HIJOS DE CANARIAS:

UNA CASA COMÚN PARA LOS ANTICOLONIALISTAS CANARIOS

Son muchos ya los años en que los independentistas no caminamos juntos. Pareciera que el destino nos hubiera reservado sólo los encontronazos, las divisiones, el ruido y así hasta la atomización que nos redujo a ser rescoldos en una inmensa extensión de pinocha: latentes pero incapaces de hacer llama. 

Siempre supimos que por separado éramos más débiles y que todo conspiraba contra nosotros porque el adversario que nos era y es común, parte de tenerlo casi todo a su favor, para que, encima, no optáramos por la opción que más teme: nuestra unidad. No hemos sabido entender, hasta ahora, que tal vez nuestras diferencias se pueden convertir en riqueza si sabemos canalizarlas en positivo, si pasamos de la teoría a la práctica, de la visión a largo plazo a ponernos fases que ir superando juntos, si hacemos alianzas de país y no sólo de siglas o líderes. Si hacemos cosas distintas para acertar, en vez de repetir las mismas para volver a perder. 

HIJOS DE CANARIAS nace para que anticolonialistas de todas las corrientes de pensamiento, sensibilidades y acentos ideológicos, de ayer y de hoy, ortodoxos y moderados, tengan una casa común donde venir a construir país, trabajar desde la unidad de acción de militantes individuales, donde se levante un "edificio colectivo" que crezca en tamaño y altura más allá de las derrotas o victorias electorales a las que se presenten nuestros partidos, ojalá unidos también.

Nuestro modelo es la Asamblea Nacional de Cataluña, en donde hoy confluyen más de 55 mil socios, que a su vez también tienen otras militancias, en partidos de derechas, de izquierda y hasta antisistema, pero que han hecho realidad, con hechos, como se pueden hacer cosas grandes con altura de miras y unidad de acción, desde la transversalidad independentista, de abajo hacia arriba, desde lo político más allá de las siglas, con los partidos pero no sujetos necesariamente a ellos. 

Nunca más independentistas canarios desunidos, nunca más que no haya una casa común donde las puertas y ventanas estén abiertas para quienes quieran hacer patria en toda coyuntura, más allá de las simples palabras y el impulso de un día. Nunca más un independentismo incapaz de ser menos que ese dependentismo que sí lo es de poner su españolismo por encima de todo.

Queremos un anticolonialismo con un relato y un discurso ilusionante, una propuesta de país que sì que sea alternativa, pero aglutinadora de los canarios y canarias que no quieren que su tierra sea una colonia. Queremos un anticolonialismo capaz de aglutinar a esos más de 100 mil canarios que no se sienten españoles y "voltear la tortilla" para convertirnos en una fuerza poderosa que genere verdadero pánico en las élites canarias vendidas al colonialismo y a sus partidos.

Es el momento, con un Estado debilitado, unos partidos desacreditados, otros procesos independentistas abiertos y un vacío político que llenar con una reivindicación anticolonialista seria, un movimiento organizado, una visión unitaria y una hoja de ruta clara y activa, nuestra Patria no debe dejar pasar de nuevo la oportunidad de hacerse respetar y ganar la libertad.

Adelante pues.

La historia está caminando y no esperará a quienes titubean, sino a quienes estén dispuestos a escribirla con nuestra propia letra.