¡Vivan las cabras libres!: ¡Vivan!

 

[¿Por qué el colonialismo introduce muflones y arruis mientras asesina nuestras cabras?]

 

 

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera especie invasora aquella especie que tiene un impacto negativo en la biodiversidad, definición que ha sido asumida por el Convenio de Diversidad Biológica.

 

Muflón

 

 

Fue en el año 1971 cuando se inició la suelta incontrolada del muflón en el Parque Natural del Teide (Tenerife) y pocos años después su población se aproximaba al millar de ejemplares. Aún vivía el antepenúltimo dictador del Estado español y el fascista régimen obsequió a sus acólitos con el capricho de habilitar el Parque Nacional Canario del Teide con ejemplares de caza mayor.

 

La longevidad del muflón es de 10-20 años y su capacidad de incremento poblacional (número de descendientes/año) 1-2 por año. La edad de madurez sexual en los machos es de año y medio, mientras que en las hembras son dos años.

 

Especies vegetales amenazadas o extinguidas por la introducción del muflón:

Rosal del Wanche (Bencomia exstipulata), Cabezón (Cheirolophus mettlesicsii), Jarilla de las Cañadas (Helianthemum juliae), Pico de paloma (Lotus berthelotii), Cardo de plata (Stemmacantha cynaroides), Rilla (Cerastium sventenii), Tajinste  (Echium auberianum), Pompón de las Cañadas (Erigeron calderae), Hierba conejera (Silene Nocteolens), Garbancera canaria (Cicer canariensis).

 

Arruí

 

 

Por si no hubiera sido suficiente con la introducción del muflón, en el año 1972 se procedió a la introducción en la Caldera de Taburiente del arruí. La longevidad del arruí es de 20 años (en cautividad), con una capacidad de incremento poblacional (Nº descendientes/año) de una cría por año, siendo habituales los partos gemelares y más raros los trillizos. La edad de madurez sexual es de 14 meses en los machos y 9 meses en las hembras.

 

Especies vegetales amenazadas o extinguidas por la introducción del arruí:

Rosal del wanche (Bencomia exstipulata), Centaurea o cabezón (Cheirolophus santos-abreui), Helianthemum cirae, Corazoncillo o cienfuegos (Lotus pyranthus), Herdanera (Teline Splendens), Rilla (Cerastium sventenii), Cabezón negro (Cheirolophus arboreus), Col de risco garafiana (Crambe microcarpa), Tajinaste (Echium Gentianoides), Garbancera canaria (Cicer canariensis), Tajinaste (Echium wildpretii trichosiphon), Lactuca palmensis, Tajinaste (Echium gentianoides).

 

¿Por qué el colonialismo introduce muflones y arruis mientras asesina nuestras cabras?

 

 

Los cabildos de Gran Canaria (Tamarán) y Fuerteventura (Erbani), instituciones gobernadas por esbirros al servicio del más que rancio colonialismo español, la han tomado con nuestras cabras, llegando al vil asesinato de las mismas, concretamente en Tamarán y, curiosamente, mentando defender la biodiversidad, los muy rebenques.

 

En la actualidad, la investigación científica se rige por el principio conocido como las tres erres: Reemplazo del uso de animales por técnicas que no los necesite siempre que sea posible, Reducción al mínimo del número de animales utilizados y Refinamiento, asegurándose de que los animales sufran lo menos posible. Por ejemplo, cuando se utiliza una rata en una experimento científico que implique el sacrificio del animal dicho sacrificio se realiza de la forma menos cruenta y dolorosa posible. Paradójicamente los “sesudos” responsables del cabildo contrataron a verdugos caprinos, francotiradores que dejan agonizando a los inocentes animales durante un intolerable tiempo.

 

Nuestras cabras llegaron a Canarias de la mano de los primeros pobladores, adaptándose al territorio probablemente mucho mejor que algunos humanos, por utilizar un término suave. El “Le Canarien”, escrito hace más de 700 años por los esclavistas y genocidas Bethencourt y La Salle, dice textualmente hablando de Tamarán: “Es un país lleno de grandes bosques y de pinos y abetos, de dragos, de olivos, de higueras, de palmeras que producen dátiles y de muchos otros árboles que producen frutas de diferentes maneras. Tienen trigo, habas, cereales de toda clase, todo crece allí y son grandes pescadores y nadan maravillosamente. Son hermosa gente y bien formados y sus mujeres son muy hermosas. Están bien provistos de animales, a saber, cerdos, cabras y ovejas”. El país presenta llanos y montañas y se puede ir cabalgando por todas partes, y se hallan en cuatro o cinco puntos arroyos de agua dulce corriente, capaces para mover molinos. Y junto a aquellos arroyos se hallan grandes boscages de arbustos que se llaman ‘tarajales’, que producen una  goma de sal hermosa y blanca”. “Están bien provistos de quesos, que son sumamente buenos, los mejores que se conocen en estas regiones y, sin embargo, están hechos solamente con leche de cabras, de las cuales todo el país está lleno, más que ninguna de las demás islas; y cada año se podrían coger 60.000 cabras y aprovechar su cuero y su grasa, de la cual cada animal rinde mucho, por lo menos 30 o 40 libras. Parece mentira la grasa que rinden, y también parecer mentira que la carne sea tan buena, mucho mejor que la de Francia, sin ninguna comparación” (pp 165-8).

 

Fue el médico francés Verneau el que, en su libro “Cinco años de estancia en las Islas Canarias”, aseguraba en el siglo XVIII que El Hierro y Gran Canaria eran las islas con mayor futuro debido a la abundancia de agua que poseían, directamente relacionado con la abundante vegetación. De hecho hasta hace relativamente poco tiempo eran frecuentes las postales de los Tilos de Moya con enormes cascadas de agua.

 

¿Son las cabras las responsables de la desertización de Tamarán? La destrucción y degradación de Tamarán en particular y de Canarias en general se inicia tras la invasión española con la expoliación económica del colonizado territorio. Es conocido que el norte grancanario estaba ocupado por un densísimo bosque de 1aurisilva, mientras que desde el pinar de Tamadaba hasta el sur (Arguineguín, Ayagaures) se extendía el bosque de pino canario. Y el lentisco dominaba en el que fue también frondoso monte de este nombre, como consta en numerosas documentos de los primeros decenios del siglo XVI. Una vez iniciada la colonización con el establecimiento de los invasores, el aprovechamiento industrial del monte, la roturación de tierras para la agricultura y la alteración del ciclo natural de las aguas tendrán como resultado el progresivo retroceso del majestuoso bosque original isleño. Los nuevos amos han terminado de realizar el trabajo, acabando con el sector primario, interesadamente, para hacer más dependiente nuestra economía si ello fuera posible, persiguiendo a nuestrøs agricultorøs y ganaderøs en vez de protegerløs como es su obligación.

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

Movimiento UPC

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