Ofrecen
Canarias como burdel
Isidro Santana León
“El
consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz, desvela que
el Gobierno regional ofrece Canarias como base logística para organizaciones
norteamericanas con intereses en África”.
El de marras, anunció, jactancioso, la intención que
tiene el Gobierno Colonial de entregar a la Matria a
los deseos lascivos del proxenetismo extranjero, sobre todo al yanqui y, cuales
palanganeros, intervenir por España para que el negocio goce aparente legalidad
y pudicia. Ya anunciábamos que la intervención en Malí, contra el nuevo Estado
de Azawad, fue una treta para que el
neo-imperialismo, en este asunto encabezado por Francia, operara militarmente
en África, bajo la “autorización” de la Comunidad Económica de África
Occidental (organización que, si bien los países que la componen gozan de
presidentes electos por sufragio universal, sus pueblos carecen de garantías de
derecho y de justicia), con la única finalidad de rapiñar las materias primas,
ya que la crisis neoliberal lleva a la banca rota a las históricas potencias
capitalistas.
A mí me hubiera gustado que los países africanos se
desarrollaran tirando de su propia soberanía y que Canarias jugara
un papel fundamental en el intercambio y la cooperación. Sin embargo, la boñigarquía, que nos mangonea en esta pornográfica colonia,
piensa seguir arrodillándose ante sus amos de la Metrópoli para mantener el
prostíbulo rentable y a perpetuidad y de paso satisfacer los intereses
imperialistas en el continente africano. La argucia utilizada para tal
propósito, aprovechándose, demagogo, de que hay cerca de 300.000 canarios sin
trabajo, es que las supuestas inversiones contribuirán a que el Archipiélago
pueda superar la actual recesión económica. No obstante, ni siquiera son
inversiones que creen algún tipo de economía productiva en nuestro
archipiélago, sino que se trata de alquilar nuestras instalaciones para
depósito y tránsito de mercancías que se producen fuera de Canarias y para
aprovisionar contingentes militares que operarán en los países africanos a fin
de mantener el control para el saqueo de sus riquezas. Bien sabe él, o debería
saber, que el actual retroceso económico en nuestra nación no se puede superar
ni reorientar mientras seamos una posesión de España, ya que el problema no
radica en las posibilidades de crecimiento del Archipiélago, sino en el caos y
la debacle en que se ha metido la Metrópoli al desmantelar sus sectores
productivos, para suplantarlos por la especulación inmobiliaria y el
enriquecimiento rápido y desmedido, así como la dilapidación del erario público
que han hecho, principalmente, la oligarquía financiera, política y
empresarial, dispendio que está pagando Canarias y su pueblo, sin habérselo
comido, bebido ni olido. De todos los cambalaches que se hacen en Canarias, la
Metrópoli se lleva el 90٪ o más, de sus beneficios, además, como es
natural de una colonia, pagando nuestro archipiélago el gasto de la limpieza
del fin del espectáculo.
«La necesidad de generar empleo de forma específica
“para la población local” y el refuerzo del Régimen Económico y Fiscal de
Canarias son puntos de importancia, según el Consejero». Me gustaría que la boñigarquía canaria definiera de una vez cuál es la
población local, pues, aquí, todo foráneo que llega de España y de Europa se
instala sin invitación alguna, y los de otras nacionalidades se convierten en
canarios mediante un rápido bautizo burocrático, pasando, inmediatamente, a
tener los mismos derechos que los originarios, nativos y descendientes. La
necesidad de generar empleo no pasa exclusivamente por llamar a la inversión
extranjera –y menos en condiciones coloniales– sino,
como base fundamental, por desarrollar los sectores productivos acordes a
nuestra singularidad y potencialidad, asunto del que ha hablado desde antaño el
Gobierno de la Colonia, pero del que no han puesto en marcha ni un solo
proyecto canario. Esta boñigarquía, feudataria del
colonialismo español, anda siempre a la caída de cualquier inversión de allende
los mares, por ser negocios que les rentan grandes estipendios en forma de
comisiones y otros pagos en B, tanto a ella como a sus familias y amigos;
además, los negocios de la empresas multinacionales no dejan en el tesoro
canario la parte correspondiente del capital que genera en nuestras islas, ya
que por ser colonia no contamos con un sistema tributario que obligue a las
empresas, incluso españolas, a pagar el impuesto de sociedades y que éste
revierta en el desarrollo de nuestra nación. Pero claro, negociar el Régimen
Económico y Fiscal de Canarias importa más que emprender una política de
estructuración productiva y económica nacional, porque las partidas concedidas
por mendicidad no van destinadas a crear una economía productiva, y de ellas se
pueden desviar suculentas cantidades que van a para a las cuentas de los
mafiosos que nos gobiernan. También pone como pretexto, el consejero Ortiz, que
Canarias no reduce la tasa de paro porque desde el
2007 la cantidad de foráneos europeos que se han incorporado al mercado laboral
en las Islas ha sido una constante, mayor que en el Estado. Justificaciones y
más justificaciones pero, por cobardía, ineptitud y vasallaje, no van a la raíz
del problema. Estos esbirros no han tenido el arrojo y la decencia de promover
y luchar por una Ley Reguladora de la Residencia –como tantos le hemos
reprochado, por ser una necesidad intrínseca, entendida nuestra limitación territorial–, siendo un contrasentido que el Consejero
lloriquee una vez más porque el paro sube en Canarias debido a que miles de
colonos arriban a las islas a competir por los empleos con los nativos… ¿y
quién tiene la culpa? ¡Llevan ustedes gobernando treinta años! ¿Qué han hecho
además de participar en los pelotazos inmobiliarios, de desaparecer el fondo de
la RIC, de embolsillarse las ayudas del IFEM, de
dilapidar el dinero público en el caso Tindaya…?
¿Además de estar metidos en corruptelas, qué han hecho los gobiernos de
Canarias en sus diferentes legislaturas, que se pueda honrar de beneficioso
para el pueblo originario del Archipiélago?
Hasta con la vivienda pública le han dado prioridad a
muchos foráneos antes que a los nativos, y entre los nativos, prioridad al
amiguismo y al nepotismo. Habría que revisar caso por caso el asunto de las
viviendas sociales en Canarias, a ver cuáles cumplen con la legalidad. La casta
judicial, quien dice que el pueblo la confunde con el Consejo General del poder
Judicial (gobierno de los jueces elegido por el parlamento) y que protesta –así
lo manifestó en la radio una representante de Jueces para la Democracia– por la falta de medios para poder juzgar los
grandes asuntos de corrupción política y empresarial, algo tendrá que ver en
todo el embrollo… ¿no?: tampoco ha habido mucha voluntad por parte de los
jueces y fiscales, y tantos que se han inhibido en los asuntos magnos, a saber
por qué razón. Podríamos hablar desde el caso Canódromo, al que el Tribunal de
Justicia de Canarias quiere darle carpetazo a una sentencia que dicto el propio
tribunal y tantos otros que no se atreven, no por falta de medios, sino porque
son ustedes parte del sistema colonialista español en Canarias y, aunque se
hagan llamar legal, están instalados en la colonia ilegítimamente. El pulso sí
que no les tiembla para meter en la cárcel a enfermos, pobres y desamparados.
En una colonia todo está podrido aunque lo establecido de apariencia de
democracia y de legalidad. La monarquía, el poder legislativo, el poder
ejecutivo y el poder judicial son pilares de una estructura extranjera –española–, impuesta en Canarias. Mas temprano que tarde
tendrán que sacar sus rejos de nuestra patria.