¿CANARIAS
-CON SÍNDROME DE ESTOCOLMO-
SECUESTRADA
POR ESPAÑA?
Javier
Gómez
*
Canarias
está secuestrada por España. Desde la ciencia de la psicología se desarrolló
el estudio de este fenómeno, según el cual quien ha sido privado o privada de
libertad, acaba por no querer separarse de quien ha anulado su existencia. España
colonizó estas islas más allá de sus fronteras. Escasos territorios del
mundo, a tanta distancia de una nación o estado, están dentro de la dominación
estatal de dicho estado o dicha nación. Canarias es una región de islas
separada geográficamente de España, antiguo decadente imperio colonizador,
genocida y católico. Y tras años de secuestro por parte de sus sucesivas
monarquías, la monarquía Borbónica todavía tiene a las islas hipnotizadas, y
bajo el síndrome de Estocolmo.
¿El
síndrome de Estocolmo? El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica
en la cual la víctima de un secuestro, o una persona retenida contra su
voluntad, que puede ser un pueblo entero con más de dos millones de personas,
desarrolla una relación de complicidad, y de un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado.
En este caso España es quien secuestra sucesivos años y siglos.
Se debe, principalmente, a que malinterpretan la ausencia de violencia contra su
persona como un acto de humanidad por parte del secuestrador. Según datos de la
Federal Bureau of Investigation
(FBI), alrededor del 27 % de las víctimas de 4700 secuestros y asedios
recogidos en su base de datos experimentan esta reacción. Las víctimas que
experimentan el síndrome típicamente muestran dos tipos de reacción ante la
situación. Por una parte, tienen sentimientos positivos hacia sus
secuestradores, mientras por otra aparte, muestran miedo e ira contra las
autoridades (policiales). A la vez, los propios secuestradores muestran
sentimientos positivos hacia los rehenes.
Debe su nombre a un hecho sucedido en 1973 en la
ciudad de Estocolmo, Suecia, cuando, con motivo del fallido atraco al
banco Kreditbanken, el llamado robo de Norrmalmstorg, dos delincuentes
mantuvieron, durante seis días, rehenes a cuatro de los empleados -tres mujeres
y un hombre-. A los tres días del inicio del secuestro, para evitar el uso de gases lacrimógenos por parte de la policía,
los rehenes fueron obligados a ponerse de pie con sogas alrededor de sus
cuellos, hecho que fue percibido por ellos como una amenaza real contra sus
vidas.
Hoy Canarias no se atreve a separarse de España,
porque la sensación de libertad es todavía más poderosa que la libertad real
misma. Pero una sensación no es más que eso, una película en tres
dimensiones, falsa, que oculta la ceguera hasta del lazarillo aunque se llame
paulino y sea del sauzal, cual perro.
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pedagogo doctor en sociología
JUEVES, 25 DE JULIO DE 2013