Fuerteventura no decide, Canarias no decide.

Réplica a D. Mario Cabrera González.

El pasado día 18 de febrero el Presidente del Cabildo de Fuerteventura Don Mario Cabrera González nos sorprendía con un artículo en el diario La Provincia titulado "Fuerteventura decide", así como en el diario digital Canariasahora.com.,  con un argumento en base a la oposición tanto de su Corporación como su homónima de Lanzarote a las prospecciones petrolíferas en sus costas, y en las que a raíz de las manifestaciones de empresarios de Gran Canaria en favor de las mismas, arremete de forma maniquea contra las burguesías de Gran Canaria y de Tenerife como si este hecho fuese algo novedoso. No olvidemos que   insularistas hay no sólo en Tenerife y Gran Canaria sino, por desgracia, en las siete islas. Apoyados, por supuesto, por Madrid.

 Sr. Mario Cabrera González; usted casi utiliza un lenguaje marxista pero, al respecto, yo prefiero usar el término  "burguesía colonial" ya que, en Canarias, la palabra burguesía carece de las características de tiempos pasados, pues los que se han instalados en las últimas décadas son una clase empresarial depredadora, y casi siempre foránea, de la que usted tiene que ser conocedor en primera persona, pues casi todas las playas de su isla han sido ocupadas hasta extremos ya irreconocibles para los que conocimos otra Fuerteventura más canaria.

En su artículo existen algunas perlas que no se pueden pasar por alto, como cuando dice "que buena parte del siglo XX, mientras Gran Canaria y Tenerife presumían de universidad burguesa, aquí sufríamos la sequía, el hambre y la emigración. Ellos se peleaban en Madrid por la capitalidad y la división provincial. Nosotros, a cargar piedras para construir los muelles y levantar paredes para sus plataneras". (¿Ellos y nosotros, dice usted? no sea separatista por favor).

Evidentemente las universidades canarias no son populares, pues para su ingreso y estudio en las mismas hay que pagar altas tasas y matrículas y que yo sepa ni en Madrid ni en España existen universidades marxistas o marxistas-leninistas, y en cuanto a la división provincial y sus pleitos poco hay que decir que no se sepa, salvo  que el mismo fue y  sigue siendo promovido por las burguesías, hoy empresariado colonial, y alentados por Madrid, y es curioso que su artículo tenga también esas connotaciones insularistas y otras más. Le recuerdo al Sr. Mario Cabrera que también el pueblo canario en general sufrió hambrunas, que tuvo que mitigar emigrando, historia que hoy se vuelve a repetir, y los que quedaron también tuvieron  que levantar paredes y otras historias, que harían interminable esta respuesta.

Y hablando de las extracciones de petróleo, tema central de la cuestión planteada, no deja de llamarme la atención el que usted no cite para nada en su artículo, no sólo al PP, hoy en el poder en Madrid, ni al inefable ministro Soria, ni al Tribunal Constitucional  español que con fecha 5 de este mes de febrero dictaminó, como no podía ser de otra manera, que la jurisdicción española corresponde en exclusiva al Estado Español, obviando eso sí, tanto una mediana imposible por el estatus colonial de Canarias y la Zona Económica de Marruecos, lugar donde se va a llevar a cabo las primeras prospecciones.

Así es que le guste o no, Fuerteventura no decide, como tampoco tiene poder de decisión el pueblo canario (Canarias), pues los canarios solo tenemos deberes y todo lo demás son concesiones de la metrópolis.

Sus luchas por el Campo de Tiro de Pájara, o las nuestras en contra del previsible destrozo de Tindaya, o sus posicionamientos hasta el año pasado celebrando en Betancuria el Pendón de la Conquista, afortunadamente suspendido en 23 de enero de este año, su celebración del Monumento al Arcabucero español, es decir al conquistador de Canarias, con su correspondiente homenaje al español  Regimiento de Infantería Ligera Soria 9.

Quiero recordarle las luchas y las manifestaciones que llevamos a cabo en esta isla, por supuesto no la burguesía, sino el pueblo canario llano, en contra de los desmanes de la Legión Española en esa isla, cuyo recuerdo quizás le llene de emocionado españolismo.

Para terminar le animo a que siga luchando, ahora bien, si usted sólo dirige el arcabuz hacia Gran Canaria y Tenerife y su animosidad le lleva a pedir la independencia para su isla para evitar  la supuesta dependencia, y poseer aguas jurisdiccionales propias, inténtelo sólo, ahora con un 60% de población foránea. La metrópolis le espera.

19 febrero 2013

Rafael Delgado Perera

[1] Fuerteventura decide

Artículos de Rafael Delgado Perera publicados en El Guanche y en El Canario