Francisco
Javier González
Paulino
Rivero amenaza con "romper las relaciones de Canarias con el gobierno de
España", baladronada que no pasa de ser un inútil cacareo porque su
gobierno CC-PSOE es el sostén colonial por excelencia.
J.M.Soria “El Benefactor”, Paulino “El Insumiso”, Rajoy “El Boss” y
Felipe “El Rey de Oros” son los cuatro jinetes de los caballos, ya
desbocados, de este apocalípsis petrolero-colonial. Esto de los bíblicos
jinetes con sus caballos de colores en realidad tienen como padre literario al
profeta judío Zacarías (Zac-1-8) y lo hereda Juan en el “Libro de las
Revelaciones” y, por su número (4) estaban concebidos para cubrir todo
el mundo habitado llevando la muerte, la guerra, el dolor y la desgracia, pero
los mentados cuatro jinetes de este apocalipsis colonial son de menor entidad y
circunscriben su campo de acción a esta heptainsulana nación.
J.M.Soria,
ministro servil de España, trapacero y rapaz, gran pescador de salmones
noruegos y bien conocido en estas ínsulas por los negocietes personales y
familiares, se gana a pulso el satírico apelativo de “El Benefactor” por
las promesas de miles de empleos que se van a crear y de los millones de euros
de beneficios que generarán para Canarias las prospecciones de REPSOL en “aguas
españolas y no canarias” como se ha encargado de recalcar repetidas
veces, aunque tampoco son españolas, y sea una obviedad que sin soberanía, sin
independencia, no hay aguas propias por mucho que pregone lo contrario CC en su
propaganda partidaria. Desde luego que el caballo del lambido Soria, dado lo que
se propone para esta colonia, es el negro, el caballo del hambre¸ cuyo jinete
lleva marcado el número 666, el de la bestia que sirve al Dragón que, en este
nuestro caso, simboliza a España y es más heráldico que aquella gallina negra
que usara Franco y sus muchachos.
Paulino,
medianero mendicante de las migajas españolas y máximo sostén del
colonialismo con su pseudonacionalismo y su Coalición de espurios intereses,
ahora pretende presentarse como “El Insumiso” ante el poder
colonial y amenaza con la ruptura de relaciones de Canarias con el gobierno
de España -¡ojo! Con el Gobierno de España, no con el Estado
Español que es el que nos coloniza- si este continúa con las prospecciones
“de forma unilateral”. Este lambido “alzado de boquilla” culpa al
otro berringallo de Soria de ser el que está presionando a los santos varones
de Repsol para efectuar las prospecciones incluso -dixit- contra el interés de
la multinacional petrolera y, por ello, sin tener que enemistarse con su
amiguete Antonio Brufau -que nunca se sabe cuando tiene que usarse una cuña así-
plantea como remedio milagroso “apelar a la mediación del Rey don Felipe y de
Mariano Rajoy, para mitigar los riesgos de un conflicto
que es el más grave y el de mayor calado en los más de 500 años de historia
desde la conquista castellana del Archipiélago” según afirmó en rueda
de prensa y recalcó luego en entrevista de la radio española de la SER, aunque
desde luego se guardó muy bien de aclarar lo que esa hipotética ruptura
significa. El solo hecho de que persista en su empeño de servir de felpudo a
Rajoy o al reciente Rey de España -heredero de Franco a través de su corrupto
papá- indica la realidad de la sumisión criolla. Sería lógico asignarle a
este lambido un caballo verde, pero como es el de nuestras estrellas de
esperanza le damos una montura de color escarlata que en el Apocalipsis 17-3 lo
lleva “una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete
cabezas y diez cuernos”.
Y vamos
con los dos jinetes que quedan. Indudablemente y por culpa de los españolitos
-y de los colonizados- que lo votaron, Rajoy es “El Boss” que
comanda la majuga de corruptos y corruptores gubernamentales que cada día sacan
nuevas miserias y golfadas a la luz y que se han encargado de dinamitar
cualquier atisbo de un supuesto “estado del bienestar” o del mínimo de
justicia social que permita vivir con dignidad a los que no son objeto de sus
favores, de sus sobresueldos o de sus infames y abultados sobres, mientras que
el proclamado por la entente PP-PSOE -y algún añadido- como Rey es, sin duda
el “Rey de Oros” dada la fortunita que su excelso padre ha amasado desde que
el fenecido dictador español lo nombrara sucesor. ¿Cuál será el caballo de
cada uno de ellos? Según San Juan, supuesto autor del Apocalipsis, quedan el
blanco, cuyo jinete porta una corona aúrea y el encarnado -rojo es más una
definición política que un color- que simboliza la guerra. Por lo de la corona
sería del Rey de Oros, pero eso del blanco, la pureza y la victoria no le pega
y tampoco a Rajoy. Opto por mezclar los dos colores y asignarles a cada uno de
estos jinetes caballos rosados. Seguro que al Boss le entusiasma el cambio.
Es
totalmente absurdo pensar en la reconversión de Paulino y sus huestes al
nacionalismo real y abandonar sus cómodas poltronas para plantarle cara al
gobierno español, que bien se encargó de recalcar lo del gobierno y poner a
salvo su inmaculada fidelidad a la monarquía colonial, aunque sea una monarquía
de opereta. Sabe perfectamente que su supuesta insurrección es una farsa
preelectoral de cara a unos cada vez más cabreados electores. Sabe también que
el propio Rajoy, como cabeza de ese gobierno colonial, ya se ha comprometido con
Baleares a tener en cuenta su opinión contraria a que se hagan prospecciones en
sus cercanías, como sabe también -y lo sabemos todos- que Baleares es una
parte insular de España, y por ende, intocable, mientras que este archipiélago
africano nuestro es una colonia cuyo destino es ser explotada a cualquier
precio, y sabe también que el llamado Felipe VI ni pincha ni corta ni tiene
vela en este nuestro entierro. ¿Po rqué no ha llevado ya, como Gobierno de un Territorio
NO AUTÓMO[1] el caso al Comité de Descolonización de la ONU? Simplemente
porque el mal llamado “Gobierno Canario” y la lumpenburguesía criolla a la
que sirve siguen siendo el primer sostén de la situación colonial y se lucran
con ella.
No es el
perrito faldero del pescador de salmones que aspira a un puestito en el
Consejo de Administración de Repsol el responsable final de toda esta
tragicomedia. Como ministro es la voz de su gobierno y de su Boss. Esta es toda
una estrategia colonial y solo tiene un responsable final real. Nosotros, el
pueblo canario, que no hemos sido capaces de romper esas ataduras coloniales. De
todas formas me acojo de nuevo al Apocalipsis sanjuanero, eso sí, cambiando el
literal en que figura Cristo combatiendo a caballo por nuestro pueblo alzado y
luchando con todas las armas posibles. En Ap 17-19 se relata como al final, la
Prostituta llamada la “Gran Babilonia”, que encarna evidentemente a España,
mantenida en alto por las Bestias y el Dragón, son capturadas y arrojadas a un
lago de fuego, que es lo que le resta por hacer al pueblo canario.
Gomera 18 de agosto de 2014
Otros
artículos de Fco. Javier Gzález.
publicados en El Canario y anteriormente en El
Guanche