Bastión de la
identidad canaria
Mateo
López Rivero *
En la
madrugada del lunes 10-12-2012, recibimos la demoledora noticia: Antonio
Cubillo se nos fue para rendir visita a nuestros antepasados ilustres, Kebehi Benchomo, Tinguaro, Beneharo,
Doramas, Tanausú, Ferinto, Hautacuperche,
Secundino, Nicolás, Hupalupa y tantos y tantos héroes
de nuestra resistencia contra el colonialismo español.
Sin
duda, en ese ilustre tagoror reunido en el Tigot, su llegada fue recibida con vítores y aplausos, no
sólo por haber dedicado su vida a la noble causa de la independencia canaria,
sino en reconocimiento a las cicatrices que surcan su cuerpo, consecuencia de
las heridas de guerra causadas por el criminal puñal enviado por el Ministerio
del Interior español, para intentar asesinarle en su exilio de Argel.
Nuestra
asociación, Identidad Canaria, quiere hacer una valoración de urgencia sobre
tan sensible pérdida, por su importante aportación a la conformación y
consolidación de nuestra identidad nacional, desde la perspectiva etnográfica y
cultural. Aunque su trabajo en esta faceta identitaria necesite un análisis más
profundo que esperamos publicar en fechas próximas.
Antonio
Cubillo era toda una autoridad en la investigación lingüística vinculada al
pueblo imazighen (bereber)
y a las formas dialectales habladas por nuestros antepasados guanches,
integrantes del mencionado pueblo norteafricano, realizando muchos trabajos
científicos en coordinación con destacados investigadores como Serra Rafols, Álvarez Delgado o su maestro Moloud
Mammeri, en Argelia.
Sus
trabajos para rescatar la cultura y lengua de nuestros antepasados han ayudado
a desentrañar muchas dudas sobre nuestro origen, nuestros topónimos y
antropónimos de los antiguos canarios, muchos de los cuales fueron asignados a
decenas de miles de niños y niñas canarios, siendo hoy en día una práctica
habitual en las Islas la utilización de nombres aborígenes.
Como
profesional del Derecho destacó en su juventud defendiendo causas laborales,
durante la dictadura franquista, en sectores como las lecheras, panaderos,
estibadores portuarios y remolcadores, razón por la que debió exiliarse de su
patria durante 24 años. Gracias a su posterior especialización en Derecho
Marítimo, nos hizo ver las ventajas que tendríamos como Estado independiente,
en el caso de nuestro mar archipielágico delimitado
por las líneas de base rectas trazadas desde los puntos más exteriores de
nuestras islas y nuestra Zona Económica Exclusiva de
Antonio
nos enseñó a ver cómo nuestra condición dependiente de España nos impide
disfrutar de dichos espacios marítimos y los recursos en ellos contenidos,
teniéndonos que conformar ahora con
Tampoco
queremos olvidar en esta valoración de urgencia su aportación a la creación de
nuestra bandera de siete estrellas verdes, como secretario general del MPAIAC,
convertida hoy en símbolo de nuestras reivindicaciones nacionales, por haber
sido enarbolada en las más importantes luchas llevadas a cabo por nuestro
pueblo en las últimas cuatro décadas.
Quien
suscribe este escrito, en representación de Identidad Canaria, tuvo el honor de
contarse entre sus allegados más cercanos desde el momento de su regreso en
1985 y, de hecho, formé parte activa del Comité para el Regreso de los
Exiliados Políticos Canarios que promovió su vuelta a la patria. Aún recordamos
las decenas de miles de patriotas que fuimos a recibirle al muelle de Añaza (Santa Cruz) en agosto de 1985 y que aplaudimos su primer
discurso en La Marquesina, mientras los remolcadores hacían sonar sus bocinas
en señal de agradecimiento por las viejas luchas. Hasta pocas horas antes de su
último viaje al Tigot, eran frecuentes las llamadas
que recibía de él para intercambiar opiniones sobre la actualidad de la lucha soberanista canaria, siempre saludándome con la frase
"¿qué pasa, Eminencia?".
Desde
ya, anunciamos que nuestra asociación va a organizar diferentes actos de
homenaje a su memoria, que oportunamente daremos a conocer. En estos difíciles
momentos, Identidad Canaria quiere hacer llegar nuestro más profundo pesar a su
abnegada compañera Mayte, a sus hijos Romén, Echeyde y Gueton, y demás
familiares. El ejemplo de su lucha nos anima a seguir adelante con más
determinación, si cabe, en la defensa de nuestra cultura e identidad nacional.
* De Identidad Canaria