"Sigo siendo nacionalista"

El sí pero no de Braulio

 

Isidro Santana León 

 

Asegura el cantante Braulio en una entrevista online hecha por Canarias7 el 22 de octubre del presente. -- ¿Cómo ha sido su transformación de nacionalista a otra cosa...? -Pregunta el periodista. -- Sigo siendo nacionalista, lo que no soy es cubillista ni del Padre Báez, ni del grupo de frikis que, desgraciadamente, encabezan cualquier iniciativa soberanista. -Afirma Braulio.

 

Esta declaración de malas intenciones la hace el ínclito, como siempre, cuando quiere vender su producto musical en Canarias, análogo a cuando gimotea rastreramente ante cualquier gobierno, de la orientación ideológica que sea, o que tenga el aparato de propaganda en su poder, para que le dé el programita de televisión, los directos musicales y las suculentas remuneraciones que, no menos, exige por su colaboracionismo. Nunca se le ha visto a este tipo un acto de solidaridad ni el más mínimo compromiso con la cuestión independentista, ya que todo lo hace oportunistamente y para fines lucrativos, ni siquiera expresar una declaración honrosa sobre la situación colonial de Canarias. Sí, sigue siendo nacionalista -dice, ladino, aprovechando la bronca entre la colonia y el estado, quedando por ver qué réditos sacará de esta coyuntura- aunque no tiene definida a ninguna nación como su patria, pues todas las que les brinden contratos, negocios y prebendas le vale. Su nación es cualquiera que le ofrezca estipendios porque, igual que algunos célebres, cual elemento mediático, se presta raudo al soborno dinerario y moral, mandándose a mudar con la pella hasta una nueva ocasión, sin importarle qué pasa en Canarias ni a su gente.

 

No me sorprende que un veleta de esta naturaleza, sin compromiso político ni social, dedicado a la vidorra hedónica nocturna, a gozar de todas las comodidades y antojos que se le apetecen, aparezca ahora atacando sutilmente a Antonio Cubillo, al Padre Báez y llamando friki a un sector del independentismo, como si él tuviera algo que ver con todo ello. Creo que mister Braulio se aprovecha de las conspiraciones y de las fragmentaciones que hacen la "cucas" en el independentismo canario, ejerciendo, gustosamente de cuca vocera en la repugnante labor de confusión -porque además es una chopa volona-, previendo hacerse un grupo de fan a costa de la cuquería, a la que denigrará cuando ya no le sirva para sus fines pancistas. Cuando sacó su disco "Canto a Canarias" el que escribe defendió tal obra como la de un independentista al que se le debiera considerar, creyéndolo más digno que los traidores Caco Senante y Pedro Guerra, pero me equivoqué: igual que éstos han aprovechado las efervescencias independentistas del momento para introducirse en el mercado, pasando, no obstante, a España, donde le compraron sus postizos principios, ha hecho el señor Braulio, acabando siendo -como certeramente le preguntó el periodista del Canarias7- no se sabe qué cosa.

 

Siempre fue un vividor este Braulio. Para hacerse oír atacó fervientemente la manifestación convocada por la Mesa de la Descolonización e Independencia de Canarias, en marzo del 2010, a fin de quedar bien con la prensa españolista y reaccionaria, posicionándose y despotricando contra el independentismo canario, como un abominable godo, y hasta retractándose del mensaje de una de las canciones de su disco, por ejemplo, "Mándese a mudar", arguyendo que no tiene nada que ver con la soberanía de nuestra nación, sino que se refería a otros asuntos irrelevantes...; casualmente, ahora se vuelve a convertir en soberanista, pero no friki, aunque, como siempre, bastante mamón y déspota. Tiene menos autoridad moral que una lombriz con chaqueta, para hacerle una sola crítica a Antonio Cubillo Ferreira -patriota que se ha jugado la vida por la independencia- y tampoco para enjuiciar a un sector soberanista que sufraga las iniciativas con el esfuerzo voluntarioso, abnegado, de tantos patriotas y sin recibir un solo euro de ninguna institución ni empresa, como sí lo hace este trepa para quedar bien con el poder allá donde le ponga el pesebre.

 

En la puerta del PUB que tiene en Miami, cuelga la bandera de los perros por un lado y la de España por otro: a ver si te decides por una nación, hijo de mi alma, da igual que sea España, pero determínate porque aquí, en esta colonia, sólo engañas a los lerdos que le huelen los peos al sistema colonialista español y a algún que otro nostálgico que lleva en las catacumbas desde los 70. El padre Báez ha sido capaz de poner la bandera nacional -de las siete estrellas verdes, para que sepas cuál es la bandera de Canarias- sobre el altar de una iglesia y en todas sus declaraciones se ha identificado independentista, por lo que, si te comparara con él no le llegas al vuelto de la sotana. Si Cubillo y su lucha por la independencia no hubieran existido tu bluff discográfico revolucionario no habría venido al mundo, porque, lo que creas -que además es bueno- lo haces al socaire de los acontecimientos, por interés dinerario y nunca por una cuestión honesta ni de principios. No obstante lo que ingenias como compositor lo cagas como persona.

 

La patria canaria, a la que tanto le cantas cuando te interesa, algún día será libre; entonces haremos oficial su himno "Canto de tierra", del grupo Taburiente, y tú serás la anécdota de un traidor más a Canarias, que te mereces el peyorativo de godo. ¡Mándate a mudar, Braulio!, ¡no hay cama para otro felón!

 

23/10/12

 

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