, José
Miguel, su fiel sigoñé...
Hace algún tiempo, teníamos en el trabajo a un grandullón,
no muy listo el hombre, que cada vez que aparecía por allí un godillo lo ponía
a caldo diciéndole, entre otras lindezas, que era culpable de expoliar estas
islas y de acabar en poco tiempo con la población de los nobles y pacíficos guanches que por aquí vivían. Hasta que un día se topó con
uno más listo que le dijo: "Pues si los que vinieron acabaron con los
aborígenes deben ser ustedes los invasores. Yo, señor, acabo de llegar hace
unos días". Mejor sería que el día de Canarias lo pudiéramos celebrar con
la noticia de que nuestro gobierno nacionalista hubiera decidido dotar al Museo
Canario, por ejemplo, con una partida para investigar los orígenes de nuestros
antecesores. Un pasado tan cercano que casi está vivo, esperando que nosotros,
sus herederos, lo rescatemos de la desidia y el silencio. Feliz día de
Canarias, a pesar.
Fuentes:
laprovincia.es/2013/05/28
28.05.2013