La Banda Instrumental del dominio colonial

 

Un año más y van 517 en Tenerife, 519 en Las Palma, etc., el colonialismo español se dispone a humillar nuevamente a los canarios y canarias mediante la celebración del sometimiento, del aherrojamiento de nuestro pueblo por la fuerza de las armas, para lo que cuenta con toda la parafernalia colonial, resumida en la cruz y la espada, así como con todos los nativos mentalmente cautivos del colonialismo.

 

Parafernalia colonial resumida en la cruz y la espada, pero no reducida a esos instrumentos, pues España mantiene también cautivo al pueblo canario mediante las escuelas, en las que no se estudia la distintividad de nuestra gente, al estar ausente de las mismas nuestra cultura, incluyendo nuestro magnífico y conceptual idioma, nuestra historia e incluso nuestra geografía, interesadamente, para desarraigarnos, desubicarnos y desorientarnos mediante la reiterada mentira de que no sólo esto es Europa sino que hasta nosotros somos europeos. Europeos y españoles, como en su momento lo fueron los argentinos (malditos para el colonialismo español después de la expropiación de la pp-trolera Repsol) o como españoles fueron los filipinos o los saharauis. También los cubanos. La cruz, la espada y la escuela.

 

Esta gigantesca burla, iniciada, vil y cruelmente, desde nuestra mas tierna infancia, se proyecta y propaga a través de los medios de comunicación masivos, fundamentalmente la televisión, mediante la cual, indebidamente controlada y manipulada, se mantiene el escarnio iniciado en el jardín de infancia, haciendo realidad aquel chiste referido a una madre que visitó al pediatra con su retoño en brazos y le suplicaba” dígame como debo proceder para que mi hijo sea una persona educada, responsable, respetuosa y disciplinada”. “¿Qué edad tiene el niño?”, preguntó el desconcertado pediatra. “Seis meses” dijo la madre. “Pues ya no hay nada que hacer”, sentencio el pediatra para amargura de la madre. El subliminal mensaje colonial televisivo o televisado se reproduce por un importante porcentaje de la población que, actuando como auténticos clones, carece de opinión propia y no sólo repiten sino que defienden los mensajes mediáticos cincelados a partir de  la cruz y la espada. La cruz, la espada, la escuela y la televisión.

 

Son instrumentos que cuestan dinero, mucho dinero. Resultan muy caros, pero como nadie da duros a cuatro pesetas (o ahora euros a ochenta céntimos) los más de 41.000 millones de euros, repetimos, los más de cuarenta y un mil millones de euros que genera el producto interior bruto (PIB) de Canarias, a pesar de los 362.300 desempleados según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), uno de cada tres canarios en edad de trabajar, datos oficiales del gobierno español, los más de 41.000 millones de euros decimos “bien valen una misa”. La cruz (tachado, síntoma del miedo que la misma produce). Como botón de muestra de la espada nada mejor que el déficit actual del ejército español: 30.000 millones de euros o sea treinta mil millones de euros. Es el déficit del ejército español de ocupación en Irak, Afganistán, Los Balcanes, Líbano o Canarias. El precio de la escuela, aunque mala incluso como instrumento al servicio del colonialismo, este no se la puede permitir, motivo por el cual ha recortado su presupuesto, junto con la sanidad, en 10.000 millones de euros, incluso sin tener competencias en esas materias, transferidas a las mal denominadas comunidades autónomas, porque no lo son, a las que también ha matado del mismo tiro, probablemente por el déficit militar. La televisión también es muy cara y además extremadamente deficitaria, pero eso no importa, lo importante es su uso, siempre interesado; por eso el gobierno del mal denominado Partido Popular, porque no lo es, se reserva su control exclusivo, reformando su funcionamiento, otra reforma más, en función de sus intereses coloniales. Ya tienen amplia experiencia en ello. Cuando ganaron las elecciones anteriores la primero medida que tomaron fue la adquisición de la principal productora holandesa de programas de entretenimiento televisivo y televisado.

 

Para mantener esos gastos se necesita un potente sistema financiero colonial, que ha puesto especial cuidado en absorber todos los bancos y cajas canarias de ahorro, con el beneplácito del también mal denominado gobierno de Canarias, porque no lo es. Los dineros de los impositores canarios en la otrora CajaCanarias y Caja de Canarias, que están buscando entidades canarias no dispuestas a entregarse al mejor postor, equivalen al déficit del ejército español, 30.000 millones de euros. La banca, la cruz, la espada, la escuela, la televisión ¿Oíste, pariente?

 

Canarias, 30 de Abril de 2012.

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

(Movimiento UPC)