[Cada canario (de cada
niño y cada adulto; de cada activo empleado y cada parado) se detrajeron 359
euros para ciudadanos residentes en el resto del país en 2010, muchos de ellos
residentes en territorios con una renta muy superior a la canaria. Son algo más
de 718 millones de euros anuales los que por muy diversos conceptos se detraen
de la economía canaria para remunerar agentes económicos (empresas, familias o
administraciones públicas) de otras regiones del país. Un caso insólito en un
país desarrollado y más propio de
regiones con una relación de tipo colonial con sus metrópolis…
se tiene que unir la creación de la Hacienda canaria con capacidad para
administrar todos los recursos que se producen en las Islas, para que se
incorporen mecanismos que permitan compensar los ingresos que se generan en
Canarias por las multinacionales españolas de la energía, de la banca, de las
comunicaciones… Éstos se declaran y remuneran fuera]
¿Qué haría usted con 359 euros más al
año? El pasado año 2010, por ejemplo, es la cantidad que de media cada canario
aportó para ciudadanos cántabros, asturianos o vascos. En el caso de una
familia de cuatro personas, se habrían dejado de percibir una media de 1.436
euros en forma de rentas, servicios públicos o la parte proporcional de
inversiones de las distintas administraciones. Son casi 120 euros al mes, el
equivalente al consumo medio de combustible de su vehículo y facturas de agua,
luz y telefonía, o a una compra en el supermercado.
La población canaria, cuya renta
disponible per cápita anual está en torno a los 12.000 euros en 2010, financia
a ciudadanos de comunidades autónomas como Cantabria, País Vasco o Asturias,
con rentas superiores a la canaria entre el 30% y el 60%. Éstos, y otros datos
muy clarificadores sobre cuál es la relación económica de Canarias con el resto
del país, se pueden obtener en el estudio publicado recientemente por el
Instituto Nacional de Estadística sobre Contabilidad Regional de España
2008-2011.
Son las grandes cuentas, los grandes
números, en los que se condensa toda la actividad y los flujos económicos de un
territorio.
Producto interior bruto (PIB) y renta
bruta disponible pueden parecer conceptos equivalentes, pero no lo son.
Incorporan matices reveladores de cuál es la verdadera naturaleza de los
vínculos económicos entre Canarias y el resto del país. Son los de un territorio
del que se extraen rentas para su redistribución en otras regiones. Canarias es
la comunidad menos favorecida en el reparto, a pesar de tratarse de una
comunidad autónoma por debajo de la media en PIB per cápita. Con el PIB per
cápita se calcula la producción que por todos los conceptos se origina en un
país, región o territorio.
Con la renta bruta disponible calculamos
qué importes podemos realmente imputar al ciudadano de ese territorio y para
eso tenemos que calcular el saldo de su relación con el exterior, con el resto
del país: el de la balanza comercial y de servicios (bienes de todo tipo,
turismo en uno y otro sentido, finanzas, seguros…), el saldo de las
administraciones públicas (los ingresos del Estado y el retorno por la vía de
los presupuesto generales del Estado o asimilados), los saldos de la Seguridad
Social (cotizaciones por una parte y prestaciones que se abonan a ciudadanos
con esa residencia), transferencias de rentas entre ciudadanos con uno u otro
origen…
Coloquialmente, es sumar todo lo que
entra y restar todo lo que sale. En definitiva, todo aquello que suponga una
relación económica con los distintos territorios que conforman el país. El
resultado es que de cada canario (de cada niño y cada adulto; de cada activo
empleado y cada parado) se detrajeron 359 euros para ciudadanos residentes en
el resto del país en 2010, muchos de ellos residentes en territorios con una
renta muy superior a la canaria. Son algo más de 718 millones de euros anuales
los que por muy diversos conceptos se detraen de la economía canaria para
remunerar agentes económicos (empresas, familias o administraciones públicas)
de otras regiones del país. Un caso insólito en un país desarrollado y más
propio de regiones con una relación de tipo colonial con sus metrópolis.
En España no hay otro caso semejante,
salvo Murcia, con un saldo ligeramente negativo en 2010. No hablamos de
compensación, hablamos de una situación donde ni siquiera se aplican los
mecanismos para evitar la descompensación que efectivamente se produce. No se
aplican pero existen.
El Régimen Económico y Fiscal canario
contempla un instrumento que, al menos parcialmente, puede ayudar a equilibrar
esta injusticia y es la obligatoriedad de equiparar a Canarias con la media de
inversión del conjunto de comunidades autónomas. Una medida sistemáticamente
incumplida por todos los gobiernos de la democracia y que solo se ha corregido
parcialmente en aquellos años en que el peso específico de los nacionalistas
canarios era relevante en los equilibrios políticos del conjunto del estado.
Pero no es suficiente, al necesario cumplimiento de las medidas contempladas en
el REF, se tiene que unir la creación de la Hacienda canaria con capacidad para
administrar todos los recursos que se producen en las Islas, para que se
incorporen mecanismos que permitan compensar los ingresos que se generan en
Canarias por las multinacionales españolas de la energía, de la banca, de las
comunicaciones… Éstos se declaran y remuneran fuera. No hay reivindicación más
justificada que ésta para el debate territorial en el estado español.
*ECONOMISTA
[1] Contabilidad
regional 2008/2011