EL
PELIGRO DE LAS REGASHIROSHIMAS
O DE LA ARINAGASAKI
Mafersa *
Barco metanero, como el que pasa semanalmente, bastante cerca, frente a las costas de San Bartolomé, Santa Lucía, Agüimes, Ingenio, Telde y Las Palmas de Gran Canaria.
Quería
escribir algo, habida cuenta de la celebración del Día Mundial del
Medioambiente, sobre esta apasionante materia. Suelo leer todo lo que se
pone ante mis ojos sobre conservacionismo, ecología, medioambiente, etc., pues
estoy especialmente sensibilizado con la conservación de los fondos marinos y
sus especies, así como de la vegetación y conservación del paisaje de nuestra
tierra, de la pureza del aire que respiramos, de la reducción del ruido en
nuestras calles, de la contaminación electromagnética de las los cables de
alta tensión, estaciones transformadores y antenas de móviles, del cambio climático,
y, por ende, de la aldea global que, en estos momentos, nos ha tocado vivir, y
en los que aún podemos hacer algo para evitar su progresivo deterioro.
Me
interesa también, como técnico y conservacionista todo lo concerniente a las
energías renovables, en las que creo y confío firmemente.
Cuando
quiero escribir sobre algún tema concreto, suelo documentarme antes, con las últimas
noticias, artículos y estudios que, sobre la materia, se haya publicado, sobre
todo, vía internet, en periódicos, revistas generales y especializadas en
dicho asunto, hasta encontrar la inspiración y poder arrancar con la redacción
del artículo.
Como
saben ustedes por escritos anteriores míos, y si no me han seguido[1], eso que
se han perdido, les indico aquí nuevamente que estoy en contra de las
regasificadoras de gas natural licuado, en general, pero especialmente de su
instalación en tierra, sea en Granadilla, a menos de
De
todas formas, y puesto que nuestros políticos están empeñados en la
construcción de estas regasificadoras, la opción menos preocupante (aunque no
deja de serlo) es la de construcción de la planta regasificadora con hormigón
armado con aceros especiales, que, en forma de gran plataforma flotante, a modo
de isla, se pueda construir y montar todos sus equipos técnicos y maquinaria,
en tierra, y luego remolcarla hasta el punto prefijado, lejos de la costa, en lo
que se denomina instalación “off shore”, alejando de este modo de la
población circundante, el peligro de una posible explosión del gas licuado.
No
hay que irse a ningún país extranjero para ejecutar una obra como esta, pues
en la Bahía de Algeciras se han llevado a cabo en 2007 los últimos trabajos de
la Obra Civil de una gran estructura básica de gravedad (GBS- Gravity Based
Structure) de más de 280.000 toneladas de peso,
La
Terminal de Regasificación dispondrá de una capacidad para
Esta
obra, fue diseñada por la firma noruega Ker Kvaerner Contracting A.S. y
construida por Acciona Infraestructuras, en el Recinto Portuario CRINAVIS en la
localidad de Campamento-San Roque, Cádiz.
La
inversión que representa esta obra es claramente inferior a la de tener que
construir un superpuerto para el atraque de los buques metaneros, cuya descarga
requiere unas 12 horas, así mismo, habría que habilitar una gran superficie
anexa para alojar en tierra los depósitos de gas licuado, esos tanques que, según
GREENPEACE-USA equivalen cada uno de ellos, en contenido térmico, a 55 bombas
como la de Hiroshima, además de la regasificadora, depósitos del gas una vez
regasificado e instalaciones auxiliares.
El
emplear el sistema de la isla flotante además de carecer de impacto
medioambiental sobre todo aleja del peligro a la población circundante.
Entre
la documentación que ha caído en mis manos para preparar este comentario se
encuentra la trascripción de una entrevista en la COPE a Roberto Centeno,
Catedrático de Economía de la Escuela de Minas y ex miembro del Consejo
Nacional de Energía, un señor que, desde posiciones políticas de derechas,
tiene una visión rotunda sobre el riesgo que una planta de regasificación de
gas licuado representa para la población.
Debido
a la contundencia, esclarecedoras y extremadamente preocupantes informaciones
vertidas en la misma, les transcribo literalmente dicha entrevista:
“…La
pasada semana tuve la ocasión de presenciar directamente en la costa sur de la
Florida la intervención fulminante y expeditiva de una patrullera y un helicóptero
de la Guardia Costera Norteamericana, obligando alejarse de la costa a un gran
transporte de gas líquido, que se dirigía, según supe después, a la Terminal
de Leysar en Lousiana y que se había acercado demasiado, tal vez para ganar
tiempo, al área de Keywest en la puerta sur de la Florida.
Y
es que estos buques, por el tremendo peligro que conllevan, pues son auténticas
bombas flotantes, tienen prohibido acercarse a la costa a menos de
Y
el tema no es para menos; el gas natural licuado es el explosivo más potente
que se conoce, exceptuando las armas nucleares, y un gran metanero que
transporta entre 100 y 200 mil metros cúbicos de gas licuado, en caso de
accidente o atentado terrorista desencadenaría un radio de destrucción
equivalente al de 20 ó 30 bombas nucleares similares a las de Hiroshima, de ahí
que el Quaswar, actúe con absoluta contundencia ante la más mínima vulneración
de las normas.
Y
es debido precisamente a su alto poder destructivo que los metaneros figuren en
segundo lugar en la lista de objetivos prioritarios de Alkaeda, después de las
plantas separadoras de gas de los campos saudíes, cuya destrucción llevaría
el crudo a más de 500 dólares.
Pues
estas precauciones elementales de un Estado responsable no existen en España,
somos el único país del mundo donde los metaneros se acercan sin limitaciones
a zonas densamente pobladas, como es en caso de Barcelona, donde si ocurre
un accidente, un atentado, las ¾ partes de la ciudad quedaría arrasada en
cuestión de segundos, porque la deflagración del gas líquido es tres veces más
rápida que un artefacto nuclear, como señalaba recientemente el Instituto de
Análisis de Seguridad Global en Washington, si alguien ubica una terminal de
gas en un área urbana la convierte en un objetivo terrorista de primera clase.
Pues
bien, la situación es muy clara, terminales de gas y metaneros constituyen un
peligro letal para las zonas circundantes en un radio de, al menos, 15 kms.
La
responsabilidad en la que han incurrido y están incurriendo los políticos y
los empresarios que han permitido esta auténtica locura es ilimitada, porque en
caso de accidente o atentado estamos hablando de un millón de muertos y
mientras tanto el peligro se ha incrementado exponencialmente por número, por
volumen y por peligro real, tanto que en el caso de Barcelona, que es el más
grave, el terminal de almacenamiento equivale a tener un depósito de cabezas
termonucleares al aire libre, sin protección especial, en el puerto franco, a
poca distancia del centro de la ciudad.
Y
la pregunta es ¿Pero es que se han vuelto todos locos? por lo que aquí estamos
hablando de un peligro potencial, mil veces mayor que de una central nuclear, ¿Dónde
rayos están aquí las asociaciones ecologistas? ¿O es que esto les es menos
rentable que hablar del cambio climático o el antinuclear?, sólo un país
desinformado y anestesiado como es el nuestro, es concebible este tipo de
situaciones que ponen en riesgo cierto las vidas y haciendas de millones de
personas sin que la sociedad se movilice masivamente frente a ello”.
Creo
que no hace falta añadir nada más, juzguen ustedes mismos. Los canarios no
debemos aceptar que las determinaciones que conciernen al riesgo de los vecinos
sean tomadas a
Somos
nosotros, los vecinos los que debemos tener la última palabra, habida cuenta
que nuestros representantes políticos, elegidos por nosotros, ¡Qué ironía!
presuntamente están por otros intereses que no son los nuestros.
El
miércoles 11 de junio me voy a Bruselas, invitado por el Parlamento Europeo,
para participar en las conferencias que sobre el cambio climático Agora on
climate change - European Parliament – Brussels, tendrán lugar el 12 y 13. El
parlamento europeo quiere preguntar directamente a sus ciudadanos, sin
coacciones y en un ambiente distendido su opinión y aporte de soluciones al
problema del cambio climático. Adivinen cual va a
ser
mi sugerencia para reducir la emisión de CO2 a la atmósfera, para
reducir la dependencia de derivados del petróleo y para que seamos un archipiélago
autosuficiente en energías limpias.
Sólo
y para acabar habría que hacerse unas preguntas:
¿Qué
intereses tienen los políticos gobernantes para ocultar esta información?
¿Qué
intereses tienen los políticos en hacer las regasificadoras en tierra, y además
por qué una de ellas en Arinaga, si existe una gran población circundante?
¿Por
qué no se ha explicado a la población los peligros que representan tanto los
buques metaneros como los depósitos en tierra del gas licuado?
¿Podría
ser porque los riesgos de este tipo de instalaciones están sometidos a la
necesidad de paliar el incremento desmedido del coste de la energía, y por
tanto bajo sospecha, por estar subordinados a la decisión política? Y si es así
¿Se ha valorado más la reducción del coste de la energía a la seguridad de
la ciudadanía? ¿Será que como hay crisis y un paro galopante quieren
combatirlo (para ganarse su sueldo, y con las mejores intenciones) con las
grandes obras que representaría hacer en tierra las regasificadoras, los depósitos,
instalaciones y equipos auxiliares además de los superpuertos de Granadilla,
Arinaga, o del Castillo del Romeral, en Juan grande, y que indudablemente crearían
muchos puestos de trabajo?
¿De
verdad lo cree Vd.? Si es así, recuérdeme que le felicite el 28 de Diciembre,
día de los Santos Inocentes.
*
Mafersa es Manuel Fernández,
Ingeniero Técnico Industrial.
Vicepresidente
de la F. de AA. de Vecinos “El Real de Las Palmas” solidarizado con el
CONSEJO ABIERTO DE VECINOS DE CASTILLO DEL ROMERAL.