Bárbaros europeos en Canarias
«.» Jorge Dorta *
Atentado contra los grabados rupestres de Jaifa en Fuerteventura.
Estos días unos energúmenos pintaron una bandera española sobre unos grabados rupestres prehispánicos en la montaña de Jaifa declarada Bien de Interés Cultural. No es la primera vez que este lugar, patrimonio cultural de todos los canarios, sufre un atentado. Tampoco es el único sitio de Fuerteventura que destrozan, también ha habido atentados en el denominado Sol de Tejate, en la Montaña de Tindaya o la estación de grabados de Los Risquetes. Cosas de llenar Fuerteventura y Canarias de colonos españoles muertos de hambre.
Antonio Machado decía que en España de cada diez cabezas una piensa y nueve embisten. Ya conocemos al español, su prepotencia, su afán de dominio, el autoritarismo que lleva en el ADN, su falta de educación y de respeto. El español es como el talibán que trata de imponer su obsoleta visión del mundo a los demás por la fuerza si es necesario..., vencerán contra enemigos más débiles pero no convencerán. Los españoles no han cambiado desde que empezaron a venir a Canarias en patera hace 600 años a capturar esclavos y a matar su hambre. En su mentalidad de conquistadores, se creen que son es el sumún de la historia universal cuando son un país que en lugar de historia lo que tiene son antecedentes penales.[1]
No son modelo de nada, o al menos de nada bueno.
Ya Valle Inclán decía en Luces de Bohemia que España es una deformación grotesca de la civilización europea, que en España la inteligencia y el trabajo siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero. En España el mérito no se premia, se premia el robar y ser sinvergüenza. Por su parte.
El español es un bufón vestido de legionario que cree que se llena de gloria asesinando indios en América, esclavizando guanches en Canarias, bombardeando aldeas en el norte de Marruecos o moliendo a palos a abuelas que querían votar. Al español no le importa cual desigual, ridículo o grotesco sea el combate y llama a eso "honor" cuando ni siquiera sabe como se deletrea esa palabra.
El español busca la aniquilación del otro, la humillación del vencido. Eso le hace sentirse fuerte e importante, le hace sentirse valiente. Esa actitud esconde su profundo complejo de inferioridad y su aun mas profunda mediocridad. Al español le da igual pelear contra un toro al que el rejoneador con la pica ha desangrado previamente, que contra un nativo desnudo, que contra un molino. El se monta su película y se ve a si mismo como un conquistador, como un valiente.., y con ello, el pobre desgraciado busca la aprobación y la admiración de los demás - para compensar su complejo de inferioridad - cuando en el otro lo único que despierta es menosprecio.
Hatuey fue un cacique taino que organizó la resistencia indígena en Cuba. Hatuey mostró a los Taínos de Caobana una canasta de oro y joyas, y les dijo: "Este es el Dios que los españoles adoran. Por esto pelean y matan; por esto es que nos persiguen y es por ello que tenemos que tirarlos al mar... Nos dicen, estos tiranos, que adoran a un Dios de paz e igualdad, pero usurpan nuestras tierras y nos hacen sus esclavos. Ellos nos hablan de un alma inmortal y de sus recompensas y castigos eternos, pero roban nuestras pertenencias, seducen a nuestras mujeres, violan a nuestras hijas. Incapaces de igualarnos en valor, estos cobardes se cubren con hierro que nuestras armas no pueden romper."
Cuando los españoles capturaron finalmente a Hatuey, este fue condenado a la hoguera. A punto de ser quemado el padre Olmedo le preguntó si quería convertirse en cristiano para subir al cielo, Hatuey pregunto: "¿Y los españoles también van al cielo?" y al contestar afirmativamente el padreo Olmedo, Hatuey le respondió:"No quiero yo ir allá, sino al infierno, por no estar donde estén y por no ver tan cruel gente."
El español se ve como un conquistador lleno de honor y gloria, pero el canario lo vió como un ser patético y despreciable. Gauripas les decían, que en idioma guanche significa "hijos de la cólera", es decir una persona sin autocontrol ni honor, dominada por sus mas bajas pasiones. Este es la mejor descripción que nuestros antepasados encontraron para definir a aquellos que, sin mediar provocación por nuestra parte, vinieron aquí a matarnos, robarnos las tierras y las cabras, violar a nuestras mujeres y esclavizar a nuestros hijos.
Putos quemados sin palabra que mataron a su Dios. Gentes de corazón negro sin honor, que ignominiados en su misión no supieron ver más allá. En casi seis siglos no nos han dado ni la paz ni la justicia que predica su Biblia. Es hora ya de que se la devolvamos, porque ellos necesitan sus preceptos morales más que nosotros.
Desde su llegada trataron de imponer a la fuerza su cultura despreciable, y una religión y unos valores que ni eran los nuestros ni nada tenían que ver con nuestra esencia ni con lo que sentimos. De hecho vinieron a imponer una espiritualidad y unos valores que estaban muy por debajo de los nuestros.
El español es patético, su propósito es demostrar su superioridad ridiculizando y menospreciando al que ha vencido y en el proceso demuestra su mediocridad. No se da cuenta el patán que esta protegido contra el nativo por las botas de la policía y los militares y la toga de los jueces.., así es muy fácil ser valiente..., si no te iba a contar yo un cuento.
Español go home.., vete a hacerte el valiente a Cataluña, allí podrás pegar a las abuelas y a manifestantes pacíficos y el Estado te dará unas dietas, una medalla, un paseo en barco y un aumento de sueldo...
[1] España en lugar de historia lo que tiene son antecedentes penales.
Fuente: http://menceymacro.blogspot.com.es/2018/04/barbaros-europeos-en-canarias.html