Los Amazighs
en Túnez:
¿cuándo
el fin de la discriminación?
GJT (*)
En
Túnez, como en toda el África del Norte, se da una muy grave negación cultural
e identitaria basada en la discriminación, es la base de la acción del Estado
nacional que quiere ser árabe y musulmán y dedica todas sus fuerzas para
arabizar a los berberófonos.
Si se toma el segundo punto del preámbulo
de nuestra Constitución, nos damos cuenta de que el Estado pertenece “a la
familia árabe”. También, el artículo primero de la misma Constitución añade que
el árabe es la lengua del Estado tunecino. Es sobre este texto, la Ley
Fundamental del Estado, en el que se basa la política de arabización y negación
de la identidad amazigh del país.
Hay que reconocer, que en ningún lugar de
los Textos Fundamentales del Estado se reconoce la lengua y la cultura bereber, mientras que el amazigh
es una lengua viva practicada por decenas de millares de Tunecinos, sobre todo
concentrados en la Isla de Djerba (Guellala, Adjim,…) y en las
regiones centrales localizadas al Sur del país. Al Sureste, en torno a Tataouine (Chenini, Douirat), a Metmata (Zraoua y Taouedjout), al Este de Gafsa (Tamagourt et Senned), y Takrouna a Sousse, Kessra a Siliana, Khemir a Jendouba.
La pobreza es la segunda arma utilizada
para poner fin a las últimas bolsas de resistencia: las comunidades berberófonas ocupan regiones económicamente muy pobres, con
lo que son obligadas a la emigración a regiones arabófonas
donde sufren una asimilación lingüística y cultural, puesto que no se enseña la
lengua amazigh y ni es introducida en los medios de
comunicación.
Los proyectos de desarrollo, promoción y
apoyo de la cultura no incluyen la cultura amazigh
con prioridad. Sólo las artes de expresión árabe se benefician de las ayudas
del Estado. No sólo no se apoya al patrimonio bereber,
sino que está prohibido. Incluso no habiendo texto que prohíba oficialmente la
práctica de la cultura amazigh, los Bereberes ni
siquiera se atreven a expresar su amazighdad ni osan
trabajar para la salvaguarda de la lengua y cultura bereber
en entornos organizados. La expresión del amazigh se
considera como un ataque a los intereses y a la integridad del Estado.
Es ya tiempo que nuestro país reconozca el tamazight como lengua nacional y oficial. El Estado debe
garantizar a los ciudadanos el derecho a crear asociaciones para la protección
y la promoción de las lenguas y cultura bereber,
fomentando el arte amazigh en todas sus
manifestaciones (teatro, música, danza, poesía,…).
Para garantizar la supervivencia de la
lengua es esencial que se establezcan instituciones que tengan por objetivo la
conservación y la promoción de los patrimonios lingüísticos y culturales amazigh en Túnez, y sobre todo integrar la enseñanza de la
lengua amazigh en los programas de la educación y
formación.
En las regiones de la Tamazgha,
la lengua amazigh debe ser una lengua obligatoria en
todos los niveles de la enseñanza.
Obstinarse en esta política de arabización
y asimilación forzada de los Amazighes, es no sólo
una fuga hacia delante, sino lo que es más grave, priva a nuestro país de sus
raíces. Es por otra parte el patrimonio de toda la Humanidad, el que se verá
privado de esta contribución milenaria…
(*) Grupo de jóvenes Tunecinos