Apagando la voz de Canarias Libre

Ancor Jorge Dorta *

 

Una persona hipócrita es aquella que pretende que se vea la grandeza y bondad que construye con apariencias sobre sí misma, fingiendo en público tener ciertas ideas o ciertos sentimientos, pero opinando o sintiendo en realidad otros distintos o contrarios. Los hipócritas son los más peligrosos de todos los malvados, porque parecen inofensivos y no levantan sospechas.

 

Un hipócrita es alguien que esconde sus intenciones y verdadera personalidad. Son personas manipuladoras que no piensan en las consecuencias de sus actos sino en el efecto psicológico a corto plazo sobre los demás. Dicen una cosa pero hacen otra. Manipulan y por ello se han de mover en el cortoplacismo y en la improvisación constante. Viven en un estado de ansiedad permanente que tratan de eliminar mediante el exceso de control.


Todos conocemos a ese tipo de personas. El que más o el que menos, alguna vez se ha topado con algún personaje de este tipo. La mejor forma de descubrir y desenmascarar a un hipócrita manipulador es precisamente  fijarse en sus actos. Por sus actos los conoceréis. Esta frase plasmada en el Evangelio significa que la estela de un individuo se construye a través de los actos y las acciones que marcan su trayectoria.

 

Paulino Rivero castiga a todo aquel que ose decir que el emperador va desnudo. El tirano usurpador e hipócrita del Sauzal no solo va desnudo sino que su desnudez es insultante e insoportable. Con el último decreto radiofónico han silenciado las radios independientes de Tenerife. Ha amordazado sus voces. Intenta apagar la voz de Canarias libre.


El impostor que preside el Gobierno de Canarias ha castigado a los que no están en el pesebre del poder. El charlatán del Sauzal corta las lenguas incómodas por decreto al más puro estilo nazi-onalista. A la vergüenza de una televisión canaria orientada a desprestigiar el concepto que tiene el canario de si mismo, ahora hay que añadirle las radios.

 

Ya lo decía Albert Memmi en su libro retrato del colonizador[1] ¿Cómo puede una élite de usurpadores, conscientes de su mediocridad, establecer sus privilegios? De un único modo: degradar a los colonizados y exaltarse a sí mismos.

 

No son "nacionalistas" sino "colonialistas". Memmi definía a los colonialistas como la élite administrativa y económica de la colonia. Regentan los puestos de poder y su posición y sus privilegios dependen del mantenimiento del sistema colonial.  


Aceptar ser un colonialista significa aceptar ser una persona privilegiada de forma ilegítima, es decir, un usurpador. Todo aparato burocrático tiene como fin fundamental y único su propia supervivencia. Pedirle a CC que acabe con el colonialismo es pedirle que acabe con sus privilegios ilegítimos y su razón de ser.

 

En los próximos meses estos usurpadores, hipócritas y charlatanes que permitieron el Puerto de Granadilla, Tindaya y el destrozo urbanístico de nuestra tierra tratarán de hacerse pasar por "ecologistas de toda la vida".

 

Los que persiguen las voces independientes y cierran sus emisoras para dárselas a los godos, los que asfixian económicamente al independentismo tratarán de hacerse pasar por "soberanistas"En realidad tratan, con todos y cada uno de sus actos, de que nada cambie en esta colonia para mantener sus ilegítimos privilegios usurpando la libertad del pueblo canario.

 

La necesidad de articular una nueva alternativa política y económica es cada día más evidente. A pesar de lo que muchos piensan, es posible hacerlo si se sabe el "como".

 

Fuente: menceymacro.blogspot.com

 

* Director de Mencey Capital

[1]retrato-del-colonizado-de-albert-memmi  [+]  [+]

 

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