ANIMALIA Y AGRÍCOLA

Padre Báez *

No se si como efecto de lo que está pasando en el Norte de África y en otros lugares, fenómeno este propio del siglo XXI, y nunca antes dado en la Historia, que las masas se unen para derrocar a regímenes corruptos, y haberlos los hay, que comienzan a poner las barbas en remojo, y antes de que se les subleven las masas han comenzado a dar lo que sabe que el pueblo les va a pedir, verbi gratia (por ejemplo) Marruecos; que por estas lides nuestras, los pocos hombres del campo que quedan comienzan a asociarse y a plantar cara a las administraciones para parar la invasión estéril y envenenadora de los pinos y acebuches, lentiscos y otras especies dañinas, que exigen se respete y se vuelva a la agricultura y a la ganadería, como siempre así fue entre nosotros, como fuente de bienestar, de trabajo, y comida. Y así las cosas, comienzan -repito- a manifestarse un malestar de más de medio siglo, donde ya el miedo se le ha perdido a los de arriba, viendo lo fácil que es descabalgarlos del poder absurdo y ciego en el que mantienen engañada a la población.  Pues, no es de  recibo, salir a ver las flores del campo y las presas llenitas de agua, rebosando, pero abandonada la agricultura e inexistente la ganadería, y trayendo del fin del mundo el producto de ambas, cuando en nuestra tierra -la mejor del mundo- en otro tiempo, medio mundo comía de la nuestra.   

Parece los Partidos Políticos no se enteran y en sus programas, ésta (agricultura y ganadería) es que ni aparecen. Y sí, de forma ambigua, etérea, volátil, y sin aterrizar. Y en ello todos iguales y a peor; mucho turismo y todo turismo, pero nada de lo que es en el mundo, el “sector primario por primero”; pero cuando en espakistania, ni siquiera hay un Ministro de Agricultura y Ganadería, ¿qué cabe esperar de una colonia, que lame el culo a su amo? Hacen programas, y programan, pero sobre agricultura y ganadería nada de nada, solo algunas palabras que se las lleva el viento después, y “si te vi no me acuerdo”.  

Y ello, a pesar de sostenerse nuestra Historia en ambas (agricultura y ganadería); de ella: hasta los trajes típicos, las canciones, la literatura, la cultura, la tradición, la gastronomía, la etnografía, la arqueología, la economía, la arquitectura etc., es decir: todo-todo, siempre el campo en su cultivo y en el cuidado del ganado, sea el que fuera (cabras, ovejas vacas, cochinos, etc.). Y lo mismo y a peor cada uno de ellos, con el tanto monta, monta tanto Psoe, como PP; CC, como NC, y todos iguales (de esto: ¡nada!).

Cierto y verdad es, que los Partidos todos, si se les pregunta y se les pone en aprieto sobre el tema, al cien por cien todos dicen lo mismo, “¡vamos a potenciar ese sector!”, pero de ahí no pasan, y no pasan porque salidos todos de la universidad, nunca vieron un sacho y menos un cabresto (¡y mucho me temo sepan qué es eso, y todo el campo que conocen son los de fútbol y si de animalia se trata, lo confunden todo con los perros. Que un mago del campo o un campurrio, aún siendo analfabeto, se presentara para presidente de Cabildo o de Gobierno, y en sus mítines solo dijera: “si salgo elegido recuperamos y volvemos al campo”, estoy seguro que arrasaría con mayoría absoluta, dejando a los demás Partidos Políticos en la cuneta y en el ridículo número uno, y con los solos votos de su propia familia (y a lo mejor ¡ni esos!). Porque nos vale ya, solo alguien que conozca el campo y lo favorezca de verdad y con obras, con experiencia y, por tanto, con conocimiento del mismo, y no con promesas incumplidas, como sucede siempre.   

Hay que estar ciego, para no ver el abandono del campo; es decir, el abandono de la agricultura y de la ganadería, que donde se sembraba antes y el ganado pastaba, está todo lleno de retamas y de tabaibas, cercados vacíos de legumbre o “legume” y llenos de zarzas y cañas, de maleza y de hierbas protegidas. 

Y ya no hace falta “apoyo”, ni “información”, ni “ayuda”. Solo hace falta volver a cultivar la tierra cultivable, y sacar el ganado para que coma lo que siempre comió, y lo que quiera como es propio de sus instintos conservadores de lo autóctono, que gracias a ellos (el ganado), ha llegado lo que tenemos y sin ellos se está perdiendo como es fácilmente comprobable).  

  No hay que potenciar, que es una palabra vacía de contenido, hay que arar y cavar la tierra, y hay que abrevar a los animales y estacarlos en la tierra, o dejarlos sueltos (verbos éstos, que muchos ya hasta ignoran). Hoy, el primer freno a toda actividad agrícola y ganadera te la pone el Gobierno, te la pone el cabildo, te la pone el Ajunta y miento. Son obstáculos los que ponen todos ellos, antes que permisividad. Toda actividad en el campo está prohibida. Nada se puede tocar, nada puede morder una cabra u oveja; nada te dejan hacer, sino plantar pinos y escobones. La isla se asilvestra. Una cueva o alpendre no se puede rehabilitar; un cercado no se puede limpiar, un estanque no te lo dejan hacer, una acequia no te la dejan limpiar; todo es no y prohibición. Antes ardía la isla para las vísperas de San Antonio, San Juan y San Pedro; ahora, como vean un pisco de humo, el Seprona encima, y ¡multa que te pego y cárcel!, y es por poner un solo ejemplo...

Sobran -repito- “ayudas” y “subvenciones”, que no hacen falta, y son un engaños y robos; no hace falta sino que se abran las puertas al campo, para recuperar el campo que está secuestrado; está cerrado, está desaparecido, está muerto. Para cavar un trozo de tierra no hace falta ayuda, sino que no te paren; para cuidar un cochino no hace falta ayuda, sino que no te lo prohíban tener (¡perros todos los que quieras, pero una gallina si tienen gallo, te pueden multar si despierta a un vecino!), ¡no te digo!, ¡manda huevos -tratándose de gallináceas-, que decía el otro). Partidos Políticos que hablan de “ayudas” y de “subvenciones”, es todo mentira, la única ayuda y subvención es que te dejen hacer lo que siempre se hizo y nuca se dejó de dejar de hacer. La Comunidad lo único que debe aportar es el derogar todas esas leyes y normas absurdas y ridículas, que solo consiguen la paralización y la desaparición de lo que deseamos vuelva: ganados y tierras produciendo. Mienten los Partidos Políticos que esperan demandas; no hay que demandar, hay solo que permitir, sin más. Ahora, con tal de conseguir el voto de los del campo -los poquitos que quedan- se acercan prometiendo para desaparecer por cuatro años más, y reaparecer dentro de otros cuatro años después. Ahora te visitan; después no te reciben, y si te descuidas y no cumples con las leyes, te dan de palos que te muelen.

Te piden sugerencias ahora, para engañarte, pero no te van a dar nada. Por eso es hora de seguir los pasos de nuestros hermanos los del norte de África, que de allí vinieron los canarii, que nos han dado nombre; y debemos hacer lo que hacen ellos: echar a todos estos mangantes de la Política y Partidos, y recuperar el campesinado el poder, la riqueza -que está en la tierra- y no en las importaciones de las que viven ellos y nos matan a nosotros. 

A ver, ¿en qué cabeza cabe, que la única leche que tenemos es la de tabaiba, y el único pan que producimos es la pinocha?; y a ver ¿quién se puede alimentar de una y otra, salvo que quiera morir reventado?

 

    * El Padre Báez, que sigue siempre al lado del campo, porque como Manolo Escobar cantara: “yo soy un hombre del campo, no se ni entiendo de letras; pero soy de una opinión, pero soy de una opinión...” Mi opinión, ya la tienen ahí.