Canarias
en peligro
Jaime
Morera
Marruecos,
con una tiranía institucionalizada en siniestra monarquía teocrática de lo más
corrupta y asesina del planeta, necesita para su continuación y supervivencia
constantemente expansionar su imperio, porque si no implotaría social y políticamente;
como el Pueblo Saharaui de nuestro vecino Sahara Occidental, tristemente puede
dar fe.
No
es secreto para nadie que tal detestable tiranía siempre ha ambicionado y
codiciado a nuestro Archipiélago al que, insultante y descaradamente, incluye
con ostentación en su mapa de carreteras; y el que de una manera solapada
controla nuestras aguas marítimas y espacio aérea entre las islas. Lo que
peligrosamente implica que en un momento crítico de confusión y debilidad de
la nación que nos coloniza, España; tiene el potencial de cercarnos y dejarnos
incomunicados aún entre nuestras mismas islas, para así hacernos rendir y
chantajearnos en sumisión.
Todo
ello con el apoyo tácito de su protector y patronizador EE.UU., los países árabes
y el resto del mundo islámico en expansión, máxime por nuestra condición
africana; la que de una manera papanatamente insensata tratan de ignorar los
renegados de esta tierra, chúpteros idólatras del colonialismo aquí en
Canarias. Es así que tal imperio siempre fieramente se ha opuesto a nuestra
independencia en todos los foros internacionales. Y de hecho ya tiene comprada y
sobornada a muchas voluntades entre nuestros corruptos políticos -traidores
quintacolumnistas lacayos del colonialismo- que, junto a la población marroquí
ya emigrada a nuestras islas y el resto de los otros numerosos afroislámicos
aquí ya instalados, suponen una terrible avanzadilla y tenebroso ‘Caballo de
Troya’ dentro del corazón de nuestro propio territorio. Verdadero caldo de
cultivo en potencia de violentos y sanguinarios jihadistas. Terrible realidad
que es de incautos suicidas ignorar. Recuérdese el funesto acto terrorista del
11 de marzo de 2004 en el mismo
Madrid, todavía “misteriosamente” sin resolver e impune.
El
colonialismo, además de ser una catástrofe económica, demográfica y
medioambiental aquí en el Archipiélago, usurpa a los canarios de los básicos
y justos derechos en nuestra tierra, resultando un continuo peligro para la
seguridad e integridad del territorio, siendo un prolongado acto de piratería
transcontinental, anacrónica, ilegítima y políticamente inaceptable e
insostenible en el siglo en que vivimos. Convirtiendo
Canarias en miserable TIERRA DE NADIE, susceptible a la depredación rapiñera
de intereses foráneos.
Canarias
necesita el reconocimiento y respeto internacional de la legalidad de la
independencia para su seguridad territorial, como ya la disfrutan nuestras
vecinas islas de Cabo Verde y las del resto de nuestro continente: Islas de
Santo Tomé y Príncipe, Isla Mauricio, las diminutas Comores y las islas
Seychelles. Todas ellas intocables ni amenazables por ningún otro estado, por
muy cercano, grande ni poderoso que sea.
El
estado de Belice (anteriormente Honduras Británica) vivía continuamente
amenazada por su colateral Guatemala, al que reclamaba como su departamento 23,
hasta que el 21 de septiembre de 1981 consiguió su independencia, silenciando
así para siempre las pretensiones anexionistas
de su vecino país. Lo mismo pasó con Timor del Este (anteriormente Timor
Portugués) en relación al coloso islámico de Indonesia que consideraba su
provincia 27, hasta que alcanzó la independencia el 20 de mayo de 2002,
poniendo definitivamente con esto fin a tal peligro anexionista.
Como
vulgarmente se dice, ‘muerto el perro, se acabó la rabia’, o en nuestro
particular caso, terminado el colonialismo con la independencia, se acabarían
los peligros y otras muchas calamidades infligidas sobre nosotros por tal
abyecta tiranía.
Publicado
en el periódico El Día, Sección Observador, 08-01-2013