Antonio
Cubillo Ferreira (*
Partido Nacionalista Canario, fue creado en 1924 por un grupo de
verdaderos patriotas Canarios en Cuba, independentistas desde luego, que
establecieron una bandera azul marino con siete estrellas blancas en la forma y
disposición del archipiélago. Para conocer el origen de esta enseña, tenemos
que remontarnos a sus antecedentes en la isla de Tenerife en 1907 e incluso
hasta el pueblo tinerfeño de Tegueste, donde se encuentra
Este D. Eduardo, era
hijo del que fue alcalde de
La situación política
en aquellos años de principios del siglo XX en Canarias, estaba enconada contra
la metrópoli, y en Canarias había muchos isleños que eran partidarios de
hacer como se había hecho en Cuba y Filipinas para liberarse del yugo español.
La metrópoli había enviado como Capitán General de Canarias a D. Vicente
Martitegui y Pérez Santamaría y como gobernador civil de Tenerife al Almirante
Ulate. La situación se fue complicando y Madrid pensó, que uno de los
culpables del mal ambiente contra la corona borbónica era el Ateneo lagunero,
por lo que decidió tomar cartas en el asunta para evitar un movimiento
separatista. Parece ser, que ante la actitud rebelde de los ateneístas y el
peligro que podía representar que volviese de América del Sur, el líder
independentista y obrerista, Secundino Delgado, que ya desde Caracas, con su
periódico El Guanche, en 1.897, había preconizado la independencia de
Canarias, el mando militar envió tropas para atemorizar la ciudad de Aguere, ya
que se habían gritado consignas antiespañolas, contra los Borbones y contra la
metrópoli.
Los ateneístas
laguneros se vieron obligados, ante la llegada de las tropas enviadas desde la
capital, a arriar aquella enseña del Ateneo de siete estrellas blancas sobre
fondo azul marino y las estrellas colocadas en forma de archipiélago, que habían
hecho los ateneistas laguneros, y desde el balcón y en el momento en que
aparecieron los soldados, se la tiraron a D. Eduardo Tacoronte Bretillard, quien
estaba en la calle frente a la catedral, el cual, envolviéndola bajo su
chaqueta salió corriendo hacia su casa de Tegueste donde la guardó
secretamente durante muchos años. El escritor y político tinerfeño, Don
Domingo Cabrera Cruz, en su libro de recuerdos titulado, ”Huellas del
tiempo” editado en Caracas, dice, de la bandera del Ateneo, ” Ella
simbolizaba un grito de rebeldía, una protesta contra los malos tratos de
funcionarios indeseables. Protesta que ondeaba a los vientos alisios de nuestro
cuadrante. El acto de arriar la bandera fue emocionante, lo presenció una
multitud que invadía la plaza de
Estas frases de Don
Domingo me confirman lo que me había contado de pequeño mi abuela paterna, Doña
Carmen Nobrega Estrella, lagunera y esposa de mi abuelo el Profesor de Dibujo
del Instituto lagunero, D. Guillermo Cubillo Aguilar, que lo vio todo cuando era
joven pues estuvo allí, y que me trasmitió este recuerdo que me sirvió para
cuando cree la actual bandera nacional de las Siete Estrellas Verdes en 1964, en
Argel, aunque mi abuela no se acordaba de cómo iban las estrellas en la bandera
cuando me lo contó, por lo que decidí adoptar la forma circular actual sobre
la franja azul celeste central, ya que el azul marino me sonaba a azul
falangista y porque además, las estrellas van en el cielo y no en el mar.
Cuando en 1.924, se creó en Cuba el Partido Nacionalista Canario (PNC), alguien
les recordó a los isleños en
Estos últimos años,
algunos políticos autonomistas y otros enemigos de la independencia quisieron
hacer creer a la gente que esta enseña del Ateneo lagunero había sido diseñada
por el prócer Secundino Delgado, el cual jamás hizo bandera alguna ni tuvo
nada que ver con estos acontecimiento de 1.907, ya que se hallaba en aquella época
entre Argentina y Méjico, donde había tenido que exilarse para huir de la
persecución del general Weyler y de las autoridades coloniales españolas, y
nunca había pensado en crear ninguna bandera como todos los que conocemos su
trayectoria sabemos.
Por suerte, y volviendo
a la historia, el destino ha querido que la gran mansión del patrimonio histórico
y artístico de Tegueste con parte de lo que fue la gran hacienda y la casa de
la servidumbre, como es la finca y casa de “Tacoronte”, cayera en manos de
un teguestero que después de comprar la quinta ha llevado a cabo unas rigurosas
restauraciones en sus edificaciones conservando esta joya de la arquitectura
tradicional canaria, como una reliquia por la que siente respeto y admiración y
a la que le da el valor que se merece, para conservar el recuerdo del sitios
donde se reunían en secreto los ateneistas de 1907, en el Menceyato de
Tegueste, huyendo de las miradas de los esbirros de la metrópoli.
Peor suerte corrió la
parte baja de esta hacienda, colindante al casco urbano de
Este partido estaba
luchando desde Cuba por la independencia de Canarias. Muerto el prócer
Secundino Delgado el 4 de mayo de 1.912, en Tenerife, tras larga enfermedad, la
metrópoli pensó que se había acabado la lucha por la independencia y para
contentar a la burguesía canaria, en julio de ese mismo año, otorgó la ley de
Cabildos y facilitó la ley de Puertos Francos de 1.852 para que la incipiente
burguesía canaria no pensase en la independencia como habían hecho las burguesías
de las antiguas colonias americanas. Pero los pueblos son tercos en defensa de
sus libertades y viejos compañeros de Secundino Delgado y otros que habían
combatido en Cuba contra los españoles, formaron el 30 de enero de 1.924, el
Partido Nacionalista Canario, el PNC, cuyo primer presidente fue José Cabrera Díaz.
José Guerra Zerpa, otro de los fundadores, fue compañero de Secundino
y coeditor del periódico ”El Guanche“, en Caracas en 1.897. Posteriormente
y ya en una segunda época de la revista del PNC, ”El Guanche“, fue su
responsable, Luis Felipe Gómez Wangüemert, junto con José Miguel Pérez,
fundador éste del Partido Comunista Cubano y también del Partido Comunista en
Tenerife que fundó con el tinerfeño Hostilio Rodríguez de
Pero el error que habían
cometido estos patriotas era pensar liberar Canarias desde el continente
americano cuando Canarias está en África y no en América. Además, África aún
no se había despertado del largo letargo colonial, cosa que iba a suceder después
de la segunda Guerra Mundial, a partir de 1.946.
En 1962, cuando tuve
que exiliarme de Canarias por cuestiones políticas, escribí una carta desde
París a
Al interesarme por la historia del PNC me dijo que en efecto, los patriotas que
habían fundado el PNC luchaban por la independencia de Canarias pero que al
cabo de los años se dieron cuenta que Canarias no estaba en América sino en África
y viendo las dificultades de la lucha poco a poco el PNC se fue diluyendo hasta
desaparecer. Cuando le dije que yo me iba para Argelia, que acababa de
independizarse me dijo que ese era el camino a seguir, pues Canarias es un
territorio africano y solo podía liberarse dentro del contexto africano. Que él
ya no estaba para salir de Cuba, donde había adquirido la nacionalidad cubana y
un hijo suyo había muerto en el asalto a Palacio, en el año 1956 cuando Fidel
Castro luchaba contra Batista y que me deseaba buena suerte. También me dijo
que durante la dictadura de Machado en Cuba y posteriormente durante otros
gobiernos cubanos y debido a las presiones españolas, los militantes del PNC
tuvieron que llevar su actividad política a través del Ateneo Canario en La
Habana, quien también se transformó posteriormente en un centro de la oposición
contra el dictador Batista y con el tiempo y la distancia, este primer partido
independentista canario se extinguió en Cuba.
Posteriormente vi a Gómez
Wangüemert en 1975, en Moscú en el Congreso Mundial de
Añaza, Tenerife, mayo
del 2001.
*
Abogado
y Presidente del Congreso Nacional de Canarias, fallecido el 10 de diciembre de
1912 en Santa Cruz de Tenerife.