Tal
es el titular de la noticia comentada por la última edición (nº 1039, de 20
de septiembre) del semanario MarocHebdo[1],
aludiendo sin ambages a "la disputa por el petróleo de las Canarias entre
Marruecos y España", "si bien desde hace meses ambos países
defienden su partenariado estratégico" lo que no obsta, cita la publicación
dirigida por Mohamed Selhami, para que el proyecto marroquí de proceder a
sondear en las inmediaciones de Fuerteventura antes de final de 2013
"irrite a los responsables ibéricos y sobre todo a su protegida, la firma
internacional Repsol".
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A fin de reforzar la percepción de sus lectores, la
publicación casuí (Casablanca es la capital económica del Reino) cita el
despliegue después de mayo de este año de efectivos del Ejército español en
las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Por su lado Libération[2], órgano oficial de la
Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), saca en su portada del martes 24
el "Rififi alrededor de una prospección a lo largo de las Canarias",
recordando como de pasada tres informaciones de interés: una, que las
autoridades autonómicas canarias lideradas por Paulino Rivero "se oponen
firmemente a toda prospección petrolífera" hecha por España; dos y
citando expresamente al diario quintacolumnista El Día, que "las aguas
canarias son marroquíes porque se encuentran en la zona económica exclusiva de
Marruecos", añadiendo con fruición una sabrosa cita del citado medio nada
menos que en su editorial: "las aguas que rodean cada isla no nos
pertenecen. Mismamente las
Se lo digo o se lo cuento, porque el caso es que desde
entonces España no ha levantado cabeza. Es inexplicable que, a estas alturas y
tras la independencia de Marruecos en 1956, no haya habido ningún momento para
delimitar las aguas territoriales entre ambos países vecinos, históricamente
enemigos y que solo las condiciones objetivas actuales (a la fuerza ahorcan) y
haciendo de la necesidad virtud, les empujan a una alianza estratégica. Por lo
demás, ¿qué ha quedado del tradicional eje defensivo español
Baleares-Estrecho-Canarias...? Porque, de frente y por derecho, este eje sigue
siendo actualmente más que nunca el centro de gravedad de nuestra estrategia y
defensa. Seamos claros: al día de hoy, la agresión militar a España solo
puede proceder del sur. Bien sé por otro lado que, bajo las condiciones geopolíticas
vigentes, puede que entre España y Marruecos las cosas que les unan sean más
fuertes de las que lo separan (Inch´Aláh), pero no deja de ser también cierto
que en cuanto a nuestro complicado vecino allende el Estrecho, pese a todas las
declaraciones y sonrisas conviene tener en cuenta que por sostener su
estabilidad interna y, por ende su anexión unilateral de las Provincias del Sur
(Sáhara Occidental), va la Corona en el envite, está dispuesto a llegar donde
hiciera falta. Y que Rabat nunca ha renunciado, ni implícitamente siquiera, al
proyecto imperialista del "Gran Marruecos" del neofascista Allal
El-Fassi y que, sutilmente, es inculcado desde el nacimiento en la mente de cada
marroquí como peculiar marca de la casa.
Por lo demás, en un contexto internacional preocupante y
delicado, volátil y crecientemente inestable, mientras la incauta Europa (esa
pequeña península del continente asiático) sigue sin dotarse de una proyección
estratégica creíble y España achica sus inversiones en los tres pilares que
nunca debería recortar (Educación, Sanidad y Defensa), el Reino alauí no deja
de reequipar y modernizar sus fuerza armadas, disminuyendo cada año la
diferencia de relación existente entre las FAR y las FAS. Pero eso, así como
el avanzado proyecto de dotar a la Marina Real de un moderno submarino ruso
clase Amur 1650, con base en el flamante puerto de Alcasarseguer (entre Tánger
y Ceuta), es tema de otro artículo.