Carta
de agradecimiento de un aristócrata canario
al Presidente del Gobierno de España
Exmo. Sr. D.
Mariano Rajoy y Brey
Presidente
del Gobierno del Reino de España
Palacio de la
Moncloa.
Madrid.
España
Mi muy estimado Mariano.
Comienzo por tutearte como muestra de aprecio a la
gran labor que estás desarrollando en pro y beneficio de las familias que
durante siglos hemos mantenido la españolidad y el buen orden cristiano en esta
alejada colonia africana –que los nativos llaman Comunidad Autónoma de Canarias-
conquistada para la cristiandad y el engrandecimiento de la madre patria España
por nuestros antepasados con gran esfuerzo y sufrimiento y donde hemos ido
dejando, en prueba de nuestra hidalga y señorial bonhomía, parte de lo que por
derecho de conquista nos correspondía para proveer las necesidades más
perentorias de esas clases humildes –que aquí llaman “magos”, “mauros” y otros
epítetos- y para fomentar empleos, industrias y comercios que realicen por su
cuenta aquellos trabajos no dignos de nuestras nobles estirpes pero que son
imprescindibles para la correcta y total obtención de nuestro lucro final sin
óbice de que, por ello, obtengan a su vez moderados beneficios.
No es este, pues, el tuteo que se emplea con los
vasallos o las clases inferiores sino el que se da “inter pares” (no “Primus”
que eso le corresponde a S.M. el Rey) ya que, aunque no pertenezcas aún a la
nobleza estoy seguro que como con el Marqués de Arias Navarro, el Duque de
Suárez y el Marqués de la Ria de Ribadeo y Grande de España Leopoldo Calvo-Sotelo, nuestro amado Juan te
buscará algún condado por los servicios prestados. Incluso creo que si sigues
en el laudatorio camino que has emprendido podría llegar a ser un Ducado, ya
que Juan es así de generoso con todos los ex-Presidentes retirados del Gobierno
del Reino de España, aunque alguno, desprovisto del específico gen de la
Nobleza como el tal Felipe González, lo haya insensatamente rechazado y a
otros, como el gran José María, aún no se le pueda conceder por seguir dedicado
a la política dentro de la FAES.
A veces creo incluso que nuestro amado monarca se pasa
con esto de los Títulos y Cartas de Nobleza porque solo eso justifica que
tengamos hoy como marqueses deportivos a Samaranch y a Del Bosque, que ni
siquiera cazan osos beodos o elefantes, o marqueses escribidores como Cela
–justificado tal vez por sus servicios como censor en el franquismo- o Vargas
Llosa que sus servicios a nuestra clase los ha prestado en nuestra antigua
colonia del Perú. Más lógicos son los marquesados de banqueros como Alonso
Escámez, José Miguel Sánchez o la esposa de Emilio Botín, que bien sabidos son
los servicios que nos prestan estos caballeros, o los concedidos a empresarios
como Antonio Durán de Dragados o Javier Benjumea de Abengoa a los que hemos
confiado parte de nuestras fortunas para que, como manda la Santa Madre
Iglesia, crezcan y se multipliquen. Con lo que tengo invertido en Telefónica
tendré cuidado con el Exmo. Sr. Duque de Palma de Mallorca porque, aunque la
página oficial de la Casa de S.M. el Rey me dice Juan que “En los últimos años, ha cultivado el interés por las cuestiones
sociales y culturales, amén de las deportivas” no las tengo todas conmigo
porque estos recién llegados al status no conocen las reglas ni el arte del
enriquecimiento a cargo del común y lo convierten en una chapuza vulgar.
Pues si mi estimado amigo. Creo que ha sido
simplemente genial por tu parte el planteamiento de la campaña electoral que te
ha llevado al Gobierno con mayoría absoluta. No decir nada ni enseñar la patita
y despistar al personal con frases como “Quiero
dejarlo muy claro para que nadie se llame a engaño. Nos vamos a oponer a cualquier subida de impuestos. Subir los
impuestos hoy significa más paro y más recesión y darle un vuelta de tuerca más
a la maltrecha economía de las familias y las empresas” logró que una gran parte de esa gente que, por su
ignorancia, no entienden el lugar subordinado que deben ocupar en esta sociedad,
apoyara sin reservas tu excelente candidatura. Además creo que no hay doblez en
esa propuesta puesto que es verdad que a nosotros, las grandes fortunas, clase
que siempre hemos detentado el poder económico -hoy el único real- no solo no se nos han subido sino que se nos
permite aflorar por un tributo del 10%, que realmente es el 1%, de lo que el
vulgo se atreve a decir que hemos “defraudado, que son aquellos dineros que nos
hemos visto obligados por el bien de la Sacrosanta Patria España a mantener oculto
de las turbas rojas en los paraísos fiscales de medio mundo. Tu aguda
inteligencia y la ayuda del Sr. Montoro nos permite
además, a cambio de esa contribución, aflorar también todo lo que tengamos de
años anteriores sin pagar nada y, claro está, que sin tener que aclarar su
procedencia pues ya se sabe que nuestra alcurnia nos obliga siempre al bien
obrar por lo que estamos por encima de cualquier sospecha que el vulgo pueda
albergar, pero aún no se que hacer porque mis abogados me dicen que hay formas
aún más baratas de aflorar ese dinero que tengo hoy en las Bahamas y que he
acumulado con mi esfuerzo.
Entiendo además perfectamente y comparto sin reservas
que te hayas visto obligado a decir, antes del proceso electoral, que “Le voy a meter la tijera a todo salvo a las
pensiones públicas, a la sanidad y a la educación” cuando todos sabíamos de
la necesidad de ir trasvasando la inversión estatal de la esfera pública a la
privada en temas como la educación y la sanidad. Además de nuestros exclusivos
colegios -que poco van a variar- tenemos que apoyar con todos los medios el enorme
esfuerzo que hace con sus centros de enseñanza nuestra Santa Madre Iglesia
siguiendo las sanas directrices del Santo Padre
que nos difunde la Conferencia Episcopal y conservando los valores
cívicos que con el Caudillo se enseñaban en la asignatura de “Formación del
Espíritu Nacional”. Si se hubiera mantenido este espíritu en la enseñanza no
tendríamos hoy problemas de promiscuidad, homosexualidad, libertinaje y
apetencias de una igualdad imposible no solo de sexos sino de clases, que
pretenden esos descamisados. Igual te digo con la sanidad. ¿Cómo se puede entender
que cualquier trabajador manual pueda pretender tener la misma que una persona
como yo? El que quiera salud que se la pague. Además, has dado en este capítulo una muestra más de
tu amor a nuestra historia y tradiciones al suprimir un medio millar de
fármacos de la financiación pública para dolencias y enfermedades que toda la
vida nuestros campesinos se han tratado con agüitas, tisanas, cataplasmas de
mostaza, ventosas y que forman parte de nuestro acervo cultural.
Aplaudo además con entusiasmo la iniciativa de subir
el IVA, sobre todo a cuestiones tan superfluas como el material escolar o los
servicios funerarios. De todas formas esto último me afecta en menor cuantía
porque ya poseemos panteón mortuorio familiar con las armas de mi familia
talladas en piedra de Arucas. Genial el negar en tu programa que se pudiera
subir ese impuesto y luego subirlo. Realmente esos rojillos no pueden negar que
el IVA es un impuesto igualatorio porque todos, pobres y ricos, aristócratas o
vulgo, pagamos lo mismo. ¿Habrá algo más igualitario? Importante también que
ese dinero y los prestamos de Europa se destinen a salvar y sanear el sistema
bancario. A mi me ha reportado además pingües beneficios invirtiendo en bonos y
obligaciones de tu gobierno, favorecido por la subida de la prima de riesgo.
Lamentable lo de algunas Cajas de Ahorros como la de mi amiga Esperanza Aguirre
y Gil de Biedma, Condesa de Murillo y Grande de España, en que tenía algún
dinerillo en participaciones preferentes más bien por hacerle un favor y no me
avisó con tiempo para recuperarlo, como hizo un sobrino político de mi esposa
miembro del Consejo de Administración de Novacaixagalicia que, antes de cobrar una
miseria de 19 millones por prejubilarse, me llamó para que liquidara las que
allí tenía.
Tu persona, estimado amigo, está logrando muchas cosas
que ni siquiera con el llorado Caudillo alcanzamos y, además, siguiendo sus
añorados métodos - como debe de ser- de considerar la resistencia pasiva como
un atentado contra la autoridad con lo que has metido en vereda a esos
salteadores de los Sindicatos, a los mugrientos revoltosos que se oponen a los
desahucios y otras medidas de salvaguarda del orden y la propiedad, y a los
criminales mineros, todos ellos comunistas, separatistas o anarquistas enemigos
de Dios.
Para no alargarme mucho en este panegírico que
sobradamente te mereces quiero, por último, agradecerte mucho que metas en
cintura a todas las Autonomías díscolas y derrochadoras y protejas a las que
como Valencia y Madrid siempre han estado por la
sacrosanta unidad de España. A este respecto te diré que nuestra élite
aristocrática está tratando con Juan para que al benemérito Carlos Fabra le dé
un título, aunque sea pequeñito, y proponemos el de Vizconde del Aeropuerto y,
si no puede ser, el de Barón de Lucena del Cid donde al primero de esa saga
caciquil, Victorino Fabra – el ”Agüelo Pantorrilles”- que presidió la
Unión Liberal y la Diputación de Castellón desde
Firmado: Teódulo Luis María Francisco de Paula Benítez
de Pontevedra Mussiu-Fernández del Camino y del Hoyo
Sorzalano, Marqués de La Fuente de Anaga, Conde de Chasna y Marqués de
Galdar-Guía.
Carta apócrifa, aunque plausible, transcrita en Gomera
a 1 de agosto de 2012 para su público conocimiento por el amanuense
Francisco Javier González
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