EL PELIGRO DE LAS REGASHIROSHIMAS

O DE LA ARINAGASAKI

 

Mafersa *

 

Buque gasero para GNL

Barco metanero, como el que pasa semanalmente, bastante cerca, frente a las costas de San Bartolomé, Santa Lucía, Agüimes, Ingenio, Telde y Las Palmas de Gran Canaria.

 

Quería escribir algo, habida cuenta de la celebración del Día Mundial del Medioambiente, sobre esta apasionante materia.  Suelo leer todo lo que se pone ante mis ojos sobre conservacionismo, ecología, medioambiente, etc., pues estoy especialmente sensibilizado con la conservación de los fondos marinos y sus especies, así como de la vegetación y conservación del paisaje de nuestra tierra, de la pureza del aire que respiramos, de la reducción del ruido en nuestras calles, de la contaminación electromagnética de las los cables de alta tensión, estaciones transformadores y antenas de móviles, del cambio climático, y, por ende, de la aldea global que, en estos momentos, nos ha tocado vivir, y en los que aún podemos hacer algo para evitar su progresivo deterioro.

 

Me interesa también, como técnico y conservacionista todo lo concerniente a las energías renovables, en las que creo y confío firmemente.

 

Cuando quiero escribir sobre algún tema concreto, suelo documentarme antes, con las últimas noticias, artículos y estudios que, sobre la materia, se haya publicado, sobre todo, vía internet, en periódicos, revistas generales y especializadas en dicho asunto, hasta encontrar la inspiración y poder arrancar con la redacción del artículo.

 

Como saben ustedes por escritos anteriores míos, y si no me han seguido[1], eso que se han perdido, les indico aquí nuevamente que estoy en contra de las regasificadoras de gas natural licuado, en general, pero especialmente de su instalación en tierra, sea en Granadilla, a menos de 2 kilómetros de núcleos de población y transgrediendo las leyes actuales, Juan Grande, ídem, y, muchísimo menos, en Arinaga, enclave ampliamente poblado, creyendo que la mejor opción, es invertir ese dinero en construir bombas hidráulicas e infraestructuras para bombear agua de una presa de cota inferior a otra presa o depósitos de cota superior, donde almacenar en forma de energía potencial el excedente de energía eólica y fotovoltaica generada en los futuros parque eólicos y fotovoltaicos y que excedan la capacidad de admisión de la red de suministro eléctrico, para liberar esa agua posteriormente, cuando haga falta, haciéndola pasar por las plantas hidráulicas y generar así energía limpia, volviendo el agua al depósito de cota inferior, en circuito cerrado, y aliviar la dependencia de la energía del petróleo, cada vez más caro y contaminante, y de clara dependencia política de los países exportadores.

 

De todas formas, y puesto que nuestros políticos están empeñados en la construcción de estas regasificadoras, la opción menos preocupante (aunque no deja de serlo) es la de construcción de la planta regasificadora con hormigón armado con aceros especiales, que, en forma de gran plataforma flotante, a modo de isla, se pueda construir y montar todos sus equipos técnicos y maquinaria, en tierra, y luego remolcarla hasta el punto prefijado, lejos de la costa, en lo que se denomina instalación “off shore”, alejando de este modo de la población circundante, el peligro de una posible explosión del gas licuado.

 

No hay que irse a ningún país extranjero para ejecutar una obra como esta, pues en la Bahía de Algeciras se han llevado a cabo en 2007 los últimos trabajos de la Obra Civil de una gran estructura básica de gravedad (GBS- Gravity Based Structure) de más de 280.000 toneladas de peso, 180 m . de largo, 88 m . de ancho y 47 m . de altura hasta la coronación de la estructura de hormigón, y 80 m . de altura hasta las estructuras de los “Top Sides” o módulos industriales, sin incluir la antorcha o torre de venteo, que, una vez dotada de sus instalaciones de regasificación, de alojamiento del personal de operaciones y de mantenimiento, de accesos, etc, debe ser remolcada, lastrada y fondeada frente a las costa de Venecia.

 

La Terminal de Regasificación dispondrá de una capacidad para 250.000 m3 de gas natural licuado (LNG), con una potencia de procesamiento y suministro de más de 1.1 millones de m3/h.

 

Esta obra, fue diseñada por la firma noruega Ker Kvaerner Contracting A.S. y construida por Acciona Infraestructuras, en el Recinto Portuario CRINAVIS en la localidad de Campamento-San Roque, Cádiz.

 

La inversión que representa esta obra es claramente inferior a la de tener que construir un superpuerto para el atraque de los buques metaneros, cuya descarga requiere unas 12 horas, así mismo, habría que habilitar una gran superficie anexa para alojar en tierra los depósitos de gas licuado, esos tanques que, según GREENPEACE-USA equivalen cada uno de ellos, en contenido térmico, a 55 bombas como la de Hiroshima, además de la regasificadora, depósitos del gas una vez regasificado e instalaciones auxiliares.

 

El emplear el sistema de la isla flotante  además de carecer de impacto medioambiental sobre todo aleja del peligro a la población circundante.

Entre la documentación que ha caído en mis manos para preparar este comentario se encuentra la trascripción de una entrevista en la COPE a Roberto Centeno, Catedrático de Economía de la Escuela de Minas y ex miembro del Consejo Nacional de Energía, un señor que, desde posiciones políticas de derechas, tiene una visión rotunda sobre el riesgo que una planta de regasificación de gas licuado representa para la población.

 

Debido a la contundencia, esclarecedoras y extremadamente preocupantes informaciones vertidas en la misma, les transcribo literalmente dicha entrevista:

 

“…La pasada semana tuve la ocasión de presenciar directamente en la costa sur de la Florida la intervención fulminante y expeditiva de una patrullera y un helicóptero de la Guardia Costera Norteamericana, obligando alejarse de la costa a un gran transporte de gas líquido, que se dirigía, según supe después, a la Terminal de Leysar en Lousiana y que se había acercado demasiado, tal vez para ganar tiempo, al área de Keywest en la puerta sur de la Florida.

 

Y es que estos buques, por el tremendo peligro que conllevan, pues son auténticas bombas flotantes, tienen prohibido acercarse a la costa a menos de 20 millas y los terminales donde descargan se encuentran todos muy alejados de zonas habitadas.

 

Y el tema no es para menos; el gas natural licuado es el explosivo más potente que se conoce, exceptuando las armas nucleares, y un gran metanero que transporta entre 100 y 200 mil metros cúbicos de gas licuado, en caso de accidente o atentado terrorista desencadenaría un radio de destrucción equivalente al de 20 ó 30 bombas nucleares similares a las de Hiroshima, de ahí que el Quaswar, actúe con absoluta contundencia ante la más mínima vulneración de las normas.

 

Y es debido precisamente a su alto poder destructivo que los metaneros figuren en segundo lugar en la lista de objetivos prioritarios de Alkaeda, después de las plantas separadoras de gas de los campos saudíes, cuya destrucción llevaría el crudo a más de 500 dólares.

 

Pues estas precauciones elementales de un Estado responsable no existen en España, somos el único país del mundo donde los metaneros se acercan sin limitaciones a zonas densamente pobladas, como  es en caso de Barcelona, donde si ocurre un accidente, un atentado, las ¾ partes de la ciudad quedaría arrasada en cuestión de segundos, porque la deflagración del gas líquido es tres veces más rápida que un artefacto nuclear, como señalaba recientemente el Instituto de Análisis de Seguridad Global en Washington, si alguien ubica una terminal de gas en un área urbana la convierte en un objetivo terrorista de primera clase.

Pues bien, la situación es muy clara, terminales de gas y metaneros constituyen un peligro letal para las zonas circundantes en un radio de, al menos, 15 kms.

 

La responsabilidad en la que han incurrido y están incurriendo los políticos y los empresarios que han permitido esta auténtica locura es ilimitada, porque en caso de accidente o atentado estamos hablando de un millón de muertos y mientras tanto el peligro se ha incrementado exponencialmente por número, por volumen y por peligro real, tanto que en el caso de Barcelona, que es el más grave, el terminal de almacenamiento equivale a tener un depósito de cabezas termonucleares al aire libre, sin protección especial, en el puerto franco, a poca distancia del centro de la ciudad.

 

Y la pregunta es ¿Pero es que se han vuelto todos locos? por lo que aquí estamos hablando de un peligro potencial, mil veces mayor que de una central nuclear, ¿Dónde rayos están aquí las asociaciones ecologistas? ¿O es que esto les es menos rentable que hablar del cambio climático o el antinuclear?, sólo un país desinformado y anestesiado como es el nuestro, es concebible este tipo de situaciones que ponen en riesgo cierto las vidas y haciendas de millones de personas sin que la sociedad se movilice masivamente frente a ello”.

 

Creo que no hace falta añadir nada más, juzguen ustedes mismos. Los canarios no debemos aceptar que las determinaciones que conciernen al riesgo de los vecinos sean tomadas a 2.000 kilómetros por el Gobierno de España, con el amén del Gobierno Autonómico.

 

Somos nosotros, los vecinos los que debemos tener la última palabra, habida cuenta que nuestros representantes políticos, elegidos por nosotros, ¡Qué ironía! presuntamente están por otros intereses que no son los nuestros.  

 

El miércoles 11 de junio me voy a Bruselas, invitado por el Parlamento Europeo, para participar en las conferencias que sobre el cambio climático Agora on climate change - European Parliament – Brussels, tendrán lugar el 12 y 13. El parlamento europeo quiere preguntar directamente a sus ciudadanos, sin coacciones y en un ambiente distendido su opinión y aporte de soluciones al problema del cambio climático. Adivinen cual va a 

ser mi sugerencia para reducir la emisión de CO2 a la atmósfera, para reducir la dependencia de derivados del petróleo y para que seamos un archipiélago autosuficiente en energías limpias.

 

Sólo y para acabar habría que hacerse unas preguntas:  

 

¿Qué intereses tienen los políticos gobernantes para ocultar esta información?  

 

¿Qué intereses tienen los políticos en hacer las regasificadoras en tierra, y además por qué una de ellas en Arinaga, si existe una gran población circundante?  

 

¿Por qué no se ha explicado a la población los peligros que representan tanto los buques metaneros como los depósitos en tierra del gas licuado?  

 

¿Podría ser porque los riesgos de este tipo de instalaciones están sometidos a la necesidad de paliar el incremento desmedido del coste de la energía, y por tanto bajo sospecha, por estar subordinados a la decisión política? Y si es así ¿Se ha valorado más la reducción del coste de la energía a la seguridad de la ciudadanía?   ¿Será que como hay crisis y un paro galopante quieren combatirlo (para ganarse su sueldo, y con las mejores intenciones) con las grandes obras que representaría hacer en tierra las regasificadoras, los depósitos, instalaciones y equipos auxiliares además de los superpuertos de Granadilla, Arinaga, o del Castillo del Romeral, en Juan grande, y que indudablemente crearían muchos puestos de trabajo?

 

¿De verdad lo cree Vd.? Si es así, recuérdeme que le felicite el 28 de Diciembre, día de los Santos Inocentes.

 

* Mafersa es Manuel Fernández, Ingeniero Técnico Industrial.

Vicepresidente de la F. de AA. de Vecinos “El Real de Las Palmas” solidarizado con el CONSEJO ABIERTO DE VECINOS DE CASTILLO DEL ROMERAL.

 

El peligro de las regasificadoras - YouTube

Regasificadoras impactos ambientales, riesgos para la población

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