Cabras
y tabaibas
El
Padre Báez
Vuelvo,
porque me lo piden…
… Y lo hago con dos ejemplos -con los más
de dos mil que pudiera poner-; pero, sabido es, que si me he retirado, lo es por
un tiempo -el que tarde en escribir: “Tres siglos de la otra historia de Telde”, en la que me encuentro
empleado a tope.
-
Pues,
¡al grano!: que teniendo las cabras más hermosas del mundo, como son las del
macizo del noroeste de la isla (dícese Güi-Güí), cuya leche sin ser ordeñada,
se la mama toda las crías, y cuyos progenitores parecen becerrøs, dado que
libres saltan por aquellos riscos pétreos y barrancos tras las hierbas propias
de arroyos de aguas que van al mar, y que con cuadriles y pechos de asombro, por
aquellos andenes, al ser biológicamente una especie única en el mundo, al
adaptarse al medio (y que capturadas vivas, se mueren, porque se niegan a comer
aunque estén en rebaños domesticados), el cabildo quiere acabar con ellas al
estilo Oeste, ¡a tiro limpio! Y ello, para plantar 45.000 sabinas y cedros,
donde no pega, ni prende absolutamente nada, y todo por un dinero Life, que les
cae de Europa, la que ni vigila ni controla la viabilidad del proyecto, porque
conocedor uno del lugar, por acampar por aquellos lares durante 36 años
seguidos, sabe es un dinero ganado, para plantas perdidas, y ganado desaparecido
(ignorando los del cabildo que las cabras favorecen a la biodiversidad).
Y,
a la altura de este mi comentario, la pregunta: ¿qué gobiernos cabildicio y el
otro son estos, que tiran el dinero y matan animales cuyos ejemplares son únicos
y excepcionales, siendo ellos, lo único que se cría en dichas altitudes y
latitudes? Pero, el asombro llega a mayúsculo, cuando una empresa centenaria,
no puede expandirse más allá -agotado el material (me refiero a la cantera de
Arucas)- porque hay unas tabaibas de por medio que son y están protegidas (y se
favorece antes a tres tabaibas que a 50 obreros que irán al paro, y una
industria histórica al cierre); y ello, a pesar de tener cual planta invasora
que capitaliza toda la isla la dicha planta lechera o lechosa (sin que su leche
se tome, ni se haga queso con la misma), en cantidades tales que no se cuentan
por millones los ejemplares de dicha arbórea, pues pasan de billones y billones
al colonizar todo terreno baldío o abandonado, barrancos y montañas, laderas y
tesos, ante la prohibición de cultivar o plantar algo en elløs, al carecer de
permiso el dueño y propietario y ser multado todo aquel que ose llevar una
azada al hombro o una jose -hoz- en las manos. Pues, a pesar de ello, si usted
se roza por una tabaiba, y le quita un gajo (o rama), prepárese para pagar una
multa millonaria.
¿Qué
gobierno tenemos que entrega el territorio todo a la explanación total de una
planta que lo envenena todo, y que
si te rozas con el envés de la mano, y sudando te la pasas por la frente te
quedas ciego tres días? Pues, como excepción -por el trabajo que ahora hago-,
tenemos dos de los absurdos y ridículos mayores de idiotez sin cuento, para el
Guiness de los récords: plantar árboles en Güi-Güí (gu-guy), y dejar
todo-todo, se llene de tabaibas, sin más. Y nadie pide la disolución y
desaparición de cabildo tal y lo otro.
¡De
pena, usted, de pena!
* Fernando Báez Santana, Pbtero.
Artículos del Padre Báez publicados en El Canario y en El Guanche
Redacción:
Celebramos el reencuentro del Padre Báez con sus lectores y con nuestro digital www.elcanario.net al tiempo que le animamos, como le hemos reiterado últimamente, a que compagine sus colaboraciones con su labor literaria, periodística y pactoral (en el sentido religioso y también en el de su amor al campo, dignificando a los campesinos y a los pastores. ¡Se echaba en falta sus apasionados escritos!