Canarias, nuestra patria

 

 

La importancia geoestratégica de Canarias ha sido reevaluada a partir de 1975, a la luz del acuerdo tripartito sobre el Sáhara, los tratados hispano-marroquíes y la entrada de España en la OTAN, mediante el referéndum celebrado el 12 de marzo de 1986, en el cual los canarios y canarias votaron en contra, sin embargo España continúa colonizando Canarias, lo que demuestra que Canarias tiene una falsa autonomía.

 

La cuestión canaria se debatió en la Organización para la Unidad Africana (OUA), la actual Unión Africana (UA), que aprobó una Declaración Solemne en la ciudad de Argel el 20 de Julio de 1968 coincidiendo con la Sexta Reunión de Jefes de Estados de la Organización Africana. Las Declaraciones Solemnes tienen la peculiaridad de que no prescriben[1][2].

 

El secretario general de la OUA, Sr. Diallo Telli, de Guinea Conakry, leyó la Declaración Solemne en presencia de la prensa internacional. Esta primera Declaración de la OUA, a petición del Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), afirma que las Islas Canarias forman parte integrante del continente africano y sus habitantes tienen derecho a la autodeterminación e independencia como todos los países africanos colonizados. En 1970, Don Antonio Cubillo, Secretario General en ese momento del MPAIAC, presentó en Argel al Sr. Davidson Nicol, presidente del Comité de Descolonización de los 24 de las Naciones Unidas, el memorando con la solicitud de descolonización del Archipiélago canario [3].

Un dato de primera magnitud que no podemos obviar es el hecho de que Juan Carlos I, en nombre de la monarquía borbónica, asumió la Jefatura del Estado español en 1975, fallecido el anterior dictador.

 

Las actuales consecuencias de la lacra del colonialismo son catastróficas: el 34 por ciento de la fuerza laboral de Canarias está sin trabajo, así como el 70 por ciento de los jóvenes menores de 25 años. En apenas 25 años la población se ha incrementado en más de 600.000 personas, principalmente españoles y otros extranjeros que han desplazado más de 100.000 canarios del archipiélago, infringiendo por lo tanto el Estatuto de Roma por el que se rige la Corte Penal Internacional, ante la que el gobierno y Estado españoles tendrán que responder.

 

Toda esta información se ha comunicado a las Naciones Unidas en varias ocasiones desde 1978, año en el que el Gobierno colonialista del reino de España atentó contra el Secretario General del MPAIAC, Don Antonio Cubillo, antes de comparecer en la Asamblea General de las Naciones Unidas para tramitar la descolonización de Canarias, en un acto juzgado como de terrorismo de Estado por los propios tribunales del colonialismo.

 

En 1982, cuatro años después del acto de terrorismo de Estado contra el Sr. Cubillo, España concedió a Canarias una falsa autonomía para engañar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y mantener la expoliación de nuestra patria mediante la presencia militar y misionera española en Canarias (como prueba de la falsaria autonomía recordemos nuestros gloriosos resultados en el Referéndum sobre la OTAN del 12 de marzo de 1986, pendiente de ejecutar 28 años después, lo que no sólo demuestra que la autonomía es virtual sino que España no es un Estado democrático, sino una arcaica monarquía medieval). España sigue sometiendo a Canarias y a su población a través de la ocupación militar y el monopolio del sistema educativo, el económico y los medios de comunicación, constituyendo el ejemplo más brutal entre todos los países colonialistas.

 

¿Qué hacer? En primer lugar conscienciar a todos, absolutamente todos nuestros compatriotas, así como a todos los anticolonialistas internacionales, incluyendo, por supuesto, a los anticolonialistas de los hermanos pueblos del Estado español, que son muchos y muy buenos, de la situación a la que nos tiene sometidos el régimen colonial del reino de España.

 

A continuación aunar nuestras fuerzas con un único objetivo, la lucha por la descolonización y la proclamación de la independencia, pues es la inquebrantable y disciplinada unidad de nuestro pueblo en torno a ese única consigna verdadera en una colonia la que nos hará libres.

 

Por último no colaborar con el régimen colonial, no votando a los partidos que lo sustentan (desde Izquierda Unida hasta el PPSOE, pasando por CC, Nueva Canarias, CCN, UPYD o sea a ninguno que no incluya la descolonización e independencia en su programa electoral), potenciando nuestra cultura (cada palabra guanche aprendida es una batalla ganada al colonialismo), organizando y dirigiendo nosotros las actividades culturales, deportivas y sociales, boicoteándolo económicamente, no consumiendo sus productos, recurriendo preferiblemente al consumo de nuestras propias mercancías y si no disponemos de las mismas innovar para fabricarlas o, en última instancia, adquirirlas a otros países o prescindir de su consumo.

 

  (*) Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

Movimiento UPC

 

[1] declaracionsolemneouasobrecanarias

[2] declaracionsolemneouasobrecanarias

[3] Memorandum