¿Aquí
en España?
Canarias
no tiene nada que ver con España ni geográfica, ni geológicamente. Lo mismo
podemos afirmar con respecto a la climatología, la zoología o la botánica.
Canarias se ubica en el noroeste del continente africano, del que nos separan
Desde
el punto de vista geológico Canarias es un archipiélago de origen volcánico,
como demostró hace ya muchísimos años el eminente geólogo Don Telesforo
Bravo, en contra de la opinión de algunos científicos extranjeros que sostenían
la existencia de “un puente” por lo menos entre el continente africano y las
islas de Fuerteventura y Lanzarote, intentando explicar el hallazgo de algunos fósiles
de origen continental, como por ejemplo las huevos de avestruz. Recientemente se
han hallado nuevos fósiles en Lanzarote cuyo origen sigue siendo un enigma.
El último periodo glacial empezó hace unos
100.000 años y finalizó hace 10.000 años. Se conoce como glaciación würmiense
y una vez finalizada comenzaron a derretirse los casquetes polares, lo que
originó un aumento del nivel del mar de
Teniendo
en cuenta que la profundidad máxima de La Bocaina, el brazo de mar que separa
Lanzarote de Fuerteventura, es de
Canarias
está situada a 28º y 29º norte del Ecuador, próximas al trópico de Cáncer,
lo que en teoría daría lugar a un clima caluroso, que se modera por los
vientos que soplan de las altas presiones de los dos hemisferios a las bajas
presiones ecuatoriales. Se trata de los vientos alisios, cuya intensidad depende
del denominado anticiclón de las Azores y es directamente proporcional a la
distancia entre el anticiclón y Canarias, distancia que varía entre el
invierno y el verano. En verano el anticiclón se aleja de Canarias y los
alisios vienen cargados de humedad al permanecer más tiempo en contacto con el
mar. Los alisios presentan dos componentes, superior (por encima de los
El
clima junto con el relieve han originado una de las floras más exóticas del
mundo, destacando los pisos de vegetación en las islas de mayor altitud, que
incluyen el tabaibal-cardonal, el fayal-brezal, el bosque de laurisilva, el
pinar y las leguminosas de alta montaña, dando lugar a ecosistemas únicos a
nivel mundial, que han despertado el interés de Canarias en la comunidad científica
internacional desde la antigüedad, interés que sigue siendo más actual que
nunca si cabe.
Otro
tanto cabe decir de la fauna. Canarias es una de las cuatro zonas del planeta
elegida por los cetáceos, en cuyas aguas viven hasta 30 especies, algunas de
ellas en peligro de extinción, más ahora con la autorización de las
prospecciones petrolíferas a Repsol, la mayor empresa española por facturación,
presidida por el Sr. Brufau, cuyo salario fue de 7,8 millones de euros en 2011,
poseedor de un contrato blindado de tres anualidades y una anualidad más si no
se compromete en el plazo de un año, después de haber finalizado su relación
contractual, con una empresa rival.
Es
difícil encontrar en todo el planeta un área de mayor biodiversidad que la
descrita para Canarias, cuya característica más destacada es el gran número
de endemismos, que son especies autóctonas y por lo tanto específicas de aquí,
de Canarias. Estos datos son conocidos desde hace mucho tiempo, siendo fácil el
acceso a los mismos, divulgados en los medios de comunicación masiva así como
en las revistas especializadas, fundamentalmente de rango internacional, estudiándose
también en las instituciones académicas, por lo que resulta bochornoso oír
decir, incluso a algunos profesores, no todos, dicho sea en honor a la verdad,
cuando se refieren a Canarias “Aquí, en España”.
De
forma interesada el colonialismo español, en ocasiones de forma subliminal y en
otras no tanto, oculta y tergiversa la realidad canaria. No hace tanto tiempo
situaban a Canarias en los informativos-desinformativos en un recuadrito junto
con las islas Baleares y hubo incluso un pleno del Congreso en el que se acordó
“desplazar” el archipiélago al sur de Portugal, en otro insulto más a la
inteligencia de los ciudadanos.
Con
esa comunidad de mercaderes denominada actualmente Unión Europea la situación
informativa no sólo no ha mejorado sino todo lo contrario: ahora nos sitúan
junto con todas las colonias que, además de España, poseen otros países, como
Martinica, La Reunión, Azores, Madeira, etc.
Esta
falta de rigor se extiende a la propia denominación de España, a la que se
refieren con aquello de “La Península”, como si sólo existiera una y no
fueran penínsulas las de Jandía en Fuerteventura, Anaga en Tenerife, Italia o
el Yucatán, por cierto nombre impuesto también por el colonialismo español,
pues cuando comenzó la ocupación mejicana y se produjo el encuentro de los
españoles con los nativos preguntaron los primeros, para confeccionar un mapa
de la zona “¿Cómo se llama esto?”, a lo que contestaron los interpelados
“Yucatán”, que quiere decir “No te entiendo”, lo cual era bastante lógico,
pues los forasteros al servicio del colonialismo acababan de arribar y no habían
tenido tiempo de imponer, por la fuerza de las armas, su idioma, como ocurrió
posteriormente.
Eso
sucedió hace más de 600 años, pues la negra y triste historia del
colonialismo tiene un amplio recorrido y cuando menos resulta esperpéntico que
el esquema se siga reproduciendo fielmente en la actualidad. Canarias no es España,
sino una colonia española que es muy distinto. Lo que se pide tanto a la
administración colonial como a la canaria a su servicio es fácil de entender y
consiste en hablar con propiedad y corrección.
Movimiento
por la Unidad del Pueblo Canario
Movimiento UPC