En torno a la expresión "arrau tt aba n taurut"(Orotava
de Taoro)
Francisco P. De Luka
Objetivos y metodología.
Pretendemos
fundamentalmente en este trabajo una aproximación al análisis filológico de dos
conocidos restos toponímicos de la antigua lengua hablada en Tenerife anterior
a la conquista europea y referidos a una zona concreta
de la isla. Precisamente en ellos, como veremos más adelante, confluyen dos
dialectos de distintas procedencias geográficas continentales pertenecientes
ambos al gran tronco amazigh -o bereber- norteÁfricano. Hemos tenido que
sortear ciertas dificultades a la hora de llegar a la conclusión final,
sobretodo por el amplio camuflaje castellanizante que caracteriza casi al 75% de
las antiguas voces tinerfeñas y, por extensión, del resto de las islas. Si nos
referimos a la investigación en general de los antiguos y numerosísimos
vocablos canarios registrados documentalmente a través de la tradición oral,
constatamos que se trata en realidad de un complejo estudio arqueolíngüístico
que recopila, selecciona, subdivide y desmenuza, esta última fase consistente
básicamente en la focalización de los radicales continentales contenidos en la
voz isleña en cuestión.
El material que nos
proporcionan las fuentes etnohistóricas clásicas es muchas veces deficiente,
confuso e insuficiente, por lo cual es preciso "hilar fino" por parte
del investigador siguiendo, además, una línea lógica y racional conducente a la
observación de diversos factores geográficos, etnográficos, socio-históricos o
arqueológicos necesarios para la búsqueda de la solución final, tarea adicional
que se suma a la ya de por sí difícil labor meramente "técnica". De
especial importancia son los valiosos soportes que representan las "Datas
de Tenerife" de E. Serra Rafols (1978) o los "Acuerdos del
Cabildo" (1949), del mismo autor, en el caso concreto de los dos topónimos
citados "ut-supra".
El método elegido pues
es la lingüística comparada con los dialectos bereberes del Continente que
afortunadamente aún conservan hoy en día un alto grado de pureza, sobretodo en
las áreas montañosas del Alto-Atlas, Medio Atlas, Anti-Atlas y Valle del Sous;
en el macizo del Ahaggar (Sahara Central); en los montes de la Pequeña y Gran
Kabilia o en el macizo del Aurés argelino. Este aislamiento geográfico es el
que ha permitido liberar considerablemente estos dialectos de la todopoderosa
influencia árabo-islámica presente en el África Blanca desde el s.VII d.C.,
posterior al poblamiento de Canarias por los primeros grupos humanos bereberes
que la habitaron. Asímismo, el estudio "cross-cultural" de los
elementos etnográficos comunes con el área continental de la Tamazgha o
Berbería ayudan en muy buena medida a conseguir unos resultados satisfactorios.
Por otro lado, según
van surgiendo en nuestro trabajo voces guanches (topónimos, antropónimos o
nombres comunes) o de otras ínsulas merecedoras de atención por su interés,
hemos creído conveniente acometer igualmente su etimología acompañándola de
elementos etnoculturales e históricos. Estos últimos ilustran y consolidan la
estructura unitaria del pueblo canario, en la que la lengua hablada
perteneciente al gran tronco común amazigh es una constante que se repite en
las distintas islas (si nos atenemos a los "lenguas" o traductores
que llevaron consigo los conquistadores y a la labor investigadora en este
campo) a excepción de un mayor o menor número de variantes insulares propias y
características, aspectos todos que tendremos ocasión de demostrar a lo largo
del estudio.
Descripción
del Menceyato de Taoro y de La Orotava.
Actualmente la comarca
de La Orotava está constituída por el valle de su mismo nombre, formado
por un terreno de suave pendiente limitado al este por la ladera de Santa
Ursula y al oeste por la ladera de Tigaiga. Esta última voz toponímica
deriva del verbo "agg, uggi-a (pronunc: "ugguía"),
ttag"="ver desde un lugar alto o elevado un sitio situado más
abajo"; "mirar desde arriba", vigente en el Marruecos Central.
La forma isleña procede de una variante "agga" resultando el
compuesto" ti g yagga"="las o estas (tierras) allí donde
ver desde lo alto", siendo "g" la preposición "en,
allí donde", en clara alusión al mirador de El Lance por donde se desriscó
Bentor. Otras voces análogas con el mismo radical son la Ladera de Giaga, en
Valle Santiago, Santiago del Teide, Tenerife (E. Glez Sotomayor, EL
DIA,12-9-98), que nosotros traducimos por wi
agga<>güiagga<>giagga<>giaga, por pérdida de la diéresis
y de la vocal "u"="los o estos(lugares)de ver desde los
alto"; el barranco de Tiaga (B. Pérez, 1995:264) o Tiagia
(B. Alfonso I, 443) en Güimar, según Datas del año 1521, cuyo paralelo es Ti
agga o Ti uggi-a (pronunc: Tiuguía<>Tiugía, por pérdida de la
2ª vocal "u" y resultando al final Tiagia por conversión de la 1ª
vocal "u" en "a"); Bentayga, roque en Gran Canaria y
Bentayga o Bentayca, roca sagrada en el norte de El Hierro (Los
Santillos)<>wi n tayagga"="los o estos de la
"mirada"desde lo alto" ("n"= preposición
castellana de pertenencia "de").
Volviendo a la comarca
de La Orotava esta comprende los municipios de La Orotava, el Puerto de la Cruz
y los Realejos y al finalizar la conquista fue adquiriendo importancia
creciente por la abundancia de recursos y agua potenciándose especialmente, por
el establecimiento de numerosos asentamientos humanos, los territorios que en
el futuro constituirían el municipio y la Villa de La Orotava.
El Valle de La Orotava
pertenecía al antiguo menceyato de Taoro, el más poderoso y rico en
recursos y de mayor influencia de los nueve territorios
político-administrativos en que se dividía la isla de Tenerife ya mucho antes
de 1455 (L. de la Rosa, 1979:186). El cronista A. de Espinosa, refiriéndose a
Betzenuhya, primer mencey de Taoro (hijo mayor de Tinerfe y abuelo del Rey
Grande, Quebehi Benchomo o Bencomo, que gobernaba el menceyato en
la época de la conquista española a fines del s.XV), nos dice:"...y
señoreó el reino de Taoro, que ahora llaman Orotava, cuyo término fue
desde Centejo hasta la Rambla, aguas vertientes a la mar"(1980:40-41).
El límite occidental se ubicaba pues en la actual zona de La Rambla, también
llamada de El Rosario, en la desembocadura del Barranco de Ruíz y situada en el
límite del municipio de San Juan de la Rambla con el término municipal de Los Realejos.
Por el oriente limitaba con la trocha que bordeaba la orilla del barranco de
Acentejo, que lo separaba de Tacoronte.
Comprendía las
actuales jurisdicciones de La Victoria, Santa Ursula, La Orotava, Puerto de la
Cruz y Los Realejos (B.Alfonso II, 105).
Por otra parte,
atendiendo a los etimologías de los nueve menceyatos
tinerfeños nos planteamos la posibilidad de que a la hora de la partición
territorial de nuestra isla prevalecieran criterios económicos y de recursos,
así como relativos a accidentes geográficos. Citaremos algunos a modo de
ejemplo: Tacoronte, derivado de la voz touareg del Ahaggar: "takroumt(pl:tikrôumin)="la
mano cerrada o replegada" y por extensión: "lo recogido, curvado o
replegado sobre sí mismo"(m<>n), resultando "takrount",
en alusión metafórica a la cala o refugio de la Playa del Prix (en el suroeste
de la isla de El Hierro se encuentra el topónimo análogo de idéntico radical
"cala de Tecorone<>tekrôumin<> tekrôunin(m<>n)="las
recogidas"o calas); Icoden, referido al antiguo menceyato que hoy
ocupa en su mayor parte el municipio de Icod de los Vinos, entre otros (S.Juan
de la Rambla, La Guancha). Procede del vocablo "ikuren",
plural del sustantivo amazigh "akur"="bola, enjambre de
abejas", vigente entre las poblaciones Ait Iziyan del Medio Atlas,
(r<>d), resultando "ikuren<>ikuden. El origen
toponímico se encuentra en las abejeras salvajes de los altos del menceyato a
fin de beneficiarse del recurso de la miel silvestre, confirmado por la
información que nos da M. A. Fariña Glez ("Hª del Pueblo Guanche", II:287): "es verdad de que en la isla no habían colmenas
pero sí millares de abejares salvajes...". "También Marín y Cubas
dice que "no tuvieron colmenas sino miel silvestre de abejeras
enriscadas"; y nos cita un asalto de Alonso de Lugo en Tenerife, por
Icod... en el que se apoderó de velas de cera, cirios, etc, de fabricación
guanche". Para La Gomera B. Alfonso I (1991:370) consigna el Lomo de Icod,
de idéntica raíz, ubicado en Chipude; la tradición oral de esta zona de la isla
nos señala el Lomo de la Peceña como una antigua abejera.
En relación al
menceyato de Taoro objeto de nuestro estudio, como ya indicamos más
arriba el más poderoso de cuantos existían en Tenerife, se asocia claramente al
primario tachelhit "taurut(pl:tiura)"="gran
rebaño de ovejas" (E. Laoust, 1936), entre las poblaciones bereberes del
valle del Sous, Anti-Atlas y Alto Atlas occidental. Por otro lado, el amusnau
chasnero Juan Bethencourt Alfonso registra especialmente la voz Taoro recogida
por A. de Espinosa como "reino" y a la que añade el dato de
"hoy, Los Realejos". Tenemos así una ubicación concreta del topónimo
complementada con otros registros procedentes de la tradición oral como el
camino del Taoro y Montañeta del Taoro, en Los Realejos, o la
montaña del Taoro, en el Puerto de la Cruz. Se constata también la
presencia de ovejas en la isla de G. Canaria a través del topónimo Barranco,
Montaña y Playa de Tauro, así como el asentamiento de Tauro alto,
todos en el municipio de Mogán ("Top. de G.
Canaria, 1997:314).
Las fuentes
documentales posteriores a la conquista nos refieren las miles de cabezas de
ganado existentes en la isla de Tenerife entre las cuales figurarían los
numerosos rebaños de ovejas de Benchomo, aparte del ganado caprino: "Apaciguada
la isla de Canaria, desde la cual venían a esta de Tenerife y hacían
entradas.... como queda dicho, habiendo visto la fertilidad de la tierra y la
mucha gente que la habitaba y la multitud de ganado menor que en ella había
(porque, cuando los españoles entraron en ellas, pasaban de doscientas mil
cabezas de ganado)..."(A. de Espinosa, 1980:93).
La existencia de los
dos tipos de ganado se documenta en: "..También
comían carnes de oveja, cabra y de puerco.."(ibídem:38). Y refiriéndose concretamente a La Orotava nos
dice el mismo cronista: "Al fin el campo fue marchando hasta La
Orotava, sin hallar resistencia, donde hallando cantidad de ganado, dieron en
él; y habiendo cogido mucho número dél y no hallando enemigos.."(ibídem:97).
Estos datos justifican
plenamente la denominación de todo este rico territorio del norte de la isla
por medio del topónimo Taoro, probablemente por la importancia
político-económica que suponía poseer grandes rebaños de ovejas y por la
consiguiente obtención de los recursos alimenticios para sostener a una
población muy numerosa y entre ella los guerreros:"...pero sobre todos,
y a quien todos conocían superioridad, era el rey de Taoro, que tenía seis mil
hombres de pelea, según los naturales afirman"(ibídem:41).
Por su parte M. J.
Lorenzo Perera (en A.Tejera-R.Glez, 1987:83) nos señala el concepto de
"pastoreo de monte" presente en las zonas comprendidas entre los
1.000 y los
La voz Teyda no
se refiere en este caso al Teide como erróneamente indican algunos autores.
Proviene del primario amazigh "tayda (pl:tiydiwin)="pino"
(árbol y fruto) (Taifi, 1991), vigente entre las poblaciones
"senhaya" del Marruecos Central. Prueba esta Data el pastoreo de
monte de las ovejas entre pinares, coincidiendo así con el Prof. L.
Perera cuando se refiere a aquel "bajo el monte verde de los
árboles". La voz Taoro por tanto no se refiere exclusivamente a la
zona de Los Realejos, sino también a La Orotava. Casi todo el territorio del
menceyato era Taoro ("gran rebaño de ovejas") dada la gran
cantidad de ganado y de ahí su denominación genérica. Topónimos como Las
Dehesas, en el Puerto de la Cruz, o la Dehesa Alta, en La Orotava, confirman
sin duda la distribución territorial de los abundantes pastos.
La existencia de
pinares en esa franja de altitud se constata en casi toda su extensión: desde
el oeste el Barranco de los Tres Pinos y Piedra de los Pastores (altos de Los
Realejos); altos de Benijos (La Orotava); zona alta del Bco. del
Infierno y Aguamansa (La Orotava) y Barranco del Pino y Roque del Pinar, ya en
el límite con Santa Úrsula. Vemos que coincide con el área que abarca el Valle
de La Orotava, núcleo rico y central del menceyato. Para corroborar lo expuesto
veamos lo que dice la Data 53-15 (E. Serra Rafols, 1978): "Rodrigo
Beltrán hijo de Alvaro Beltrán.
Se especifica
claramente aquí el "Taoro del Araotava", es decir, el gran rebaño de
ovejas de La Orotava (cuyo exacto significado apuntaremos más adelante)
cercanos a la morada del mencey Benchomo, ya que lo sitúa por debajo del camino
que va al Realejo. También se cita "Taoro del Arrautaua" en la Data
1.164, Tomás Justiniano (10-V-1505).
Por otro lado, según
los Acuerdos del Cabildo, el camino que va al Realejo:" es el antiguo
camino viejo o real que penetraba en el Valle de La Orotava por el Aceviño, por
encima de la Cuesta de la Villa, cruzaba la parte alta del actual caserío de La
Orotava, seguía por la Perdoma... para penetrar finalmente en el menceyato de
Icode (R. González Suárez, 1995:27). Este último autor nos reafirma en la tesis
que apuntamos (los rebaños de ovejas entre los 1.000 y
Creemos que la morada
del Mencey arriba citada se puede vincular a la siguiente Data que incluye una
vez más el vocablo Taoro, asociado además a la existencia de agua:
"Pedro Delgado y Juan Dana, de la Grand Canaria. Un manantial q. rezuma
de una peña q. es en Tahoro arriba del auchón del Rey Grande y
Se trata de la cueva
de Benchomo situada en el barranco del Pino, entre 700 y
En la isla de G.
Canaria existe el antropónimo Chamaida de idéntica raíz, nombre propio,
que aunque no se especifica el sexo es probable que sea de mujer (F. Ossorio,
1996:66). Su paralelo continental se encuentra en el nombre propio femenino Tamada=
"la contenedora o recibidora" (de agua)" en sentido figurado
relativo a la fertilidad, entre los touaregs del Ahaggar (Ch.de Foucauld,
1940:161).
Análisis
lingüístico comparado de "La Orotava". Aspectos históricos.
A partir de los años
1497 y 1498 se generan los primeros núcleos de población que conformarían con
el paso del tiempo la Villa de La Orotava. Los nuevos señores de la isla-
después de una cruenta y digna lucha de resistencia por parte de los legítimos
dueños guanches de las tierras- repararon en la fertilidad del suelo del Valle
y en la existencia de aguas procedentes justamente de los altos de Aguamansa
topónimo clave, como luego veremos, en la génesis de La Orotava, tanto en el
aspecto puramente geoarqueológico como socio-económico. Los primeros
asentamientos humanos se valieron de aquellas para el funcionamiento de los molinos
de harina y los ingenios azucareros, primigenios "motores" del
incipiente desarrollo de la zona. El verdadero valor de La Orotava consistió en
la superación, año a año, de los múltiples conflictos vinculados a la propiedad
de las tierras, originados por un primer y anárquico afincamiento de colonos
por cuenta propia, así como de un favorecedor reparto de aquellas en el año
1502 por parte del Adelantado a los que más se distinguieron en la innoble
tarea de la conquista. Los documentos de la época señalan que esto último
motivó un pleito de los vecinos de La Orotava contra el conquistador español,
por considerar injustos dichos repartos, situación que se prolongó hasta la
llegada del juez reformador Ortiz de Zárate en 1506 que puso fin al mismo y que
apuntó la definición urbanística como solución a dichos conflictos
territoriales. Estos se fueron atenuando durante unos años más hasta llegar a
un grado de consenso social bastante aceptable.
Desde el punto de
vista estrictamente lingüístico la voz Orotava pertenece a un estado muy
avanzado de deformación castellanizada del correspondiente primario amazigh.
Entre las poblaciones touaregs del Ahaggar, Sahara Central, (Ch. de Foucauld,
1951) encontramos el sustantivo "arrau (pl:arrauen)"="niño"(sexo
masculino). Para complementar la voz isleña es preciso apuntar al verbo "aba"="no
haber, no existir".
Ilustremos con algunos
ejemplos la aplicación de este complejo verbo a fin de captar en toda su
dimensión su verdadero sentido: aba hâk aman= "no hay de tí
agua" (no tienes agua); aba t ="no hay más de él"(él ha
muerto); negh uâ-regh âles ua aba= "he aquí el hombre este del que
no hay más (el hombre que ha muerto). La forma afirmativa conjugada en tiempo
futuro es: tt aba ="él no habrá más" (él ha
muerto) y la forma negativa en tiempo futuro: u tt aba = "él no no
habrá más" ("no ha dejado de existir", es decir, "él no ha
muerto"), en donde se observa la partícula de negación panamazigh "u , ur"="ni, no".
Consecuentemente con lo expuesto "ut-supra" resulta el compuesto "arrau
tt aba"="el niño que no habrá más de él" (el niño que ha
muerto). Por otra parte, en el dialecto tachelhit del Sous y Anti-Atlas se
documenta la forma plural "arrau"="niños" (E.
Laoust, 1936). La evolución fonética sería: "arrauttaba <>
arrutaba <> arautava <> araotaba <> araotava <> arotava
<> aorotava <> orotava.
La variante "araotava"
es la que se cita con mayor frecuencia en las Datas (E. Serra Rafols, 1978)
suponiendo esta forma aproximadamente el 65% del total estudiado de aquellas.
El 35% restante se reparte entre las demás destacándose entre ellas la de
"araotaba". Como podremos observar más adelante, en casi todas
las Datas de repartimientos de tierras aparece grafiado "...del Araotaba
o ...del Araotava", a nuestro criterio
en clara referencia a algún lugar concreto generador del topónimo que
frecuentemente alude a las "aguas del Araotava". Resta pues
saber la ubicación de dicho lugar concreto dentro del actual valle de la misma
denominación.
Por otro lado, la
última forma "Orotava" de la evolución fonética aparece en las
siguientes Datas, entre otras, independientemente del orden cronológico que
podría suponerse en relación a dicha evolución: -"Orotava":-Data
638-38, del 18-V-1501: "Juan Franco. Un herido para sierra de agua
donde quier q.le hallardes, tanto q. no sea en el agua de Orotava, ni en
la de Garachico porque las he dado." ; -Data 99-14, del
20-VII-1503:" Bartolomé Benítez. Como a vº e conquistador
De la lectura de los
documentos anteriores se observa que ya en 1501 se registra la voz actual Orotava
que se mantiene en algunas otras Datas, aunque conviviendo con otras variantes
mas próximas a la forma amazigh primigenia que se consignan, curiosamente
y a pesar de su "arcaísmo", en Datas de fechas posteriores, tales
como Arautaba, Arautava, Araotaba y Araotava. Podemos señalar que
estos últimos términos se citan en las Datas desde el 17-4-1500 hasta el
19-3-1522 (E. Serra, 1978), lo que probaría la pervivencia en el tiempo del
vocablo guanche original en la memoria colectiva del pueblo, y por ende de la lengua
autóctona. El hecho de que el mismo Adelantado continuara incluyéndolo en las
Datas revela su autenticidad aunque posteriormente se haya elegido el más
castellanizado de Orotava, debido precisamente al fuerte proceso
aculturizador impuesto que siguió a la conquista de la isla.
Localización
y justificación del término "Arautava". Aspectos arqueológicos y
etno-lingüísticos.
De lo anteriormente
expuesto y del detenido estudio de las diversas Datas de los repartimientos de
tierras llegamos a la conclusión que el núcleo primigenio generador del vocablo
Arautava u Orotava se encuentra en el conjunto arqueológico de
Pino Leris, en los altos del municipio orotavense. Este yacimiento fue
estudiado por el Prof. M. J. Lorenzo Perera (A.E.A. nº28, 1982) y está constituído
por dos cuevas superpuestas habitacional y sepulcral (
a) En una de las
secciones encontró restos de huesos cremados en superficie después de haber
quitado de encima los elementos que los cubrían (ibídem:152)
; b) En la covacha "A", que se hallaba separada del resto del
yacimiento por un murete, encontró en superficie restos humanos muy
deteriorados pertenecientes, como mínimo, a cinco cadáveres de adultos y a dos infantiles.
No excluye la posibilidad, dado el desorden y el gran número de restos
hallados, de que hubiera cumplido la misión de osario. Debajo del estrato de
inhumación se mostró la presencia, mediante criba, de huesos humanos cremados,
carbón, lascas de obsidiana y cuentas cerámicas circulares (ibídem:156-157).
c) En el estrato
superior del yacimiento se realizaron como mínimo, 43 inhumaciones: cinco
infantiles (letra en negrita es nuestra), tres juveniles, 23 adultos y
maduros, seis seniles y seis indeterminados pertenecientes al tipo racial
cromañoide (ibídem:157).
d) No se han
registrado restos de momificación (ibídem:160); e) En
la cueva habitación, donde se halla emplazado el hogar, se recogieron lascas de
obsidiana grandes, medianas y pequeñas. Entre otras utilidades industriales
estas piezas eran empleadas por los guanches para llevar a cabo determinadas
operaciones quirúrgicas como la trepanación de cráneo, escarificaciones y
cauterizaciones (ibídem:193). Por nuestra parte, y
como característico elemento cross-cultural, constatamos la existencia de dicha
práctica quirúrgica entre las poblaciones bereberes aisladas del macizo del
Aurés, en el noreste de Argelia (fuente:Museo Canario,
Las Palmas G.C.). Esta vieja costumbre, heredada de los egipcios por los
paleolibios, indica a nuestro criterio el origen común del amazigh actual
extendido por todo el norte de África, Canarias y parte de la cuenca
mediterránea a partir de un antiguo núcleo humano líbico-garamántico situado en
el Fezzan, oeste de Libia. Este núcleo estaba allí establecido en época muy
anterior a la llegada del Islam y de él derivan touaregs, kabilios, chaouías,
rifeños, berabers del Marruecos Central o los soussis del Sur, etc.. La influencia feno-púnica y las movilizaciones debidas
a diversas causas, entre ellas la desertización o la invasión por parte del
Imperio Romano fundamentalmente, dieron lugar a la extensión de estas
poblaciones en direcciones noroeste y suroeste a lo largo del espacio
geográfico del África blanca.
Volviendo al caso de
la necrópolis de Pino Leris la trepanación craneal se documenta en un cráneo
femenino allí encontrado y estudiado por el Prof. M. García Sánchez, del Dpto.
de Antropología de la Facultad de Medicina de Granada (España) (A.E.A, nº 25,
1979:580-581). El estudio paleopatológico de dicho cráneo indica una amplia
depresión en el parietal izquierdo de una profundidad máxima en el centro de
unos
Otro tipo de fractura,
la tibial, es asímismo apuntada por M. J. Lorenzo Perera (1995:70) en este yacimiento
procedente del estudio anterior, sobre la cual dicho autor cree muy probable
una cura mediante el procedimiento del "entablillado", frecuente aún
entre los pastores canarios para el ganado. Por todo lo anterior nos planteamos
la posibilidad, aunque con todas las reservas, de considerar el conjunto
arqueológico de Pino Leris como una especie de "hospital" de estancia
temporal, posiblemente para enfermos terminales o gravemente heridos, ubicado
en los altos (el barranco del Infierno) de una zona guanche densamente poblada,
esto último señalado por el autor citado "ut-supra" y que abarcaría
el Barranco de La Arena-La Florida y el inicio del Barranco de Quiquirá,
(A.E.A, nº28, 1982:130). Basamos nuestra hipótesis en primer lugar en la complejidad
y la delicadeza implícitas en ese tipo de intervenciones quirúrgicas que
precisan material adecuado, una cierta disposición del mismo, orden, un lugar a
cubierto, tranquilidad y un espacio preparado para eventuales y frecuentes
fallecimientos de personas ya enfermas que allí acudirían a morirse. El hecho
de la existencia de huesos cremados presupone una evidente reutilización en el
tiempo de la cueva sepulcral y podria apuntar posiblemente a su utilización
desde épocas más remotas.
El mismo autor M. J.
Lorenzo Perera indica que en las inmediaciones del yacimiento no han sido
localizadas hasta el momento cuevas con proporciones adecuadas para servir de
habitación (ibídem:202). Este dato nos hace pensar en
el carácter aislado o apartado de este conjunto arqueológico
"especial", que creemos que no obedece al tipo de cueva sepulcral
convencional (por la existencia de la cueva inferior habitacional), en el que
existían, entre otros, enterramientos infantiles del que no tenemos datos
relativos a su forma de muerte ni al estrato social al que pertenecían. Lo que
para nosotros es indudable es que fue el "responsable" de la
denominación de esta zona en alusión a los restos de niños allí enterrados,
incluso sin descartar estas inhumaciones en épocas cercanas al final de la conquista,
un motivo lo suficientemente dramático y seguramente excepcional capaz de
generar un topónimo. En la sociedad guanche -y en buena medida en la que siguió
trás la conquista- el niño siempre fue considerado como una especie de
"intermediario" entre la tierra y la Divinidad, por lo que no es
extraño -al menos en la isla de Tenerife- la consideración social hacia los
niños pequeños -y más si pertenecían a familias nobles- hasta el punto de
conmocionar a dicha sociedad en caso de muertes o enterramientos de aquellos y
capaz, como arriba citamos, de perpetuarse en la memoria popular. La etnografía
comparada dentro del ámbito isleño nos conduce al "Velorio de los
angelitos", costumbre gomera vigente hasta principios del s.XX, que
consistía en velar niños muertos menores de siete años y que servían de
intermediarios con Dios. En Tenerife se llevaba a cabo la comunicación con la
Divinidad, aunque aquí a través del sacrificio de un joven y con ocasión de la
muerte de un Mencey (A. Tejera, 1996:130-131). En el caso de nuestra isla esta
consideración social hacia los niños se refleja aún hoy día en los núcleos
rurales en las manifestaciones folklóricas y religiosas.
Un nuevo dato, para
nosotros determinante, es el que aporta una vez más M.J.Lorenzo (1982:202) y
que citamos textualmente: "La presencia de enterramientos infantiles,
correspondientes a niños de muy corta edad en el yacimiento sepulcral de Pino
Leris, junto a lo expuesto anteriormente, viene a poner de manifiesto que los
yacimientos sepulcrales situados por encima de los
Debemos señalar también,
por su importancia arqueológica, el yacimiento de Roque Blanco, a unos
No obstante, el
soporte documental que representan las Datas de Tenerife son
a nuestro criterio decisivas, como a continuación veremos, para la localización
del topónimo Arautava en Pino Leris, y que posteriormente se extendió al
valle del mismo nombre.
Esto puede explicarse
por la citación constante de dicha voz precedida de la contracción
"del" al nombrar los términos geográficos en que se ubicaban las
tierras de propiedad a lo largo y ancho del Valle en las referidas Datas,
tomando con cierta frecuencia como referencia principal "las aguas del Arautava"
en unas y el "término del Arautava" en otras, dada la riqueza
acuífera de la zona de Aguamansa-Pino Leris a través del citado Barranco del
Infierno. Veamos una serie de ellas: -Data 18, de 1503: "Guillén
Castellano, vº e regidor. Otro ½ c. de r. junto con otro idem q. vos hube dado
todo en Taoro en el agua del Araotava..."-Data 157-32, de
20-XI-1503: "Catalina Perdomo, hermana de la muger de Guillén
Castellano
-Data 549, del 12-XII-1505:"Sancho
de Vargas. Un herido para hacer una sierra de agua en el acequia del Araotava
del molino de Diego de Mesa arriba.." Vemos
en esta Data un valioso dato relacionado con una acequia. Se trata de Guanaba
(B. Alfonso I,1991:426) "acequia vieja de los
guanches", hoy barranco de Llarena (La Arena), en La Orotava. La
etimología del antiguo topónimo nos conduce a la solución: "wa n
aba"="este de no haber más, no existir", esta vez en una
clarísima alusión a la falta de agua en la vieja acequia después de la
conquista, seguramente seca por lo menos durante un tiempo, lo que prueba la
existencia de una rústica canalización de agua por parte de los guanches. Por
ende, implica alguna acción de los conquistadores a fin de cortar el suministro
de agua procedente de las cumbres de Aguamansa hasta Pino Leris y las zonas
habitadas del Bco.La Florida-Bco.de la Arena, a través del Barranco del
Infierno. Otra aplicación en la isla del mismo radical "aba"
lo encontramos en la forma topónímica Taba (tt aba="él no hay
más", referido a los sustantivos masculinos "anzar"="lluvia"
o "aman"="agua") región en San Miguel de Abona
(B.Alfonso I, 438), muy seguramente relacionada con alguna carencia de agua en
las zonas sureñas de dicho municipio. -Data 580-46, del 3-I-1508:" Andrés
Suares Gallinato, vº e regidor.
Si analizamos el contenido
de esta Data constatamos la referencia al camino viejo (Real) que
"linda"(o limita) con el postrer (último) Taoro (gran rebaño de
ovejas). Este dato nos indica que alude a la montaña de Ovejas (
Por otro lado, el
análisis etimológico del barranco de Higan o Igan (B. Alfonso I,
430) nos conduce al paralelo plural tachelhit "itgan"="los
que se llenan", alusivo al agua que llenaba el profundo barranco. En
relación al vocablo Tacra deriva de la forma femenina Takkra="la
(tierra) levantada", procedente del verbo panamazigh "kker<<nker"=
"levantarse, ponerse en pie", en este caso en relación a las
tierras altas del Barranco del Infierno. -Data 743, del 6-V-1506: "Rodrigo
Hernández. 2 c.en Taoro en el Arabtaba, linde de arriba el camino
q.viene de casa del Rey Grande.." Observamos
en el análisis de esta Data que existía un camino que conducía al yacimiento de
Pino Leris, confirmado por la información que nos proporciona M.J.Lorenzo
Perera (A.E.A. nº28, 1982) en el sentido de resultar indudable la existencia de
un sendero que conduciría hasta las dos cuevas. Este camino podría ser el de la
cuesta (de la Florida) citado más arriba en la Data 367 y distinto del camino
viejo o real que iba al Realejo, camino aquel que obviamente conducía al Araotava
"desde la casa del Rey", según el sentido textual de dicha
Data.
-Data 804-45, del
5-I-1507:" Rodrigo Yanis. Por quanto entre los vs.del Araotava
es concertado q. R.Y. se obliga a sacar e tener sacada un agua ques en la
montaña e terla en sus dornajos para en q. puedan bever los ganados..."
Se constatan en esta
Data las actuales zonas de El Bebedero, Bebedero Alto y el Barranco del
Dornajito, utilizados en aquella época por los vecinos (o próximos) de la zona
del Araotava (entre
Por otro lado, se observa
en la Data 836 citada "ut-supra" la forma Ara ot otabo, la voz
castellanizada más próxima al primario bereber del vocablo Araotava u Orotava,
lo cual confirma nuestra solución etimológica. -Data 962-76, del
10-1-1502:"Juan Gonçales. Un c. de ta. en el lomo donde dí a Juan
Viscaíno y Alonso de Córdova, q. está más alta cuentra Araotaba, con una
cueva q. se dice Equin, y otro c. en el lomo q. está entre los dos
barrancos de Araotaba..."
Se trata de la actual
zona de Maestre Juan, a unos
-Data 1236-19, del
3-II-1518:" María de Aday.
Arotaua, linder el Camino Real y el barranco de Michel
Gonçales y aguas vetientes a la mar". Constatamos aquí el antropónimo Aday aplicado a una mujer. Su
primario se vincula a la forma verbal "addai"="lo que
está por debajo del resto", en el dialecto tahaggart del Sahara Central,
posiblemente relacionado con la ubicación geográfica de su lugar de residencia.
Equivale a "María la de abajo". Esta última voz es muy empleada en la
toponimia actual isleña para diferenciar los distintos barrios o zonas. En
cuanto a la mención de la cuesta del Arotaua se refiere obviamente a la
de la Florida.
-Data 1314-12, del
18-VI-1507:" Sebastián Rodriguez.
Araotava, q. alindan con la dehesa y con el barranco por do
solía venir antiguamente el agua del Araotava y junto al camino viejo q.
se solía usar por los guanches, y encima de las dhas. tas.
la montaña". Queda claro en esta Data el origen y localización del topónimo Araotava,
comprendido entre la actual La Dehesa Alta, el camino Real al Realejo y el
barranco de La Florida-del Infierno (por donde bajaban las aguas de Aguamansa
hacia la zona de Pino Leris) y las tierras por arriba, en la montaña.
-Data 1838-5, del
12-VI-1516:" Juan Albertos Giraldino, vº.
Francisco
P. De Luka, Vicepresidente de la Asociación Cultural TAMUSNI
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