CC,
PP y PSOE, tanto monta...
Cándido
Quintana ©
Era
mi decisión escribir de otra cosa, de hecho ya lo había empezado a hacer, pero
otra vez, y van no se ni cuantas, la familia socialista ha conseguido que cambie
mis planes, que vuelva a escribir sobre ellos. Y es que vienen haciendo un
enorme trabajo en los últimos tiempos, tan de enorme como de malo a rabiar y
muy peligroso, esta vez aquí y emulando al propio José Luís Rodríguez Zapatero
en su última fatal etapa, allanándole los caminos al Partido Popular y
fortaleciendo a Coalición Canaria, a esa misma CC que les pondrá de patitas en
la calle cuando menos se lo esperen.
Nunca pensé que por mantener nimias
cuotas de poder, no más allá de simples migajas, pudieran algunos socialistas
llegar a lo que están llegando, a tragarse crudamente muchas cosas contra las
que venían luchando, luchas con las que parecían que estaban plenamente
identificados. Ahora la cosa ha quedado muy clara, aquello no obedecía a un ejercicio
de congruencia política, ni siquiera a un honesto compromiso que procedía
mantener por encima de cualquier cosa, simplemente se trataba de burdas y
asquerosas maniobras para cazar votos, que finalmente no les llegaron por su
mal hacer y porque se les vio el plumero.
Tengo grabado y lo escucho de vez en
cuando para cerciorarme de cómo son algunas personas, las intervenciones de Guacimara Medina, hoy viceconsejera
de Medio Ambiente gracias a esas migajas, todo lo que dijo para tratar de que
no se hiciera realidad el muy rechazado nuevo catálogo de especies protegidas
de Canarias, que a tantas especies deja al pairo, y lo que hoy, con todo el
poder en sus manos, no está haciendo para que aquello contra lo que luchaba
deje de estar ahí. Y en este mismo sentido, no se ni cuantas veces le oí decir
al entonces portavoz socialista en el Parlamento canario, Francisco Hernández,
que retirarían ese catálogo -asesino- si llegaban al poder ¿?
Y ahora le toca a Francisca Luengo, hoy
viceconsejera de Industria y Energía en su
correspondiente migaja de poder, decir cosas bonitas sobre las energías
renovables, que no pasan de ser cantos al sol o excusas rayanas a mentiras no
de recibo de personas de bien, para que traguemos el gas y todo lo malo que
conlleva, que es mucho. ¡Que lástima de trayectoria política!, que forma de
tirar por la borda tantos años de congruencia, por, como bien dice La
casa de mi tía, “una efímera gloria al sol de Paulino”. Personalmente,
me avergüenzo de lo que le he oído decir al respecto, de su falta de valentía
política.
Porque, señora Luengo, ¿no era mucho
mejor, y tal vez más ajustado a lo que usted parece que piensa, hablar sobre la
gran importancia de las renovables, haciendo un recorrido público de cómo han
perdido deliberadamente el tiempo para que otras energías más rentables para
algunos, como el gas, se hicieran presentes antes, y sobre la marcha, con ese
gran poder que su viceconsejería le otorga, exigir
las renovables YA, de hoy para ayer,
recuperando el tiempo perdido, y aparcar definitivamente ese fósil gas que va a
meter a Canarias en una peligrosa burbuja muy poco deseable?
Tiene argumentos de sobra para ello,
como su cantado incremento de precios o sus limitaciones, que dejarán a los más
débiles y a los que no dispongan de gaseoductos sin posibilidad de suministro
más pronto que tarde. Pero además, doña Francisca, ¿ha evaluado usted los
gravísimos riesgos que vamos a tener que soportar? Y si se introduce por el
litoral de Granadilla, ¿en que situación de riesgos “de por vida” quedarán núcleos de población como La Mareta, El Río, Tajao y otros? ¿Y los cientos de trabajadores del propio
Polígono Industrial? ¿Ha sopesado el brutal impacto de toda esa parafernalia
para el turismo, en un destino medioambiental como este? ¿Sabe que se ve desde
el Aeropuerto del Sur, principal entrada a Tenerife? ¿Terminaremos siendo
objetivo de posibles atentados? Le pregunto, ¿se ha preocupado de enterarse de
que condiciones meteorológicas requiere un puerto para acoger con seguridad los
tráficos de metaneros? Sepa usted que, por ejemplo, en Barcelona NO se les permite acceder con vientos
superiores a 18 nudos y que en el
litoral de Granadilla esta fuerza se supera en más del 70% de los días del año. ¡Que locura, doña Paquita, esperemos que
alguien imponga la cordura, aún estamos a tiempo!
© Cándido Quintana
Ex oficial de
la Marina Mercante
Integrante de Asamblea por Tenerife