CABILDOS, FUTUROS GOBIERNOS INSULARES SOBERANOS

DE LA REPÚBLICA FEDERAL KANARIA

 

 Hace justamente un siglo, el 11 de julio de 1912 regresaban los Cabildos Insulares a la vida pública canaria, tras largas luchas sobre todo de las Islas poblacionalmente menores, después de haber sido suprimidos arbitrariamente por las centralistas Cortes de Cádiz un siglo antes. Estos órganos administrativos de gobierno fueron instaurados por la Corona española una  vez pacificadas, nunca conquistadas, las islas tras la guerra de ocupación colonial, iniciada en el Siglo XV contra nuestros antepasados imazighen, como primera experiencia del nuevo régimen administrativo previsto para los territorios ultramarinos, sustancialmente diferente del aplicado a las instituciones públicas que operaban en la Metrópoli.

 

La autonomía de los Antiguos Cabildos

 

A diferencia de los Concejos o Ayuntamientos castellanos, los Antiguos Cabildos Insulares tenían amplias competencias de gobierno. Legislaban con sus propias Ordenanzas Insulares  y establecían sus propios derechos y tributos,  o gravámenes a la importación y exportación,  como el  Haber del Peso, que se considera el precedente de los Arbitrios Insulares. Entre sus principales competencias, aunque atendían prácticamente a todas las funciones de gobierno, cabe destacar:

 

Derecho de Petición ala Corona y de ‘Placet’ (obedecer pero no cumplir órdenes reales caso de contra fuero, solicitando a la Corona su anulación); elaboración de Informes a la Corona y Capitanes Generales a petición de éstos; designación de apoderados o diputados para representación ante la Corte, así como de agentes comerciales en el extranjero; ordenación de la policía urbana y rural; ordenación de cultivos, control de precios, vigilancia del comercio interior y exterior; regulación del valor de la moneda; fijación de jornales, administración de la Hacienda insular;  concesión de licencias de construcción; tribunales de apelación civil y criminal; propuesta y  nombramiento de cargos castrenses como alcaides, condestables y artilleros.

 

Cabildo de Chenet con moneda propia

 

Como símbolo de dicha amplia autonomía cabe destacar la política monetaria propia que llegó a aplicar el Cabildo de Chenet. Por Real Cédula de 1549 se faculta al Cabildo de Chenet para acuñar moneda en la fábrica de Sevilla: moneda de Plata y Vellón (Reales y Bamba antigua). Privilegio que mantiene durante más de 2 siglos, hasta 1776, cuando se sustituye por la de Castilla e Indias (Santo Domingo).

 

PRIMER PRONUNCIAMIENTO CABILDISTA INDEPENDENTISTA CANARIO EN 1810

 

Pero desde los Cabildos también se escribieron algunas páginas gloriosas precursoras de la independencia de Kanaria. Durante la invasión napoleónica de la Metrópoli se crea en 1808 la Junta Suprema de Canarias en  Aguere a convocatoria del Cabildo de Chenet y el Cabildo General Permanente de Canarias en Tamaran, siendo disueltos ambos por el Consejo de Regencia de Cádiz en 1809, que crea una Junta Central para todo el Reino, pero el Cabildo General niega toda obediencia al Consejo de Regencia y proclama un gobierno independiente en 1810, desconociendo también a la Comandancia General y la Audiencia y declarando la autoridad del Pueblo.

 

Este pronunciamiento independentista, que no llegó a prosperar, es paralelo a las insurrecciones en las colonias americanas, como la declaración de guerra independentista por la Junta Provincial de Caracas también de 1810 y tanto desde la Junta Suprema como del Cabildo General se plantean posibles escenarios al margen de la soberanía española, desde la Independencia, hasta la Asociación a otra potencia como Inglaterra, EE.UU., Brasil o la Gran Colombia.

 

‘La Pepa’ centralista anuló los Cabildos

 

Las Cortes de Cádiz promulgaron una Constitución Española, el día de San José de 1812, que si bien abolía el Antiguo Régimen de carácter estamental e instauraba los Ayuntamientos y Diputaciones, mediante el voto popular, aplicaba a la colonia un régimen  administrativo provincial que podía ser válido para la Metrópoli pero resultó nefasto para Kanaria.

 

Desconociendo su valor histórico, fueron anulados los Cabildos y para sustituirlos nos impusieron una Diputación Provincial, que a la postre fue el germen de la discordia, sembrando  la división entre los sectores dominantes de Chenet y Tamaran, y marginando a Benahoare y las antiguas Islas de Señorío, Titeroygatra, Erbania, Gomhara y Hero, que iniciaron una dura lucha para obtener sus propios órganos de representación popular.

 

Lucha por su recuperación

 

Tras la irrupción a nivel estatal del regionalismo o federalismo, tanto a finales del Siglo XIX, como  a principios del XX, surgen en todas las Islas movimientos favorables a la unidad de Kanaria y la autonomía. A partir de la I República (1873) aparecen los planteamientos federalistas en las Islas bajo la influencia de las ideas de Pi y Margall, surgiendo la destacada figura de Nicolás Estévanez, impulsor del ‘Compromiso por el Estado Canario Federado’.

 

En las Elecciones a la Diputación Provincial de 1896, se concreta una alianza en Erbania y Titeroygatra, bajo el liderazgo de Manuel Velázquez Cabrera y Leandro Fajardo Cabrera respectivamente, en base a la reivindicación de representación directa en la Diputación, de la cual carecían las islas menores como mejor prueba de su incapacidad para satisfacer las aspiraciones de todas las Islas. Ambas logran la anhelada representación directa pagando un alto coste, ya que en la misma noche de las Elecciones es asesinado a tiros en su domicilio Leandro Fajardo. Crimen nunca aclarado.

 

A principios del Siglo XX comienza a replantearse en España, tras la pérdida de las penúltimas colonias de Ultramar, la reorganización administrativa del Estado. En Kanaria, surgen varias propuestas como la dirigida a las Islas poblacionalmente menores por una Asamblea Popular de  Benahoare (20.08.1910) y bajo el liderazgo del abogado Pedro Pérez Díaz, contra la división provincial, por un régimen autonómico, la creación de los Cabildos Insulares y una Asamblea Regional en sustitución de la Diputación.

 

También la Propuesta de Plebiscito a iniciativa del majorero Manuel Velázquez Cabrera, que inicia su recogida de firmas el 21.07.1910, alcanzando las 3.338 rúbricas, en 21 pueblos y 5 corporaciones. Esta iniciativa solicita un organismo de administración insular, la Junta, con atribuciones para establecer una relación entre ellas a nivel archipielágico y representación parlamentaria en Cortes para cada isla. Propone además que las Juntas sustituyan en sus funciones a la Diputación.

 

Restauración en 1912

 

Finalmente, tras varios años de luchas anticentralistas el Gobierno español se ve obligado a promulgar la Ley de 11.07.1912, restaurando los Cabildos Insulares, contemplando la posibilidad de crear Mancomunidades entre dos o más de ellos y significando el primer reconocimiento post constitucional de un régimen administrativo especial canario, con tres niveles, municipal, insular y archipielágico, éste supeditado a la creación de una Mancomunidad de los siete Cabildos Insulares.

 

Como recreación del antiguo Haber del Peso recuperan su capacidad de autofinanciación a través de los Arbitrios Insulares, llegando a cumplir un importante papel en el desarrollo de las Islas, con la construcción de infraestructuras de todo tipo, puertos, caminos, carreteras, obras hidráulicas, sanitarias, educativas, asistenciales y deportivas, agrarias, pesqueras, industriales y turísticas, hasta que dicha  facultad recaudadora le fue usurpada por el Gobierno autonómico pro colonial creado en 1983.

 

Embriones de los Gobiernos Insulares soberanos

 

Ante la ruina actualmente sobrevenida en el Estado español, comienzan a oírse voces en favor de disminuir los aparatos administrativos coloniales y metropolitanos, para reducir el gasto público y ayudar a enjugar la impagable y descomunal deuda acumulada por el Estado y bancos españoles. En tal contexto se ha comenzado a tirar barro contra la pared hablando de una nueva supresión de los Cabildos en favor del mantenimiento del  Gobierno títere autonómico.

 

Desde estas páginas y en reconocimiento de las luchas de nuestros abuelos en favor de estas instituciones autonómicas insulares anticentralistas, de secular arraigo en Kanaria, reivindicamos su mantenimiento y potenciación, con la dotación de las mayores competencias de autogobierno, como embriones de los futuros Gobiernos Insulares Mancomunados soberanos.

 

Cabildos instaurados también por la Corona española en las colonias americanas,  que mantienen su vigencia en muchas de ellas tras alcanzar su Independencia Nacional, al ser instituciones que gozan de un fuerte arraigo popular. “Cumpleaños Feliz”  pues para nuestros centenarios Cabildos Insulares,  “Y que cumplan muchos más”, sobre todo como Gobiernos Insulares Mancomunados en el marco de nuestra futura República Federal Kanaria.


11-07-2012

 

Publicado en elguanche.net, 11-07-2012