Por
favor, sus Majestades…
Cándido
Quintana ©
A los Reyes Magos me dirijo, aunque ante tantas carencias y
miserias por las que atraviesa el Mundo, hago extensivo este artículo/carta
también a Papa Noel, a Santa Claus y a cualquiera que pueda aportar, además de
la tradicional ilusión de estas fiestas, soluciones para que las cosas puedan
cambiar a mejor, por supuesto con mis mayores deseos de salud y felicidad para
todøs. Ya se que es harto difícil de conseguir, por las hambrunas y
precariedades que sufren gran parte de los habitantes de este maltratado y
manipulado planeta, pero es obligado intentarlo para que la vida tenga algún
sentido. Y mucho más en estas entrañables fiestas de Navidad y Reyes, en las
que los niños, esos niños que mueren diariamente a millares por desnutrición
y desatenciones sanitarias, son especialmente protagonistas.
Y la que se nos avecina no hace presagiar nada bueno, todo lo contrario,
no en vano los ricos son cada vez más ricos a costa de ahondar las pobrezas y
de poner en peligro la conservación de nuestro hábitat, el único lugar
conocido del universo en el que podemos vivir. Y todo ello, por las exacerbadas
ansias de riqueza de algunos y las complicidades, no exentas de lo mismo, de una
clase política y de unos gobernantes que deberían estar en la picota y no
llevando las riendas, como continúan haciendo para la desgracia colectiva.
En Canarias y en Tenerife, las cosas tampoco pintan nada bien, también
con cada día mayores carencias que machacan, ¡como no!, a los más desvalidos,
y los culpables, ¡los mismos! Es por esto que de manera reiterada, seguramente
pesada para muchos, imploro a
Por todo esto, excelsas Majestades de Oriente, Papa Noel, Santa Claus,
etc., les pido un esfuerzo especial en estas Navidades y en el próximo 2014,
para que los casos de CORRUPCIÓN
acaecidos en Tenerife, que son muchos, sean esclarecidos de una vez, que ¡YA ESTÁ BIEN! Tenemos que pasar por encima de tantas maquiavélicas
actuaciones interesadas político-empresariales y exigir responsabilidades, no
es tolerable que el interés personal se anteponga
al general cuando se gestiona lo público, lo de todos. En definitiva, se
trata de enriquecimientos claramente ilícitos procedentes, negligentemente o
no, de actuaciones que han dilapidado cantidad de recursos, como si de un atraco
a las arcas públicas se tratara.
Estoy seguro, queridos Reyes Magos, de que son conocedores de todo lo que
les digo, por la gravedad de tales deshonestas actuaciones. La dimensión es
tal, ¡y asómbrense!, de que en apenas un kilómetro cuadrado que ocupa, y me
estoy refiriendo a
Y si me he referido a un escaso kilómetro cuadrado y a lo que ha
cundido, porque como muestra un botón, y sin pretender trasponerlo en gravedad
a los más de dos mil kilómetros cuadrados que ocupa Tenerife, no debo terminar
sin hacer referencias a otro pequeño pero importante apéndice de ese kilómetro,
al MAMOTRETO, conocido también por “mamatreto” por razones obvias.
Y es que, con todos los porqués que queramos imaginar, aún dentro y bien
sujeto al botón Teresitas, la hebra del mamotreto se sale, y no sólo por su
maquinación y por como se fraguó. Basta con decir que recién comenzada su
construcción a la sordina, ante su manifiesta ilegalidad y la carencia de la
preceptiva licencia que lo amparara, fue denunciado públicamente por varios
Colectivos Sociales y la respuesta fue la que fue, con nocturnidad y alevosía
“a toda máquina”.
Estaba claro lo que pretendían, poder alegar ahora ¡como
vamos a derribarlo con todo lo que hemos gastado! y forzar así su
legalización a pesar de sus muchas ilegalidades. Su trasfondo es maquiavélico
y llamar sólo pícaros a sus responsables es un piropo. Hace unos días nos
tomamos el trabajo de contar las plazas gratuitas de aparcamientos que
desaparecerían si elevasen el límite de la arena de la playa que pretendían,
que no hace ninguna falta, y sumamos más de cuatrocientas, o sea tantas como
las del mamotreto, aunque este creo recordar que este tenía unas 200 reservadas
para el centro comercial, ¡casi nada! Buen regalo de reyes tendría Santa Cruz
y su ciudadanía, si la más que justa demolición del mamotreto se hiciera
efectiva en 2014 y sus responsables pagaran por tal desaguisado. Y tengamos en
cuenta que de los diez millones de euros que dicen haber gastado ya, nos iríamos
a más de 20 para terminarlo, por si están jugando con este tipo de innobles
sensibilidades.
Presidente de