«»Pedro J. Brissón
Si Antonio Cubillo estuviera hoy físicamente entre nosotros, cumpliría 87 años, ya que nació un tres de julio, pero del año 1930. Y la verdad, es que sigo prefiriendo celebrar su natalicio que recordar la fecha de su desaparición física.
Aprovechando esta circunstancia, acelero las manecillas del reloj girándolas hacia la izquierda, y voy pasando las horas y los años hasta llegar a 1964, entre los días cinco y diez de octubre. En este intervalo de tiempo se celebra la II Conferencia Cumbre del MPNA (Movimiento de Países no Alineados), en el Cairo – Egipto.
Antonio Cubillo asiste a esta cumbre, pero como representante del (MAC) Movimiento Autonomista Canario, creado en los inicios de los años sesenta como repuesta a la lucha antifranquista.
Pero la importancia de esta conferencia radica en el trabajo diplomático realizado por Cubillo, para que por vez primera, y por mediación de Sekou Touré (Guinea Conakry), -al que consigue convencer personalmente-, declare ante los jefes de estado de cuarenta y siete países miembros de pleno derecho, diez observadores y unos treinta representantes del comités de liberación de países que aún no habían conseguido su independencia; “que había que ayudar a la liberación de las islas Canarias, y a sus justas reivindicaciones, ya que son una colonia española en África”.
Sekou Touré también nombró entre otros países a Guinea Bissau, Angola y Mozambique como territorios africanos a descolonizar. Este éxito diplomático será celebrado esa noche por cuatro jóvenes revolucionarios, que después de muchas conversas y algunos tragos justificados por la celebración, regresaran al hotel ya casi de amanecida. En este histórico y feliz encuentro con Antonio Cubillo, se encontraba Amílcar Cabral (PAIGC), líder de la lucha por la liberación de Guinea Bissau y Cabo Verde, Eduardo Mondlane (Frelimo), líder de la lucha anticolonial de Mozambique y Agostinho Neto (MPLA) líder angolano que consiguió ver la liberación de su país y que incluso llegó a ser su presidente.
Amílcar Cabral será el que le de los consejos para cambiar el nombre y constituirse en movimiento de liberación y crear una bandera que simbolizara la lucha, todos corroboran que es la mejor forma de obtener ayuda de la O.U.A. (Organización de la Unidad Africana).
El veintidós de octubre de ese mismo año de 1964 se crea el MPAIAC, (Movimiento por la Autodeterminación y la Independencia del Archipiélago Canario), y su bandera tricolor con las siete estrellas verdes. Como vemos, hubo una gran influencia de esa noche, en la que Cubillo y sus compañeros pasaron al siguiente nivel.
Con el paso de los años, concretamente en 1969, Eduardo Mondlane, Presidente del Frente de Liberación de Mozambique, recibe un libro bomba de una facción portuguesa de los Gladio. Su muerte no acaba con el ideal de lucha, y Mozambique logra la independencia el veinticinco de junio de 1975.
El siguiente en recibir una muerte a tiros, es el Secretario General del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde, Amílcar Cabral, el veinte de enero de 1973, al igual que pasó con Mondlane, su ideal y su lucha son seguidos por sus camaradas y consiguen la independencia plena de Guinea Bissau, el diez de septiembre de 1974 y la del Archipiélago de Cabo Verde, el cinco de julio de 1975.
Agostinho Neto, Presidente del Movimiento Popular de Liberación de Angola, será proclamado como primer Presidente de Angola el diez de noviembre de 1975, y oficialmente, Portugal, al día siguiente de su nombramiento accederá a su independencia. Neto, morirá de una grave enfermedad el diez de septiembre de 1979, siendo el único de los cuatro amigos que verá la independencia de su nación.
Tanto Cabral, Mondlane y Neto, están considerados por la historia como héroes en sus respectivos países, ya liberados y con soberanía. Todos ellos fueron acusados de terroristas por el Gobierno portugués de Salazar. Y muchos ciudadanos de esos países antes de la liberación decían ser: angolanos y portugueses, caboverdianos y portugueses, guineanos y portugueses, mozambiqueños y portugueses, ya nadie dice eso, y cuentan con orgullo como se liberaron del colonialismo. Con la liberación murió la contradicción.
No sé si la historia que escriba el pueblo canario en un futuro, pondrá en el lugar que corresponde al líder histórico Antonio Cubillo y a su movimiento de liberación, no todo lo que hizo e hicieron su grupo de luchadores fue del todo acertado, pero todo lo que hizo e hicieron, con sus errores y aciertos, fue para conseguir la independencia y buscar un mejor futuro para Canarias, sin el tutelaje y la sombra de otra nación; aunque también es cierto, que el pueblo canario no ha escrito aún su historia desde la igualdad y la libertad, sin ser gobernados, dirigidos y coartados por el Estado Español. Al tiempo.
Pedro J. Brissón 03-07-2017
Artículos de Pedro J. Brissón Sosa publicados en El Canario y en El Guanche