Canarias-Marruecos, el "eje atlántico"

 

Ramón Moreno Castilla

 

¿Qué auténtico y verdadero nacionalista canario consecuente no quiere la independencia de su tierra, y que Canarias se convierta así en un Estado, libre y soberano? El problema radica, ¡y aquí hay que tener los pies en el suelo!, en que existen dos países, principalmente España y Marruecos, con intereses encontrados, a los que no les conviene bajo ningún concepto que Canarias sea un Estado, miembro de pleno derecho de la comunidad internacional. ¡¡Y eso es así!! Sin olvidarnos de Portugal, que perdería las Islas Salvajes, más cerca de Canarias que de Madeira, las cuales se anexionó unilateralmente, incluyéndolas en la Región de Pesca madeirense mediante los Decretos Ley de 1 de junio de 1978, y de 21 de marzo de 1985 quedando así el minúsculo archipiélago dentro de esa sub zona económica exclusiva del Estado lusitano. Por ello, Portugal, con la mayor impunidad, conculca flagrantemente el Artículo 121.3 de la Parte VIII, Régimen de las Islas, de la Convención de Jamaica de 1982.

Pero lo que importa resaltar aquí y ahora, es que Canarias, atrapada en una infame y canallesca indefensión político-jurídica, está en medio de esos "intereses de Estado" hispano-marroquíes (¡y ahí está el controvertido asunto del petróleo!), que son contrarios y opuestos a los verdaderos intereses de Canarias; contemplados desde una visión de Estado -los de la futura República Federal Canaria-, y en el marco de la prospectiva mundial. Ante estos irrenunciables postulados, ¿puede el pueblo canario desestimar los recursos naturales de su territorio, que legítimamente le pertenecen, y plantearse en serio su futuro haciendo abstracción de su incuestionable realidad geográfica? ¡¡Es evidente que no!! Por ello, debemos identificar quién o quiénes se oponen realmente a la soberanía de Canarias. Y como abanderada del neocolonialismo europeo en África, en contra del determinante factor geográfico, la historia, y la normativa internacional, está esa España retrógrada, que como potencia colonizadora se niega sistemáticamente a soltar la teta canaria contraviniendo el mandato de la ONU expresado en la famosa Resolución 1514 (XV) del Comité de Descolonización.

Luego se sitúa Marruecos, que con el trazado de la correspondiente mediana desde el Estado Archipelágico Canario (por el método de la "equidistancia", que no de la "equidad" como propugnan los juristas marroquíes), vería sensiblemente recortada su Zona Económica Exclusiva (ZEE), instituida mediante el Dahir de 8 de abril de 1981. Y en un plano secundario estaría Portugal, cuya mediana se establecería desde Madeira, en lugar de las Islas Salvajes, como ocurre con su ilegal trazado actual. Pensemos, que una vez delimitados nuestros espacios marítimos archipelágicos con Marruecos y Portugal (España no cuenta para nada en el proceso delimitatorio), Canarias podría ampliar por el Oeste su ZEE hasta 350 millas (150 más de las 200 establecidas) según se determina en la Parte VI, Plataforma Continental, Artículo 76.5 del vigente Convenio del Mar, al no haber por esas latitudes ningún Estado que se pudiera ver afectado. Que es el caso de Marruecos; que al no ser Canarias un Estado soberano que se pueda oponer legalmente a la actual delimitación de sus espacios marítimos, está legítimamente habilitado asimismo para ampliar hasta las consabidas 350 millas su ZEE por el Oeste sin problema alguno; con lo cual, todo el Archipiélago canario queda englobado dentro de las aguas marroquíes.

Por otra parte, y conociendo los antecedentes y el "modus operandi" de la metrópoli, España es capaz de entregarnos a Marruecos antes de concedernos la independencia, como ya hizo con su "provincia" del Sáhara en 1975. ¡¡Que a nadie le quepa la menor duda!! O, ¿ahora resulta que esa nueva España imperial del fundamentalista Partido Popular, va a entrar en conflicto con Gran Bretaña por Gibraltar, y con Marruecos por Ceuta, Melilla y Canarias? ¿Fue acaso un amago beligerante el quijotesco episodio del islote Perejil, en mar territorial marroquí?

No se olvide que Canarias sigue padeciendo las consecuencias del "problema saharaui", dado que la cuestión del Sáhara gravita negativamente sobre nuestro futuro. Y ya es hora de que asumamos de una vez por todas, que el antiguo "Sáhara español" es considerado por Marruecos como sus "provincias del Sur"; y quien se oponga a ese "statu quo" se convierte de inmediato en enemigo del Estado marroquí. Quizá por ello, Marruecos nunca ha propiciado ni alentado y, mucho menos, ha otorgado asilo político y cobertura diplomática a ningún movimiento independentista canario. ¿Esa política es motivada por la praxis diplomática de "no injerencia en los asuntos internos de otro Estado", u obedece a una calculada estrategia de no sentar un peligroso precedente respecto a la posible constitución de la pretendida por Argelia, RASD? ¡¡He ahí, es el quid de la cuestión!! A propósito, ¿por qué se defiende desde aquí la independencia del Sáhara si el Frente Polisario jamás se ha pronunciado sobre la independencia de Canarias? ¡Que vergonzoso mimetismo el de este pueblo apoyando siempre causas ajenas, en lugar de defender con uñas y dientes la sagrada causa nacional canaria! A ver cuándo se enteran de una vez que España y Marruecos son enemigos irreconciliables, mientras este país no logre su unidad territorial recuperando la soberanía de Ceuta, Melilla e islotes adyacentes y se dé carta de naturaleza definitiva a la marroquinidad del Sáhara; que constituye una irrenunciable cuestión de Estado para el Reino de Marruecos.

Entre tanto, España, que especula con Gibraltar, y que en su día estableció el eje defensivo Baleares-Estrecho-Canarias, bajo el supuesto táctico de que el enemigo les venía por el Sur, no es ajena a la geopolítica marroquí y contraataca con el despliegue de todos sus servicios de inteligencia. Así, el CNI español tendría la misión de desestabilizar el Norte y Sur de Marruecos apoyando las "causas" bereber y saharaui; dado que sus analistas consideran que "ni los rifeños ni los saharauis quieren ser marroquíes". Y que el mundo árabe no ha sabido asimilar el elemento bereber, "cuyo pueblo fue perseguido en el reinado de Hassan II porque estos herederos de Abdel-Krim luchaban por establecer la República del Rif". Con el tema del Sáhara, se trataría de seguir apoyando al máximo a los "independentistas" del Frente Polisario para que vuelvan a las armas (que se las vendería España), lo que supondría un enorme coste para la Monarquía marroquí. Según fuentes reservadas del contraespionaje español, no sería descartable un "ataque" marroquí a Ceuta y Melilla cuando se dieran las"condiciones óptimas", como pudiera ser una grave crisis institucional del Estado español. Algo parecido a la agonía del dictador, que desembocó en la Marcha Verde.

Marruecos, por su parte, juega sus bazas que son fundamentalmente el Acuerdo de Pesca con la UE, y el tema de la migración entre este país, de una parte, y España y la Unión Europea de otra. En el primer caso, ya hemos visto como las flotas pesqueras han tenido que abandonar los caladeros marroquíes; y en el segundo, es muy ilustrativo el informe titulado, "Marruecos frontera con España: ¿socio o gendarme de Europa en África?", del profesor de la Universidad Mahamed V de Rabat, Aldelkrim Belguendouz, que alerta de los obstáculos que el fenómeno migratorio puede ocasionar en las relaciones entre las dos riberas del Mediterráneo; "hasta el extremo, dice, de hipotecar el futuro y crear tensiones entre Estados difíciles de superar".

En este contexto de confrontación larvada, donde se están dilucidando contenciosos históricos, Canarias es un mero y simple espectador de esa partida de ajedrez que se está jugando en el tablero del noroeste africano, en el Magreb; con los reyes "enrocados en una férrea defensa siciliana" que, por intereses de los contendientes, pudiera acabar en "tablas" pactadas. ¿Qué hacer entonces? ¿Resignarnos a nuestra suerte y desaparecer como pueblo? ¡¡Porque a eso estamos predestinados, si no reaccionamos ya y tomamos las riendas de nuestro futuro!!

Canarias no puede permanecer ni un día más siendo una descarada colonia española en África; y descartado ese indeseable escenario, solo nos quedan dos opciones posibles de futuro, insisto una vez más: o constituirnos cuanto antes en un Estado, libre y soberano, repito; o "liarnos" con Marruecos.¡¡No hay otra salida!! Con la particularidad, de que ambos caminos, nos guste o no, confluyen en Marruecos; que lejos de ser el enemigo que nos ha inducido España, es un país emergente con un enorme futuro, y con el que estamos condenados a entendernos (lejos de tópicos al uso) y mantener unas excelentes relaciones de vecindad en el marco de una sincera y recíproca amistad y de una cooperación bilateral. ¡¡Eso es así por muchas vueltas que le demos al asunto!! No en vano, el Sáhara es, en términos geoestratégicos, nuestro "hinterland" natural; y esos territorios y los de la región de la antigua Villa Benz o Cabo Juby -Tarfaya en la actualidad- constituirían el espacio de expansión de Canarias desde diversos puntos de vista. Nuestro espacio vital se acaba irremediablemente y necesitamos garantizarnos una futura continuidad territorial. Eso, sin menospreciar el papel de Marruecos como el gran y más directo competidor de Canarias en todos los órdenes; y ya conocemos el viejo refrán: "si no puedes con tu competidor -en este caso-, únete a él"...

Canarias, pues, tiene que hacer valer sus potencialidades, que las tiene, y muchas. No es casual que, por ejemplo, en los Planes de Desarrollo de la UE para esta zona de África, se contemple a Canarias (que sería un país ACP) como lugar de capital importancia en el "Área de Cooperación Transfronteriza Atlántica"; en la que se constata que Fuerteventura y Tarfaya (a escasos 96 Km., unas 59,65 millas marinas) son los puntos fronterizos con mayor diferencia económica del mundo. Se impone, por tanto, la instrumentalización de los medios adecuados para paliar esos desequilibrios, que posibiliten las herramientas necesarias para la ejecución de futuros proyectos de cooperación; lo que potenciaría ese "Eje Atlántico", Canarias-Marruecos, que augura enormes expectativas de futuro y pingües beneficios para las empresas de ambas orillas.

Termino con una reflexión en la línea de Karl R. Popper (1902-1994), filósofo neopositivista austriaco, gran defensor de la lógica y la metodología científica: "Es un error demasiado extendido el pretender sujetar con el pensamiento lo que va a suceder. Lo correcto, dice el conocido ensayista, es pensar en lo que puede hacerse para que lo que vaya a pasar sea mejor que lo de ahora". Proyectar el pensamiento hacia adelante, desde una visión prospectiva, equivale a querer provocar cambios sin esperar a que el peso de la problemática agote su proceso degenerativo o intente solucionarse con piruetas desarraigadas de los límites digeribles. Si cambiar es sustituir hábitos inerciales por comportamientos de movimiento, parece adecuado apostar por futuros ajenos a cualquier tipo de fatalismos. Desde una dimensión geoestratégica positivista, y en el más puro y ortodoxo pragmatismo, ¿no sería bueno para Canarias ser un "Estado Libre Asociado" a Marruecos? Con esta fórmula, ciertamente novedosa, y que dará escalofríos a más de uno, es seguro que ya no habría problemas con Marruecos: ni por el trazado de la mediana, ya que tendríamos aguas compartidas; ni por los yacimientos de hidrocarburos localizados en aguas adyacentes, que serían explotados conjuntamente con un reparto equitativo de beneficios; ni por el turismo, dado que podríamos ofertar el paquete "Continente e Islas"; ni por la agricultura, cuyos productos son de mayor calidad y a mejores precios que los que nos cuela España en este mercado cautivo: y numerosas ventajas más, que sería prolijo enumerar ahora. Seríamos, en definitiva, dos países amigos, no competitivos sino complementarios, con intereses comunes y un futuro prometedor.

"Status" que podría ser extrapolable al Sáhara, que sería entonces un "Estado Libre Asociado" a Marruecos, con la variante de "soberanía compartida", lo que constituiría todo un aldabonazo en las relaciones supranacionales y la diplomacia internacional; y daría un giro de 180 grados al conflicto, con una solución imaginativa, integradora, beneficiosa para las partes y, sobre todo, pacífica. Inclusive, ese modelo de "relación-asociación interestatal" podría ser asumido por la misma ONU, dejando sin efecto la labor de la inoperante MINURSO. ¿Se le ocurre a alguien algo mejor?

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