"Cathaysa"

La gueldera en Acentejo
el engodo en Candelaria,
primero llegó la cruz
y después las espingardas,
el valeroso Bentor
se derriscó por Tigaiga
y callaron los Verdinos,
y enmudecieron las Chácaras,
y sangraron los mocanes
y se secó la cebada,
y las abejas se fueron
y se espantaron las cabras,
no quedó sino el coraje
de una isla y de una raza
y una infinita querencia:
nacer, vivir y morir
sin cadenas castellanas.

Se la llevaron los invasores
cuando venía de la montaña
con su carguita de til y brezo
camino abajo por la quebrada,
se la llevaron de anochecida
a la guanchita de Taganana
y el manojito de leña seca
desbaratado quedó en Anaga.

Juguete de algún marqués,
menina de alguna dama,
sierva de grandes señores
en algún lugar de España,
Cathaysa la niña guanche
no verá más Taganana.

Un gran silencio creció en la cumbre,
un aire helado bajó a la playa,
así de mudo se quedó el monte,
así de fría se quedó el agua.

Pedro Guerra Cabrera

Reproducido por: María Gomez Díaz