Anaga, entre la indiferencia, el abandono y la indolencia

 

 

«» Rukaden Ait Anaga

 

 

[…Podría llenar páginas y páginas hablando de la indiferencia, el abandono, la indolencia y el desinterés general que a lo largo de siglos ha habido por Anaga y sus gentes por parte de las Administraciones Públicas por las comunidades de vecinos que sufrimos Anaga…]

 

Un buen día, todos nos enteramos que vivíamos en un Paraíso Terrenal tan maravilloso, que mucha gente “de fuera” nos dijo que lo iban a conservar `para las generaciones venideras’, y lo declararían Espacio Natural Protegido. Como Magos del Campo, desconfiamos de ese repentino interés por nuestra tierra, pero se nos pintó tan bonita la cosa, nos informamos que si se hacían las cosas bien realmente era “bonita la cosa”, que creímos que pasaríamos del atraso, desidia, la indiferencia de siglos a integrarnos poco a poco en una situación donde [No pedíamos más] poder disfrutar de los Servicios e Infraestructuras Básicas como cualquier otro vecino de los tres municipios afectados y un poco de ayuda para el Desarrollo Endógeno de la Comarca, como veíamos en otras “partes de fuera...” La realidad cotidiana de Anaga es tan contundente y realista como un golpe: Solo se han consolidado algunos Servicios Básicos e Infraestructuras, siempre que los Fenómenos Meteorológicos no se encarguen de desmentir esta “teoría de consolidación...”

 

Como decía en el Documento financiero del PRUG, se encuentra un resumen de las Cuantías y apartados e intervenciones en apartados como Infraestructuras y Mejoras de la Calidad de Vida, iban, según ellos, a invertir inicialmente 1. 799.  Gasto Corriente anual en los cuatro años de validez del primer PRUG que ascendía a 71. 700. 000, que hacía en total 1. 227. 100. 000 pts. ¿Dónde se gastaron ese dinero en hacer cuatro obras medianas tirando a chicas y algunos asuntillos varios, menores, para contentar a algún líder vecinal? Es más, se supone que cada 4 años se renuevan los Presupuestos del PRUG del Parque Rural y que como mínimo se ha seguido conservando las cantidades antes consignadas, al menos mientras no se solucionaran las graves Carencias Infraestructurales y de Servicios de la parte de  Comarca Afectada por la Legislación de Protección Especial ¿O no?

 

Van más de dos décadas ya, y se supone que han seguido invirtiendo y gastando y solicitando Subvenciones Europeas a costa de Anaga y de todas las limitaciones a nuestros derechos, algunos de ellos fundamentales. Porque si es legal que a alguien se le impongan ciertas limitaciones a sus derechos, esa misma Ley dice que por ello deben ser compensados. Y compensar aquello que se limita, no significa considerar al sujeto de esa limitación incluso por debajo de quien no sufre ninguna; Para que se entienda, a todo vecino de Santa Cruz, la Administración le tiene que garantizar el Servicio de Alcantarillado, pero es una indecente inmoralidad decir que al que viva en Anaga se le dota de alcantarillado gracias al Parque Rural y todas las limitaciones e inconvenientes que ello supone. La inmoralidad llega al extremo de que todavía los barrios de Anaga, salvo algunos pocos “privilegiados” no tienen ese Servicio Público, con lo que las aguas fecales o circulan libremente por los barrancos o se filtran hasta el acuífero, y para más indecencia, encima la culpa es de los vecinos que degradan el Medio Natural.

 

Podría llenar páginas y páginas hablando de la indiferencia, el abandono, la indolencia y el desinterés general que a lo largo de siglos ha habido por Anaga y sus gentes por parte de las Administraciones Públicas por las comunidades de vecinos que sufrimos Anaga, demostrando cada argumento con datos objetivos, pero sería perder el tiempo y “seguir dándole vueltas a la noria de nuestro desencanto, rabia...”, y eso, al menos a nosotros no nos sirve de nada ni nos soluciona nada; Por ello, lo mejor que puede hacerse es dejar los agravios, incluso los comparativos, para tratar de avanzar en la única forma que nos queda de superar el descontento y la situación actual, que, dicho sea de paso, no ha supuesto sino “la presunta legalización del abandono inmemorial de la Comarca de Anaga” por parte de las Administraciones Públicas.

 

En el pasado tuvimos la ocasión de cambiar las cosas, pero fuimos incapaces de vencer la división vecinal por los intereses personales y políticos, por la falsa idea que teníamos todos de que el Parque Rural significaba salir del atraso y abandono secular de los siglos; Hoy, cuando incluso los que pensábamos que aquello sería “Jauja” si se cumplían al menos 1/3 de las expectativas generales, hemos despertado a la cruda realidad, es momento de pararnos y tras comprobar que el balance no ha sido precisamente positivo, llegar a la conclusión de que los primeros que tenemos que cambiar la visión de la realidad [O del “chip” que se dice ahora] somos nosotros. Confieso que fue emotivo el momento en que explicita e implícitamente se ha reconocido por parte de la mayoría de Entidades Vecinales de la parte de Santa Cruz, que en esta parte de la Isla, en el pasado formamos una gran familia, en el sentido literal de la expresión, pues los lazos sanguíneos están ahí para corroborarlo, que uno podía ir tranquilamente a cualquier rincón de Anaga y encontrarse con sus parientes, que a pesar del tiempo transcurrido, la Afectación como Espacio Natural Protegido no ha significado que se solucionen nuestras demandas, ni siquiera las más básicas, y que ahora, más que nunca nos enfrentamos a la desaparición no solo de nuestra forma de vida tradicional, sino al despoblamiento de Anaga y al desarraigo de sus gentes.

 

No podemos cambiar el pasado, es imposible; Pero si podemos hacer que el futuro sea diferente. Organización, Organización y Organización, Consenso, Consenso y Consenso, son las fórmulas que nos harán avanzar por una nueva senda a todos los anaguenses. Creo sinceramente que debemos hacer el esfuerzo común de solo mirar al pasado para no cometer los mismos errores que nos impidieron la altura de miras que se esperaba de todos/ as y cada uno/ a de nosotros/ as, y contemplar nuestra problemática en conjunto, de avanzar en la búsqueda de las soluciones más eficaces y racionales, de garantizar el Desarrollo Socio- Económico Endógeno necesario para garantizar no solo una Calidad de Vida Digna de los que sufrimos Anaga, sino de los Fines de Conservación del Parque Rural, que son fundamentalmente La Conservación de una Forma de Vida Tradicional y del Entorno Natural donde se desarrolla. Eso puede hacerse, con la Voluntad necesaria, primero la nuestra, y luego la política; Pero tenemos que tener especialmente claro que la segunda no existirá si no existe la primera. Depende exclusivamente de nosotros, y para ello debemos mirar más al futuro que al pasado. Es tarea de todo/as nosotros/as hacer que en verdad Anaga sea ese “paraíso” que todos/ as, salvo quienes aquí vivimos, creen que es Anaga. Tenemos la oportunidad de hacerlo realidad, de que nuestros sueños se plasmen en la agreste geografía de esta bendita tierra que nos legaron nuestros mayores.

 

 

25 Marzo 2016

Desde la Vieja Fortaleza Menceyato de Anaga

 

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